- Dom, 01 Jun 2008, 11:14
#262109
Animo, es un problema muy común que todos sufrimos.
Cuando nació mi niño inmediatamente me vi rodeada de personas (familiares, amigos y conocidos) que se vieron con derecho a darme consejos, porque habían criado a no sé cuantos hijos, porque tenían hijos mayores que el mío o porque habían oído a alguien relatar sus experiencias, en otras palabras "ya habían pasado por eso" y sabían perfectamente en cualquier momento lo que se debía de hacer.
Todavía recuerdo algunas escenas cuando quedábamos con la familia con Elías recién nacido. El bebé se ponía a llorar y de repente todos los que estaban sacaban su teoría y discutían entre ellos a ver quién tenía razón, a la vez que me decían a mí lo que tenía que hacer: tiene hambre, dale de comer; pues no, tiene sueño, acuéstale; no, yo creo que tiene calor, está muy abrigado; yo digo que llora por capricho, déjale un rato; no, si llora por capricho hay que atenderle; ponle el chupete; no, el chupete es malo, y así sucesivamente, hasta que yo estallaba
y les decía DEJADME EN PAZ, es mi hijo y sabré yo lo que tengo que hacer.
Todos sabemos de sobra que los consejos molestan, incluso cuando son bienintencionados. A nadie le gusta que interfieran en su manera de educar a sus hijos.
Al principio también me molestaba en dar explicaciones, en decir por qué me parecía bien hacer algo o no hacerlo, pero eso muchas veces lleva a una discusión interminable. Así que al final he elaborado mi estrategia:
Si el "consejero" es alguien con quien me llevo bien y le tengo aprecio, le pregunto: ¿Recuerdas cuando, antes de haber criado a tus hijos, eras una mamá primeriza, inexperta y "pardilla" igual que yo ahora mismo? ¿Recuerdas cómo te acribillaban a consejos? ¿Te molestaba? Pues a mí también. En la mayoría de los casos, funcionó.
Si es alguien a quien no conozco demasiado, simplemente digo: cada niño es distinto, por lo que no existe una manera universal, y ni siquiera una manera correcta, de actuar. Cada uno tiene derecho a tomar sus propias decisiones y prefiero equivocarme pensando con mi cabeza que acertar pidiendo prestada la de los demás. Si insisten, digo sí sí y luego hago lo que me parece apropiado.
Como se suele decir: nunca discutas con un idiota, la gente puede no ver la diferencia...
♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más... Mi blog: El mundo de Kim