- Lun, 23 Sep 2024, 11:13
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Buenos días Paula! Mi nombre es Marta y te escribo en calidad de alumna en prácticas del curso de sueño del CESI. Soy enfermera, especializada en enfermería escolar, asesora de lactancia especialista en anquiloglosia y alimentación complementaria además de educadora prenatal. Pero ante todo soy madre de 2 niñas y 1 niño y embarazada de mi cuarta hija! Así que espero poder aportarte todo lo que estoy aprendiendo en esta maravillosa formación añadiéndole mi propia experiencia materna.
Lo primero que te diré es que es importante tener en cuenta que el sueño de los bebés de esta edad (8 a 12 meses) es muy caótico. Es una fase complicada en la que esperamos que todo ya estuviera fluyendo y de repente volvemos a notar un “retorceso” en lo que esperamos sea normal. Existen muchos factores externos que confluyen en este periodo. Te los enumeraré a continuación para que puedas identificarlos.
- Atraviesan la conocida etapa en la que “extrañan” todo ser no conocido y se les cataloga de que “tienen mamitis” porque quieren vivir pegados a su madre / figura de referencia principal. Esto si no se conoce, dejamos que los juicios y la presión del entorno social nos afecte llegando a pensar que hemos “mal acostumbrado” a nuestros hijos sobreprotegiéndolos y mal criandolos. Lo único que les ocurre a esta edad es que están viviendo un hito evolutivo psicológico llamado “angustia por separación”, que suele manifestarse con llanto durante el día cuando su figura de apego principal se aleja incluyendo más despertares durante la noche. Si sabemos esto de antemano, aliviamos mucho peso de creencias limitantes que solo hacen que actuemos alejándonos de lo que realmente necesitamos.
- Coincide además que durante estos meses aparecen los primeros dientes: puede que a algunos bebés no les provoque malestar, pero en cambio otros notan incomodidad, sobre todo durante la noche a consecuencia de la bajada de intensidad de las distracciones que viven durante el día. Se le suma que al estar en horizontal tumbados puede aumentar la presión sanguínea en la zona y se incrementa la molestia.
- Y el punto que yo más destacaría en tu caso, es que a partir de esta edad, comienzan a adquirir nuevas habilidades motrices como gatear, ponerse de pie e incluso caminar. Están tan emocionados con esta nuevo conocimiento que quieren practicar a todas horas, y no dejarán de intentarlo hasta conseguir dominar la técnica y sentirse seguros. Esto se traduce por tanto en un sueño muy inquieto con periodos de despertares muy largos en los que su intención es practicar para ensayar.
Todo esto sumado a que en nuestra sociedad lo culturalmente aceptado es “deben dormir solos” y “deben dormir del tirón” nos genera una presión extra que solo nos lleva a pensar en que algo estamos haciendo mal. Y nada más lejos de la realidad.
Siendo sincera, tengo que decirte que es una fase complicada, agotadora y desesperante a veces. La vida adulta no encaja con las necesidades de las criaturas. Con las necesidades REALES del cuidado ni mucho menos. Por lo tanto, lo primero que te diré es que confíes en tu bebé, le observes y le acompañes y por supuesto que te armes de paciencia. Celebro que tantas familias busquen ayuda en lugares como este, donde se intenta dar espacio a las necesidades reales de nuestros hijos, y ayudando a los cuidadores a comprender. Al fin y al cabo y como bien dice M. Rojas Estapé “Comprender es aliviar”
Para poder abordar todos estos cambios te ofrezco una serie de consejos que quizá puedan ayudarte a mejor la calidad del sueño y a sobrellevar este proceso con menos desesperación.
1. Angustia por separación: crisis existencial. Tu bebé acaba de descubrir que es un ser ajeno a ti, con identidad propia. De repente se da cuenta de que puede alejarse por si mismo (gateo) y siente miedo a ser abandonado. Para el todo este cambio se resume en una experiencia muy estresante, ya que lo vive como una amenaza para su supervivencia. Cree que si desapareces de su campo de visión, nunca volverás.
¿Cómo puedes ayudarlo? “No soy una extensión de mamá”
Intentando ayudarlo a entender a través del juego y el contacto frecuente que los objetos permanecen aunque no pueda verlos. De esta manera, poco a poco comenzará a independizarse de su figura de referencia y empezará a entender que tiene identidad propia.
Altas dosis de paciencia
Contacto físico frecuente
Mantener el contacto visual /auditivo siempre que se pueda si estamos fuera de su campo de visión
Por la noche ponérnoslo fácil, dormir cerca de el es más fácil para atender sus necesidades y favorecer nuestro descanso. Cubrimos las necesidades de contacto y podemos dormir lo suficiente.
Juegos para superarlo: CU-CU, NO ESTOY (taparle los ojitos y que no te vea, pero si te oiga. Destapar y que comprenda que sigues ahí igualmente!) EL ESPEJO (poco a poco ayudará a que vaya comprendiendo que ese reflejo es de su ser y que es el quien está ahí), EL PELUCHE DESAPARECE (peluche u objeto favorito lo atamos a una cuerda y lo escondemos, animándolo a que vaya tirando de la cuerda hasta que lo saque de su escondite y entienda que a pesar de no verlo, sigue permanenciendo ahí), ¿DÓNDE ESTÁS? (juego del escondite)
2. Dientes a punto de salir: observar si su comportamiento se relaciona con la salida de algún diente. Lo normal es que los dientes salgan desde los 4 a los 12 meses, por lo que podría también estar coincidiendo en este caso que la irritabilidad sea consecuencia de ello. Para aliviar las molestias será efectivo:
¿Cómo podemos ayudarlo? Frio local y calma
Masaje suave en las encías
Mordedores previamente fríos de la nevera
Trozos de fruta fresca y pan duro (si los ha introducido en la dieta)
Líquidos frescos: leche artificial menos caliente, leche materna aumentará su demanda ya que le alivia y le calma.
Si apareciera fiebre y tras previa consulta al pediatra para descartar cualquier otro proceso, se puede administrar algún antitérmico para su alivio. No sirve de nada “frotar” las encías con el medicamento e incluso puede ser peligroso por lo que está desaconsejado.
3. Nuevas habilidades: aprendo a gatear, sentarme y dar pasos. Se entusiasman y como es lógico quieren practicar a todas horas, incluyendo la noche por supuesto. Podemos decir que dicha motivación cesa un poco cuando ya dominan la habilidad y disminuyen entonces esos largos desvelos nocturnos.
¿Cómo podemos ayudarlo? Paciencia infinita, pontelo fácil y foméntale durante el dia
Intentar “dormitar” mientras hacen su gimnasia nocturna. Suele resultar inútil querer o pretender que se duerman inmediatamente. Asume que será un rato asi. Y que en 2/3 semanas dejará esta conducta. Serán noches duras.
Esperar que se cansen y quiera volverse a dormir.
Fomentar el juego que le ayude a practicar durante el día, sin obsesionarnos con hiperestimularlos por supuesto. Cuanto antes lo dominen e integren ese hito evolutivo, antes dejarán de querer intentar practicarlo.
Y poco más! Espero de corazón haberte podido aliviar y ayudar a comprender por qué proceso está pasando tu bebé ahora mismo. Y te mando un abrazo y mucho ánimo para seguir esta maravillosa y a la vez agotadora etapa.
Si necesitas algo más estaré encantada de poder seguir ayudándote.
Fuentes consultadas:
Berrozpe, M. Módulo XV. El sueño de los bebés de los 8 a los 12 meses. En Berrozpe, M, López, R. La neurociencia del sueño infantil y sus implicaciones en la práctica y atención a las familias. Centro de Estudios del sueño infantil (CESI)