- Mié, 13 Feb 2008, 09:26
#238062
Mi abuela ha muerto esta madrugada. Era mi última abuela, madre de mi madre.
Hace ya tiempo le diagnosticaron Alzheimer, a raíz de un proceso traumático por una operación de rodilla, tuvo que estar días en el hospital, y ahí empezó a perder la razón. Hace poco la trasladaron a una residencia, sus hijos así lo decidieron, aunque estuvo un par de años en casa, con una persona a su cuidado (Margarita, una señora con una vida complicada, buena persona y afectuosa a rabiar),m en estos últimos tiempos era muy difícil para ella cargar con mi abuela, no podía casi moverse.
Vi a mi abuela sufrir cuando quería contarme algo y no le salían las palabras, cerraba sus ojos con resignación, cansada. Se olvidaba de la muerte de sus amigos, de su cuñada, y cuando se daba cuenta se entristecía mucho. Apenas supo entender que Jan era hijo mío cuando se lo llevé.
En estos últimos tiempos apenas nos conocía. Pero si nos daba su manita para agarrarnos con fuerza. Ayer mismo por la noche quise cogérsela pero ya no respondía. Decidió dejar de comer en cuanto llegó a la residencia. Se ha ido consumiendo poquito a poco.
En el proceso de separación de mis padres, ella me tenía en su casa, los viernes, viendo el 1-2-3, cosiendo, con la radio siempre puesta de fondo, su perro.... Siendo más mayor charlábamos y reíamos juntas. Después hubo varios años de visitas poco frecuentes y luego la enfermedad.
Ayer le dije que esperaba que se fuera en paz, que la quiero.
Hace ya tiempo le diagnosticaron Alzheimer, a raíz de un proceso traumático por una operación de rodilla, tuvo que estar días en el hospital, y ahí empezó a perder la razón. Hace poco la trasladaron a una residencia, sus hijos así lo decidieron, aunque estuvo un par de años en casa, con una persona a su cuidado (Margarita, una señora con una vida complicada, buena persona y afectuosa a rabiar),m en estos últimos tiempos era muy difícil para ella cargar con mi abuela, no podía casi moverse.
Vi a mi abuela sufrir cuando quería contarme algo y no le salían las palabras, cerraba sus ojos con resignación, cansada. Se olvidaba de la muerte de sus amigos, de su cuñada, y cuando se daba cuenta se entristecía mucho. Apenas supo entender que Jan era hijo mío cuando se lo llevé.
En estos últimos tiempos apenas nos conocía. Pero si nos daba su manita para agarrarnos con fuerza. Ayer mismo por la noche quise cogérsela pero ya no respondía. Decidió dejar de comer en cuanto llegó a la residencia. Se ha ido consumiendo poquito a poco.
En el proceso de separación de mis padres, ella me tenía en su casa, los viernes, viendo el 1-2-3, cosiendo, con la radio siempre puesta de fondo, su perro.... Siendo más mayor charlábamos y reíamos juntas. Después hubo varios años de visitas poco frecuentes y luego la enfermedad.
Ayer le dije que esperaba que se fuera en paz, que la quiero.
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