1-. MAMI YO CONTROLO
2-. MI HIJO ES MAL COMEDOR ¿QUE PUEDO HACER?
3-. RACIONES DIARIAS ORIENTATIVAS RECOMENDADAS POR LA AEPAP.
4-. LA BATALLA DE LAS COMIDAS (POR MARLAUZ)
1-. MAMI YO CONTROLO:
¿es cierto que podemos confiar en nuestros hijos para regular lo que comen?¿desde que edad? ¿hasta que punto? ¿hay estudios sobre el tema? y la intervención de los adultos ¿Qué puede suponer?
me he hecho todas estas preguntas desde hace tiempo, y por fin me anime a investigar para tratar de responderlas. he buscado los estudios cientificos que hay sobre le tema, y me sorprendio la cantidad de ellos que encontre. y todos en la misma dirección: los bebes tiene la capacidad innata de regular su ingesta, y las intervenciones de los padres tanto en sentido coercitivo como en sentido restrictivo, obtienen siempre el resultado contrario al deseado. y que la iunica intervención posible por nuestra parte, con efectos positivos es la oferta variada de alimentos saludables (o sea, excluyendo las chucerias y los excesivamente elaborados) y nuestro ejemplo.
como se que algunas o muchas segureis teniendo dudas, paso a agrupar las lecturas que he hecho. os voy a poner ademas el texto original de los articulos (en ingles) y el enlace con los que tengo completos.
empezare por el final:
¿Qué sucede cuando los adultos intervienen?
los adultos podemos intervenir de varias maneras. en caso de nños gorditos, la intervención de los padres suele ser restringir determinados alimentos que se consideran malos 8dulces, grasas). pero luego le permitimos al niños comerlo en ocasiones especiales (cumpleaños, navidades) y le resultado es que el niño asocia estos alimentos con situaciones agradables, y por tanto, los busca con mas ahinco. en este caso, se ha encontrado que padres restrictivos suelen tener niños mas gorditos: estos niños suelen consumir mayores cantidades de comida saludable, pero tambien de comida no saludable. 2-2
los padres que utilizan la comida como recompensa para modelar el comportamiento obtienen niños con mayor disconformidad con su esquema corporal (riesgo de trastornos como la anorexia y la bulimia) 7-1
los padres que insisten en que su hijo coma mas: los estudios demuestran que la intensidad con las que los cuidadores reponden al rechazo de alimentos es un predictor inverso (o sea contrario) de ganancia de peso: o sea, cuando los cuidadores responden presionando al niño para que coma, en lugar de conseguir que gane mas peso, consiguen el efecto contrario. tambien se coprobe que cuando el control de la madre sobre la comida era pequeño, los niños que ganaban poco peso de 0 a 6 meses, lo compensaban en el segundo semestre, y viceversa, los que habian ganado demasiado peso, ralentizaban la ganancia.. cuanod el control de la madre era elevado, se producia el fenómeno contrario.
algo tan extendido como “solo tres cucharadas mas” o “terminate el plato” hace que el cerebro del niños se focalice en cosas externas a sus propios signos de hambre y satisfacción, impidiendo que estos actuen.
en definitiva, los estudiso demuestran que un elevado grado de control paro parte de lso padres, en cualqueiera de estas direcciones se asocia don una disminución de la capacidad de autocontrol por parte del niño. y por tanto, cualquier intento de intervenir en sus habitos de auto alimentación puede tener efectos negativos alejados de la intención de los padres
¿nada de lo que hagamos los padres puede entonces influir positivamente en los habitos alimenticios del niño? pues si, hay dos maneras: poniendo a su disposición alimentos saludables, variados, con frecuencia. y tambien con el ejemplo: las hijas de madres que consumen gran cantidad e fruta y verdura son con menor frecuencia malas comedoras y comen tambien mas cantidad de estos alimentos.
por todo ello los estudios sugieren que los padres debemos centrarnos menos en el comportamiento de nuestros hijos a la hora de comer y mas en dar ejemplo con nuestros propios habitos.
¿pero desde cuando esta un bebe preparado para calcular sus necesidades?
desde el nacimiento. de hecho hay estudios realizados con lactantes alimentados con leche de formula a los que se administraba la formula mas concentrada o mas diluida, y ellos modificaban las tomas de modo que el consumo calórico al final del dia era exactamente el mismo.
los bebes alimentados la pecho, Suelen ganar peso mas lentamente que los alimentados con formula. y los estudiso relacionan esto con un mayor grado de control por parte de la madre. una madre que da el biberón, ve cuanta leche queda y se siente obligada a insistir al bebe para que lo termine. una madre que da el pecho, al carecer de esta información, carece del control, y el control pro tanto lo tiene el bebe. esta es la razón de que lso bebes alimentados con formula deban serlo tambien a demanda. (del bebe) para que no resulte en una sobrealimentación.
pero esta capacidad de controlarla ingesta de calorias permanece en los niños peqeuños. en un estudio realizado, se ofrecia a niños peqeuños un menú compuesto por dos comidas. la primera era una comida estandar, manipulada en cuanto a la densidad enenrgetica en base a una mayor o menro cantidad e grasas e hidratos de carbono. el segundo plato era elegido libremente por los niños. pues bien, sin mediar intervención adulta, cuando el primer plato tenia un menor contenido calórico, el segundo lo tenia mayor, y vice versa. y en estudios de este mismo tipo, se deostro que esta capacidad de control, no se producia solo en el seno de una comida, sino tambien a lo alrgo de 24 horas.: los niños demostraron realizar ajustes de energia a lo largo de comidas sucesivas, resultando un coeficiente de variación en cuanto al consumo calórico de 10 % como media mientras que en comidas individuales esta variación podia ser hasta de un 40%.
estos mismos investigadores, demostraron que este mecanismo de autocontrol, se veia afectado cuando la atención de los niños se enfocaba en situaciones agenas a sus señales de hambre y saciedad, como recompensarles por terminar el plato o hablarles de la cantidad de comida que quedaba en el plato. en estas condiciones, toda evidencia de respuesta al contenido energetico de las comidas desaparecia.
por cierto, lso que realizaron estos estudios, concluyeron tambien que a los 12 meses se producia un descenso generalizado del apetito.
¿y como se desarrolla el gusto por la comida en los niños pequeños?
durante la transición desde la alimentación exclusiva con leche, al consumo de comidas variadas, el niño aprendo a aceptar un grupo de las comidas disponibles en su entorno. los bebes vienen equipados con una serie de predisposiciones que facilitan el desarrollo de estso patrones de aceptación:
1-. estan predispuestso favorablemente a los sabores dulce y salado, y negativamente a lso sabores acidos y amargos (son los sabores de la mayor parte de los venenos).
2-. La aceptación de la mayoria de las comidas está condicionada a la repetición de la oferta. dada su natural tendencia a la neofobia (fobia a los nuevos alimentos) se estima que un nuevo alimento debe ser ofrecido entre 5 y 10 veces para que lso bebes lo acepten. es decir: tienen predisposición a no aceptar alimentos nuevos y a aceptar alimentos que les son ofrecidos muchas veces.
3-. tambien las pautas de aceptación se ven afectadas por el condicionamiento positivo: un niño aceptara mejor los alimentos que le son ofrecidos en un entorno positivo, agradable. y a su vez rechazaran las comidas que les sean ofrecidas en entornos desagradables.
4-. tambien estan preparados para preferir alimentos cuya ingesta tiene consecuencias digestivas positivas, como las que se producen cuando estando hambrientos comen alimentos con alta densidad energetica.
5-. pero aunque los niños nacen con unos mecanismos internos de regulación de la ingesta según al densidad energética , tambien son sensibles a los intentos de control pro parte de los padres, que redirigen la atención a cosas externas a las señales de hambre y sciedad.
asi mismo podemos asumir que los gustos de un bebe se ven influidos por los gustos de sus padres y sus selecciones. de modo que los padres podemos influir poniendo a su alcance determinados tipos de comida y actuando como modelo para ellos. y ofrecer estas comidas saludables en un entorno agradable para ayudarles a adquirir buenos habitos alimenticios.
me esta quedando un rollo muy largo, pero no quería terminar este articulo sin hablaros de un experimento que ya he mencionado en otras ocasiones. ahora con el artiuclo original en la mano, me parece aun mas sorprendente. espero que a vosotras tambien os lo parezca.
clara m davis o la sabiduría de dejar a lso niñso seleccionar su propia dieta
es un estudio presentado en junio de 1939, en estados unidos, recien pasada la gran depresión, y justo antes de la segunda guerra mundial. clara m davis es una diminuta pediatra, que se hizo cargo de 15 niños recien destetados cuyas madres no tenian recursos economicos para sacarlos adelante, de forma provisional. estos 15 niños fueron seguidos de forma exhaustiva durante entre 6 meses (el que menos tiempo estuvo en el estudio) y 4 años y medio (el que mas). en este tiempo se registro cada gramo de comida que ingerian, asi como cada depsición que hacian, analiticas de control, estudios radiograficos, peso y medida de los niños …..se calcula que se hicieron un total de entre 37 000 y 39 000 registros de comida.
durante el tiempo que permanecian en la institución se les ofrecia alimentos que formaban parte de una slista de 33, en lso que se incluian todos los grupos de alimenos. esto eran servidos cocinados puros (son mezclar) de formas sencillas, sin aliño de ningun tipo (la sal se les servia aparte) y presentados de forma que los nños pudierna ser autonomos a la hora de comer. aunque eran acompalñados por el personal del centro, no se permitia ningun tipo de indicación o señal ni del tipo ni de la cantidad de comida que los bebes consumian. los 33 alimentos se distribuinan en 3 o 4 comidas, en cada una de las cuales habia representación de variso aliemntos de cada grupo (proteinas de origen animal, cereales, verduras y frutas, leche). la selección tanto de la cantidad como del tipo de laimentos a tomar era libre completamente por parte de lso bebes, y cuidadosamente anotada por sus cuidadores.
añado que algunos de los niños estaban enfermos cuando llegaron a sus manos: habia varios casos de desnutrición y bajo peso, raquitismo..
¿que observo en estos niños?
- todos los niñso se recuperaron de su deficits nutricionales, demostrado con estudios analiticoss y radiologicos.
- la cantidad de calorias /dia ingeridas estaban siempre dentro de los considerado aceptable. asi mismo, tambien cuando se hacia el calculo en un periodo de 6 meses. o cuando se calculaban als calorias por kilogramo de peso.
- la cantidad de calorias ingeridas por los niños desnutridos sobrepasaba la media en un principio, para estabilizarse después
- los niñso adaptaron las calorias consumidas a la curva normal de disminución de las calorias kilo ingeridas con la edad.
- ninguno de los niñso estaba especialmente gordo o delgado. todos tenian un tipo mas o menos uniforme.
- ls distribución de las calorias en cuanto a los nitrientes de media era: 17 % proteinas, 35% grasas y 48 % carbohidratos. y la cantidad de proteinas disminuia con la edad en relacion a una mayor actividad fisica y a una menor necesidad de “construcción “ corporal. las proteínas seleccionadas siemrpe eran las de mayor valor biologico.
- incluso en niñso con unos consumos nulos o minimos de leche durante periodos prolongados, la mineralización osea observada en las radiografias era perfecta.
- ninguna de las 15 dietas se parecia ni remotamente a las otras, y sin embargo todas era igualmente equilibradas.
- en caso de enfermedad (pocas: a pensa unos catarros, y ninguna diarrea ni enfermedad seria) se producia una perdida de apetito 24 o 48 horas anterior al brote de la enfemedad y el apetito se recuperaba 12 horas antes de que la enfermedad cediera. esot fue tan consistente, que les permitio predecir enfermedades.
- el apetito, asi como la selección de aliemtos aparentemente erratica, se demostro ser valida no obstante.
- -lso diferentes gustos se fuerno puliendo con lso dias. lso primeros dias lo probaban todo, incluyendo la bandeja, la cuchara o el papel. pero poco a poco cada uno fue desarollando sus preferencias.
la propia autor dice que su estudio tiene truco: el truco es que la lsita de aliemtnos ofrecidos eran todos de indudable valor alimenticio , y pro tanto, auqnque el metodo de ensayo y error de lso niños diera lugar a errores, estos no podrian ser muy graves.
¿Qué os ha parecido?
so pongo dos enalces, pro si las que leeis ingles quereis leer los originales.
http://pediatrics.aappublications.org/cgi/content/full/101/3/S1/539
http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcgi?artid=537465
ahora no tengo tiempo de poenr el resto de la bibliografia, pero lo hare.
un beso a todas la s que hayais tenido la paciencia de leerme.
2-.MI NIÑO ES MAL COMEDOR ¿Qué PUEDO HACER?
Cuando niño presenta inapetencia se utiliza el término anorexia. Según la causa de esta, se encuentran tres tipos:
1-. Anorexia orgánica: se debe a alguna enfermedad del organismo (infección de orina, cuadro catarral, erupción dental, hipertrofia de adenoides, enfermedades crónicas, síndromes malabsortivos, parásitos intestinales, enfermedades inflamatorias del intestino, enfermedades pulmonares crónicas, cardiopatías….). Es un tipo de inapetencia que se debe investigar siempre que la inapetencia aparezca acompañada de otros síntomas. Habitualmente los pacientes que padecen este tipo de trastorno presentan un rechazo uniforme de todo tipo de comida. Podríamos decir que es por FALTA DE HAMBRE (de todos los alimentos)
2-.Anorexia funcional: hace referencia a ese tipo de niño que “desde siempre ha comido mal”. Esta forma frecuente de inapetencia suele ser debida a una alteración en el desarrollo del hábito alimentario. En algunas ocasiones puede llegar a repercutir en el peso del niño. Los niños que presentan este trastorno de la alimentación suelen rechazar selectivamente unos alimentos (muchos) pero si comen de otros. En este caso hablaríamos de FALTA DE APETITO (algunos tipos de alimentos).
3-.Anorexia nerviosa: Esta enfermedad es propia de niños mayores (preadolescentes y adolescentes) y en ella la inapetencia tiene un origen psicológico. El hambre inicialmente está conservada, pero los pacientes se niegan a comer para adelgazar y mejorar su imagen corporal. Se debe sospechar cuando se aprecia una percepción delirante de la propia imagen (típicamente una chica delgada que insiste en que se ve gorda). El diagnóstico no obstante debe ser establecido por un equipo medico experto.
Mi intención es referirme en este artículo a recuperar las recomendaciones que distintos organismos pediátricos mundiales dan para abordar en casa y en las consultas de pediatría la anorexia funcional en los niños pequeños, y los problemas de falta de medro (falta de crecimiento) que pueden en ocasiones derivarse de su existencia.
En primer lugar, el medico al recibir en su consulta a un niño con falta de apetito, debe realizar una historia clínica cuidadosa, incluyendo: datos sobre la familia, entorno social, entorno familiar (padres hermanos, abuelos), cuidadores habituales (abuelos, guardería, madre). Datos sobre el propio niño, talla y peso al nacimiento, dificultades en gestación parto y post parto, progresión del crecimiento.
Para tener una idea de lo que en niño come (cantidades , distribución, consistencia, hábitos durante las comidas) se entrega a los padres la llamada encuesta dietética, en la que deben anotar todo lo que el niño consume a lo largo de unos días , tanto en las comidas principales, como lo que toma entre horas, bebidas, cantidad aproximada, consistencia , variedad de alimentos….Esta encuesta no solo es útil para conocer los hábitos del niño y ayudar a saber donde puede estar el problema, sino que, en caso de haberlo, permite establecer recomendaciones dietéticas.
Lo principal que debemos saber al encontrarnos con un niño que come mal, es si su estado nutricional es correcto. La observación del niño desnudo es obligada, ya que además de darnos datos sobre el estado nutricional, lo hace sobre la posible organicidad del trastorno. Un niño desnutrido, no obstante puede conservar buen aspecto hasta grados avanzados si se le observa vestido, ya que la grasa de los mofletes es la ultima en desaparecer. Al observarlos desnudos, sin embargo es fácil distinguir al niño constitucionalmente delgado, del niño desnutrido: en estos se observa adelgazamiento de glúteos y extremidades, piel laxa y señal de fusión de la grasa con el músculo. Además permite observar otros signos externos de enfermedades (por ejemplo la distensión abdominal que, acompañada de otros síntomas podría ser sugestivo de celiaquita).
Medición de datos antropométricos (talla, peso e índices asociados): mucho mas importante que los resultados de una medición aislada es la evaluación de los resultados de mediciones seriadas, que cuidadosamente registradas nos van a permitir construir un perfil de desarrollo y establecer cual es la velocidad de crecimiento del niño.
Por ejemplo es muy sencillo calcular la relación peso /talla. Existen unas tablas de percentiles, en las que cualquier valor entre el percentil 90 y el 10 se considera normal, como norma general, aunque repito que una medición aislada no es relevante.
Determinaciones analíticas: habitualmente se precisa un hemograma, bioquímica con estudio del metabolismo del hierro (no solo la cifra de hierro en sangre), cinc, prealbumina, albúmina, inmunoglobulinas y pruebas de función hepática. La prealbumina solo se encuentra en la sangre durante 2 días y es por tanto un indicador muy fiable de desnutrición aguda, y también la respuesta al tratamiento. Determinación de factores de crecimiento (principalmente el IGF-1) reflejan precozmente los cambios nutricionales e informa también sobre alteraciones del crecimiento.
Otras pruebas realizadas actualmente con poca frecuencia, pero que seguramente son el futuro es la medición de la impedancia bioeléctrica del cuerpo y la conductividad eléctrica corporal total. Ambas totalmente inocuas e indoloras, pero su coste aun las hace inabordables como elementos de estudio cotidianos.
Además en caso de sospecha, (es decir, si existen síntomas asociados a la perdida de apetito) hay que llevar a cabo las pruebas que nos permitan descartar una causa orgánica de la anorexia.
Sin embargo, la realidad es que en la gran mayoría de casos, los niños a los que sus familias se refieren como malos comedores o inapetentes, mantienen una talla, peso y estado nutricional normales. Esto refleja pues, que en estas familias (y yo añado que en algunas consultas de pediatría también) lo que hay no es sino un error en los adultos sobre lo que el niño necesita comer para crecer y desarrollarse adecuadamente.
Una vez realizada esta historia clínica y los estudios que sean necesarios (y DESCARTADA CUALQUIER PATOLOGIA SUBYACENTE) podemos encontrar varias situaciones:
1-. Un niño “mal comedor”, pero con una talla y peso adecuados y un estado nutricional satisfactorio
2-. Un niño con un retraso estaturo ponderal (peso para la edad, talla para la edad y relación talla peso por debajo del percentil 3) o disminución de la velocidad de crecimiento. pero con un estado nutricional satisfactorio.
3-. Un niño con talla y peso adecuados o no, pero con un estado nutricional deficitario.
En caso de que exista un déficit nutricional (global o parcial, de determinados nutrientes) y descartada cualquier enfermedad subyacente que lo esté causando, lo correcto será tratar el déficit y que el niño sea tratado por un medico especialista en dietética y nutrición, que será quine dicte unas pautas adecuadas para evitar que estas carencias se repitan.
En el caso de niños con una talla o peso o ambos por debajo del percentil 3 en los que no se evidencia ninguna enfermedad ni carencia nutricional, es necesario tener en cuenta que son muy dos variantes de la NORMALIDAD: baja talla familiar y retraso constitucional. Si se sospecha alguna de estas dos posibilidades es importante profundizar la investigación de los antecedentes del embarazo y perinatales, talla de los padres y eventos puberales de los padres.
En la talla baja familiar hay antecedentes genéticos de talla baja, y la disminución de la velocidad de crecimiento se produce entre los 12 y los 36 meses. Es entre estos dos momentos de la vida, cuando el tipo de crecimiento pasa de estar en el “canal de crecimiento intrauterino” a estar en el “canal de crecimiento infantil”. Estos niños, después de este enlentecimiento, estabilizan la ganancia de talla y peso a lo largo de la niñez, y presentan un desarrollo óseo adecuado para su edad cronológica.
¿Qué CAUSA QUE UN NIÑO DEJE DE COMER?
Hay tres momentos cruciales en el establecimiento de unos hábitos alimenticios adecuados: el inicio de la alimentación complementaria, el destete y el paso a la alimentación sólida.
Es importante saber que la transición de una fase a otra es más sencilla en unos niños que en otros. Y que en todos, el éxito será tanto mayor cuanto mas seamos capaces de mostrarnos respetuosos con los gustos, nivel de apetito, madurez, gusto por las novedades….que hacen de estos momentos algo muy difícil de estandarizar, ni en la edad del cambio, ni en la respuesta del niño, ni en el tiempo que llevará completar la transición.
En los seres humanos, los modos de alimentarse, preferencias y rechazos hacia determinados alimentos están fuertemente condicionados por el aprendizaje y las experiencias vividas en los 5 primeros años de vida. La madre tiene un rol fundamental en la educación y transmisión de pautas alimentarias en la primera infancia. Para los niños comer requiere un aprendizaje: la imitación de las personas de su entorno (adultos y otros niños) y el establecimiento de una cierta rutina, son elementos básicos para que este aprendizaje sea adecuado. Para alimentar a los niños hay variedad de criterios entre los expertos. Esto, aunque pueda ser lioso, no supone contradicción entre las diferentes pautas. Por otro lado cada niño es diferente, tiene sus propios gustos, que hay que tener en cuenta. Y en cada familia hay unos hábitos alimenticios que, si son saludables, serán los que el niño deba adquirir.
Debemos tener siempre presente que se come para desarrollarse y crecer. Y que este objetivo lo puede alcanzar cada niño con un modo de comer diferente. Como se demostró en un trabajo en que se dejaba comer libremente a los niños dentro de una oferta de alimentos saludables tanto en cantidad como en tipo de alimentos: cada uno de los 15 niños participantes tenía una dieta absolutamente diferente de los demás. Y sin embargo todos crecieron y se desarrollaron de una forma adecuada.
También es importante tener claras varias cosas que harán que tengamos más éxito en la introducción de los niños al mundo de la comida de adultos:
1-. LA HORA DE COMER NO DEBE SER UN CAMPO DE BATALLA: nunca debemos tomarnos como un rechazo a nuestra persona o figura como madres, o a nuestra labor o desvelos el hecho de que un niño rechace una comida.
2-.NUNCA HAY QUE FORZAR A UN NIÑO A COMER.
3-.NUNCA HAY QUE DEMOSTRAR ANGUSTIA ANTE UN NIÑO QUE NO COME LO QUE NOSOTROS ESPERAMOS.
4-.CONSULTAR A UN PROFESIONAL DE LA SALUD EN CASO DE QUE TENGAMOS DIFICULTADES EN ESTE TERRENO: nunca a los vecinos o familiares.
5-. SI LOGRAMOS HACER QUE LA HORA DE COMER SEA UN RATO AGRADABLE, Y RELAJADO, SERÁ MAS PROBABLE EL ÉXITO.
Pero sobre todo debemos ser comprensivos con el niño: entre los 6 meses y los 2 años (o sea, en un periodo de tan solo 18 meses) un niño pasa de tomar una dieta basada exclusivamente en la leche a comer lo mismo que los adultos, aunque en menor cantidad. Nunca en su vida volverá a probar tantas cosas diferentes en cuanto a sabor, temperatura, consistencia, color, forma de presentación. Y todo esto lo va a lograr venciendo su resistencia natural a rechazar nuevos alimentos: esto lo traen de serie todos los niños, se llama neofobia y aunque es más notable en unos que en otros, es un mecanismo de seguridad de la especie humana para evitar intoxicaciones.
Respetar las señales de hambre y saciedad del niño de forma escrupulosa, aunque no coincidan ni con el horario que “se supone”, ni con la cantidad que “se supone” es capital en este proceso. De este modo le estamos enseñando a reconocer esas señales en su cuerpo y a respetarlas. Esto evitará en el futuro que coma sin hambre (obesidad, síndrome del plato vacío) o que deje de comer teniendo hambre (anorexia nerviosa).
La anorexia de causa conductual (funcional) es la mas prevalerte en los países desarrollados. Es un proceso multicausal, en el que influye:
1-. La EXCESIVA ANSIEDAD de los padres en torno al peso del niño: sobre todo a partir de los 6 meses y hasta los dos años. A esta edad las necesidades caloricas del niño disminuyen por la deceleración de la velocidad de crecimiento. Pasan de ser 108 Kcal/kilo)/dia de los 0 a los 6 meses, entre los 6 y los 12 meses disminuyen a 96 Kcal/Kilo /dia. Y a partir del año disminuyen aun mas, de forma que hacia la adolescencia son unas 50 Kcal/kilo/dia y en el adulto 30 Kcal/kilo /dia. También sucede esto en los niños cuya necesidad de ingesta es menor por tratarse de una característica familiar el crecimiento más lento.
Por ejemplo: un niño que pesa 3 kilos al nacer, con 6 meses, pesará 6 kilos. Sus necesidades caloricas serán 650 Kcal/ dia. Ese mismo bebé, con 12 meses pesará unos 9 kilos y sus necesidades caloricas serán 870 Kcal/dia.
Si este niño entre los 6 y 12 meses consume diariamente 500 mililitros (mínimo necesario hasta los 12 meses) de leche adaptada o materna, solamente de leche está recibiendo 350 Kcal (o algo más dependiendo del tipo de leche adaptada). Por tanto, de alimentación complementaria necesitaría 520 Kcal solamente. Si toma 700 ml de leche está recibiendo 490 Kcal de leche solamente. Con lo cual de alimentación complementaria solo necesita 380. Una cucharada de aceite de oliva son 100 kcal.
Es necesario respetar también los periodos de anorexia transitoria que acompañan a cualquier enfermedad del niño.
2-. La EXCESIVA PRESIÓN EJERCIDA POR LOS PADRES: una excesiva presión por parte de los padres suele conducir al rechazo del alimento. Y de hecho en los estudios realizados se relaciona una excesiva presión por parte de los padres con una MENOR ganancia de peso.
3-. FALTA DE COORDINACIÓN EDUCATIVA de los padres: en la alimentación puede reflejarse en que uno de los padres piensa que el niño tiene un problema de anorexia y le fuerza a comer, mientras que el otro pretende evitar que el niño coma más.
4-.ESTRES EN EL SENO DE LA FAMILIA: el miedo, el enfado, la timidez o la depresión pueden ser expresados por el niño como anorexia funcional.
5-. MALA TECNICA alimentaria o creencias erróneas de los padres. En cuanto a la maduración del niño para determinado tipo de alimentos. Por ejemplo, interpretar como rechazo del alimento el reflejo de extrusión presente en algunos niños incluso mas allá de los 6 meses, o creer de forma equivocada que todos los niños están preparados para los alimentos sólidos pasados los 12 meses.
En al mayor parte de los casos se añade una FALTA DE RESPETO al desarrollo de los hábitos alimentarios del niño que conduce al uso continuado de algunos métodos equivocados en la alimentación. Quiero destacar la palabra CONTINUADOS, porque no tiene importancia utilizar las distracciones de forma esporádica, o en una temporada puntual o especialmente difícil, pero si lo tiene si es el sistema HABITUAL de alimentación.
Entre los errores en los métodos de alimentación están los siguientes:
-método de la distracción: distraer al niño con cualquier actividad, cuento, baile o canción mientras come. Esto impide que la atención del niño se centre en sus señales de saciedad. Y además en ocasiones llega a distorsionar la vida familiar.
-método de persuasión: se trata de convencer al niño de que coma más porque le reportará determinados beneficios (que el niño no entiende) o porque se cumplirá algún deseo, o porque los reyes magos están viéndole…
-amenazas: si no comes me voy, vendrá el coco, no crecerás….amenazas que evidentemente no se cumplen nunca y por tanto jamás son eficaces.
-darle de comer a la fuerza: cerrarle la nariz para que abra la boca, meter la cuchara a la fuerza. Este tipo de técnicas suele verse contrarrestada por un vomito del niño.
-permitirle comer entre horas cualquier cosa para “que por lo menos coma algo”. Soy partidaria de que el niño coma cuando tiene hambre, tanto si es a “su hora” como entre horas, SIEMPRE QUE COMA ALIMENTOS ADECUADOS EN CUANTO AL APORTE NUTRICIONAL. No se le deben dar entre horas a un niño que come poco bollería (incluyendo galletas) por supuesto chucherias o chocolate, postres lácteos, zumos industriales. Estos productos tienen un altísimo contenido calórico, que le niño descontará de su comida normal, no aportan ninguno de los nutrientes que el niño precisa y además suelen contener mucho azúcar y grasas de pésima calidad.
En casi todos los casos de este problema, la hora de comer deja de ser la satisfacción de un deseo y una necesidad para convertirse en un trabajo forzado, en un rato de tortura para el niño, y también para los padres, de modo que la hora de comer se convierte en una tragedia, y la sola mención de la comida despierta la negativa en el niño. Incluso antes de ver el alimento.
Y casi siempre el problema no está en que el niño desde el principio coma mal, sino que come menos de lo que los padres o cuidadores piensan que tiene que comer. Y los padres no respetan su apetito. Así comienza el establecimiento de una relación negativa con la comida, que a medio plazo SI PUEDE ser causa de que el niño coma menos de lo que necesita.
¿Y QUE SUCEDE SI SU CRECIMIENTO SE VE AFECTADO?
Sea cual sea la causa de la anorexia, esta puede conducir a una situación de falta de crecimiento (desmedro). Este término es aplicable a lactantes y niños menores de 3 años en los que se dan las siguientes circunstancias:
-incremento de peso menor de dos desviaciones estándar en dos meses consecutivos o mas para lactantes menores de 6 meses, o de tres meses o mas para niños entre 6 meses y tres años.
-una relación peso /talla inferior al percentil 3.
Para considerar que un niño presenta FALTA DE CRECIMIENTO se deben cumplir LAS DOS CONDICIONES. Es decir: un niño que está por encima del percentil 3 en las tablas peso /talla, no se considera en una situación de desmedro porque no aumente de peso en 3 meses. Y viceversa: un niño por debajo del percentil 3 en las tablas peso talla, pero que gana peso adecuadamente todos los meses, tampoco está en una situación de desmedro.
El diagnostico de desmedro significa demostrar la existencia de un crecimiento inadecuado antes de que aparezcan signos evidentes de desnutrición. Por tanto, para hablar de desmedro se tiene que haber medido y pesado al niño al menos en dos ocasiones separadas un determinado intervalo de tiempo (dos meses para menores de 6 meses, 3 meses para mayores de 6 meses).
En niños poco comedores mayores de 2-3 años, el motivo de consulta suele ser un crecimiento inadecuado que afecta sobre todo a la talla. En muchos casos este enlentecimiento puede tener causas genéticas o fisiológicas (retraso intrínseco) y en estos casos el perímetro cefálico suele estar también por debajo del percentil 3. Mientras que en los que presentan retraso del crecimiento suele ser normal.
El pronostico de los niños con desmedro de causa no orgánica, suele ser bueno a medio plazo con respecto a su crecimiento y estado de salud. Sin embargo, las alteraciones conductuales respecto a la alimentación persistirán o no dependiendo de que se corrijan los aspectos familiares y sociales que los han producido.
TRATAMIENTO
El tratamiento de los niños poco comedores es difícil. Debería ser llevado a cabo por un equipo multidisciplinario, que debería incluir dietistas, pediatras y psicólogos. En la práctica, en nuestro país suele ser el pediatra de atención primaria quien asume el papel de todo el equipo.
Como el tratamiento no es fácil, lo mejor siempre es prevenir, intentando evitar los factores desencadenantes de este comportamiento desde el principio de la alimentación del niño, incluyendo la etapa anterior a los 6 meses: ya desde el primer biberón es importante respetar al niño que se deja parte de lo que se supone que “tiene que tomar”.
1-.TRATAMIENTO DIETETICO:
La corrección de la dieta debe realizarse en varios campos.
-concentrar los nutrientes:
Es esencial recomendar que el niño que come cantidades muy pequeñas de alimentos, que no son suficientes para mantener su ritmo de crecimiento o su estado nutricional reciba en esa pequeña cantidad mucha concentración de calorías y de nutrientes.
Por ejemplo: en los primeros años de vida son muy importantes las calorías procedentes de las grasas (incluyendo grasas vegetales de calidad-aceite de oliva, y grasas de origen animal, como las procedentes de lácteos enteros) y también es muy importante que reciba una cantidad adecuada de hierro y zinc, que se obtienen de la carne y el pescado. Sabiendo esto, y si a la hora de preparar la comida tenemos en cuenta que cantidad comerá el niño (la que come habitualmente) debemos aportar estos nutrientes en esa cantidad de comida.
Me explico: si sabemos que habitualmente el niños se come 100 o 150 cc de puré de verdura con carne, pero le preparamos 250 de los cuales el niño deja 100, no solo está comiendo menos cantidad, sino que además está perdiendo parte de los nutrientes esenciales. En cambio, si respetamos la cantidad que suele tomar, y preparamos el puré con 100 cc de verdura (media taza) triturada con poco agua y añadimos en estos 100 cc 30 gramos de carne o pescado (cantidad recomendada por comida para niños menores de 2 años) y una cucharada sopera de aceite de oliva, obtendremos 140 cc de puré pero que contienen todos los nutrientes que el niño necesita, además de una concentración mas elevada de calorías.
Otro ejemplo: si un niño habitualmente se come de postre un yogur, y le damos un yogur natural normal, tomará unas 60 calorías o menos. Si le damos el mismo yogur natural, pero en versión yogur griego, crema de yogur, o algunos bio, tiene mas de 100 calorías un solo yogur, ya que están enriquecidos con nata. Por tanto además estaremos dando un aporte superior de calcio.
La papilla de frutas, se puede enriquecer en calorías y calcio, además de aportar hierro, si le añadimos leche o yogur o nata y cereales fortificados. Si estos añadidos los hacemos a un tanque de 200 cc de papilla, y el niño solo se toma 100, se habrá perdido la mitad. Preparemos pues 100 y añadamos a esto lo demás.
Estas medidas de concentración de calorías y nutrientes deben reservarse para niños en los que se demuestra que realmente comen menos de lo que necesitan. Si realizamos esta concentración en los alimentos de un niño que en realidad come lo que necesita (no ha frenado su crecimiento ni se le ha detectado ninguna carencia especifica) lo que ocurre es que el niño compensará el aumento de la concentración comiendo menos cantidad de alimento. Ya que calculará, con la nueva concentración, la cantidad que le es suficiente.
-variar las comidas:
Es relativamente frecuente encontrar que las madres preparan siempre el mismo puré de verduras y la misma papilla de frutas. Y si esta combinación no le gusta al niño, se devana uno los sesos buscando la explicación.
Es mucho mas recomendable desde el principio que la dieta sea variada. Eso no es posible hacerlo si cocemos todo junto patata, zanahoria, judías, puerro, y carne, y lo trituramos así. Y le ofrecemos esto mismo dia tras dia. Y lo mismo vale para la papilla de frutas versión: media pera, media manzana, un plátano, el zumo de una naranja. Para evitar la monotonía es más adecuado que el puré sea de no más de dos o tres verduras de cada vez, e ir combinándolas. A cada niño le gustará mas una versión que otra y es sabor será diferente: por ejemplo, patata con puerro y pollo un dia, zanahoria con calabacín y conejo otro dia, patata con judías y ternera, puerro con zanahoria y pavo. Así introducimos sabores y texturas diferentes, y nos permite averiguar desde el principio cuales son los gustos del niño. A su vez estos purés están más sabrosos si en lugar de cocer la carne la hacemos a parte a la plancha, o si añadimos al puré un poco de sofrito de cebolla y ajo. Y para la fruta: un dia la pera otro dia la manzana….esto hace cantidades mas realistas y permite al niño apreciar diferentes sabores.
-respetar los gustos del niño
Normalmente incluso los niños malos comedores tienen uno o dos alimentos de su preferencia que comen bien. Debemos aprender a utilizar estos alimentos como base para preparar platos más variados y poco a poco ampliar la dieta del niño. Esto exige dedicarle tiempo a cocinar y tener asesoramiento dietetico.
Es recomendable presentar las comidas de un modo que entre por los ojos. Un niño mal comedor es posible que ante un plato lleno de comida sienta rechazo, pero tal vez este sea menor ante un plato con una cantidad pequeña (incluso menor de la que esperamos que se coma) o presentado en forma de un dibujo o con colores. Incluso en un puré de verduras se puede dibujar una cara poniendo dos poquitos de tomate para los ojos, y una ralla de tomate haciendo de boca. También se puede preparar (con paciencia) puré de verdura de tres colores (por ejemplo, patata con judía, patata con pimiento rojo y patata con calabacín) y servir un poco de cada uno en el plato evitando que se mezclen. Servir un puré con “patitos” en vez de un puré con “tropezones”. Dejar que sea el mismo niño el que ponga el trocito de carne o pescado sobre la cuchara con puré.
Permitir que el niño se auto alimente, al menos en parte desde el principio: esto exige no apurarle cuando trata de usar una cuchara, y no molestarnos si cae el 70% fuera del plato. Tan solo permitir que meta las manos en su puré y las chupe, ya está logrando que coma algo. Y eso también debe ser contabilizado como comida, aunque no vaya en la cuchara y parte haya caído fuera de la boca.
2-. ESTABLECER UNAS NORMAS DE CONDUCTA ALIMENTARIA:
El ambiente en que se da la comida a un niño debe ser desde el principio relajado y sin prisas ni presiones. Para los niños más pequeños, la comida es un juego más, y una nueva forma de relacionarse con su entorno familiar (padres, hermanos). Si el niño capta tensión alrededor de la comida, tendrá en su cabeza una asociación negativa entre la hora de comer y hora desagradable, contra la que será muy difícil luchar. Es muy importante que el niño comparta en la medida de lo posible las horas de comida con el resto de la familia.
A veces, cuando la familia no es capaz de transmitir esta tranquilidad entorno a la comida, se da la circunstancia de que el niño come mejor en una guardería o comedor publico, donde no existen estas presiones, y si otros niños comiendo como el. Esto suele ser interpretado por las madres como un gesto de rechazo hacia su persona, y no hace más que empeorar la situación en casa a la hora de comer.
3-. TRATAMIENTO DE LOS DEFICITS NUTRICIONALES SECUNDARIOS:
En caso de que en los estudios realizados al niño se demuestre alguna carencia esta debe ser compensada. La carencia mas frecuente en nuestro medio es la carencia de hierro (ferropenia) que en ocasiones puede producir anemia y esta anemia a su vez aumentar la perdida de apetito del niño.
Si se demuestra por tanto, mediante análisis de sangre la deficiencia de hierro o alguna vitamina, está indicada la suplementación con preparados farmacológicos. No obstante, la administración indiscriminada de complejos poli vitamínicos, o administrar hierro a un niño en caso de no haberse constatado analíticamente su carencia NO TIENE NINGUN EFECTO POSITIVO ni sobre las cantidades que come el niño, ni sobre su estado nutricional, ni sobre su salud en general.
4-. TRATAMIENTO CON FARMACOS OREXIGENOS. (PARA ABRIR EL APETITO)
Incluso autores como Fogón, que en el pasado reciente defendían la administración de este tipo de medicamentos en casos puntuales, actualmente rechazan su utilización. No hay ningún trabajo que demuestre su eficacia en general. Tan solo disponemos de algunos que avalan a la ciproheptadina como tratamiento eficaz pero:
-por un mecanismo de acción desconocido.
-con una relación con la secreción de hormona de crecimiento controvertida: parece ser que puede DISMINUIR LA SECRECIÓN DE HORMONA DE CRECIMIENTO Y POR TANTO ENLENTECER EL CRECIMIENTO.
-posibilidad de efectos secundarios a medio plazo: alteraciones psicológicas, y disminución del crecimiento al suspender el tratamiento.
Recientemente ha aparecido otro medicamento (dihexacín) que actúa disminuyendo la absorción de glucosa en el cerebro (la glucosa es el único alimento de las células cerebrales, y en lo personal me parece de mucho riesgo disminuir su absorción precisamente en los años de mayor desarrollo cerebral). Además de no estar demostrada su eficacia, no está recomendada la administración a menores de 2 años, por no estar establecida una posología adecuada, y no existen estudios a largo plazo sobre sus posibles efectos negativos.
También se ha promovido la administración de carnitina, sin que exista ningún estudio que avale su eficacia ni en aumentar el apetito ni el peso.
-5-. TRATAMIENTO EDUCATIVO (PARA PADRES):
Debe ir destinado a reconducir la conducta de los padres respecto a la comida. Esquemáticamente debe incluir:
-explicarles a los padres que lo pasa al niño para que pueda entender su conducta en las comidas.
-darles una serie de normas sobre como comportarse con el niño
-enseñarles la forma de crear a la hora de comer un ambiente acogedor para que el niño aprenda que el acto de comer y el tiempo dedicado a ello puede ser agradable e incluso divertido.
-explicar a los padres que:
El PESO NORMAL ESTÁ ENTRE EL PERCENTIL 3 Y EL 97 (incluso por debajo en algunos casos de variantes de la normalidad como he expuesto al principio, de baja talla familiar o retraso en el crecimiento) y que peso normal no equivale a peso situado en el percentil 50.
También se les debe enseñar que el peso es una medida antropométrica que considerada aisladamente carece de valor, y siempre se debe considerar en relación a la talla.
Y también es necesario que sepan que LA VELOCIDAD DE CRECIMIENTO en los primeros 24 meses varía sustancialmente, DISMINUYENDO MUCHO A PARTIR DEL 6º MES. Y que es normal que haya periodos de más y menos apetito, en relación con la enfermedad, pero también en relación con que LA GANANCIA DE PESO NO ES LINEAL, sino en escalones, y por tanto también las necesidades nutritivas van en escalones.
Deben saber que cuando un lactante empieza a comer alimentación complementaria o a comer solo, ES NORMAL QUE JUEGUE CON LA COMIDA. Forma parte del aprendizaje y no es sinónimo de anorexia o de falta de apetito.
Y finalmente es necesario que todos los padres sepan que NO TODOS LOS NIÑOS SANOS TIENEN EL MISMO APETITO O NECESIDADES.
Finalmente recomendar a todos los que estéis en esta situación la lectura y puesta en práctica (una vez descartada enfermedad de base y carencias nutricionales) del libro MI NIÑO NO ME COME. Del pediatra CARLOS GONZALEZ. No encontrareis en el un método para que el niño coma más. Sino un sistema para reeducar la conducta de toda la familia respecto a la comida, de modo que los padres eviten la ansiedad, los niños el rechazo producido por la ansiedad de los padres, y en definitiva un sistema para que EL NIÑO COMA LO QUE NECESITA, Y LOS PADRES RESPETEN ESTAS NECESIDADES.
BIBLIOGRAFIA:
-El niño pequeño poco comedor. Aspectos prácticos. Revista Pediatría en atención Primaria. Vol. VIII, Suplemento 1, 2006
-Desarrollo de la conducta alimentaria y sus alteraciones. Revista chilena de pediatría.
-Evaluación del estado nutricional. Protocolos de al AEPED.
-Alimentación en el lactante sano. Protocolos de la AEPED.
-Familia y salud. Alimentación. AEP ap (asociación española de pediatría en atención primaria)
http://www.dinarte.es/pap/sup1_2006/pdf ... omedor.pdf
OS RECOMIENDO ESPECIALMENTE LA LECTURA DE ESTE ENLACE A TOD@S LOS QUE ESTEIS CON ESTE PROBLEMA.
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3-. LAS RACIONES RECOMENDADAS PRO LA AEPAP PARA NIÑOS DE DISTINTAS EDADES:
Antes de los 4 meses
Solo leche
De 4 a 6 meses
Inicia las papillas
Tres o cuatro tomas de leche que pueden llevar cereales sin gluten y una de papilla.
De 6 a 9 meses
2 tomas lácteas y 2 diversificadas (papillas de fruta y de verdura).
De 9 a 12 meses
Tomas abundantes. 500 ml de lácteos.
Papilla de verdura y de fruta, la papilla de verdura puede llevar incorporada carne o pescado triturados, más adelante verdura cocida tomada en trocitos (el tamaño del "trozo" dependerá de la madurez del niño y del número de dientes que tenga, la consistencia y el tamaño de los "trozos" siempre se aumentará paulatinamente para prevenir atragantamientos).
De 1 a 2 años
De los 12 a los 24 meses se pueden encontrar muchas variaciones.
Un niño de 14 meses puede comer alimentos blandos enteros, pero probablemente se canse pronto. Hasta que veamos que no se cansa parte de la comida puede ser en papilla. En este periodo ira sustituyendo el biberón por el vaso y adquiriendo destreza con el tenedor y la cuchara. Para aprender tiene que mancharse. Déjelo mancharse y dele tiempo.
Aprenden a usar sus dientes, probablemente tarde en masticar un filete, pero se comerá muy bien una albóndiga que usted le prepare con esa misma carne
Desayuno:
Elija uno "liquido" y uno sólido:
Leche medio vaso, zumo medio vaso
Una rebanada de pan blanco o integral
3-5 cucharadas de cereales en copos
Almuerzo y cena
Se eligen 2 de los propuestos
Leche medio vaso
Carne o pescado una pieza (filete o equivalente)
Queso , 1 huevo (dos o tres en la semana)
Lentejas, garbanzos o judías un cuarto de taza
Verduras un cuarto de taza
Pan una rebanada.
Pasta o arroz un cuarto de taza.
Merienda
Leche medio vaso
Zumo, fruta medio vaso
Pan media rebanada
Cereales 3-4 cucharadas o galletas.
Medio litro de leche al día
A partir del año
No se quede corto, aportara poco calcio
No se pase, perderá otros nutrientes.
Si no come, no pasa nada, pero no le dé un vaso de leche "para que no se quede sin comer"
Niños de 2 a 6 años
Desayuno:
Elija un "liquido" y un "sólido":
Leche medio vaso, zumo medio vaso
Una rebanada de pan blanco o integral
3-5 cucharadas de cereales en copos o galletas
Si no quiere tomárselo todo en casa, puede llevarse una parte al "cole" y tomárselo mas tarde. Comer con los amigos les suele gustar mucho
Almuerzo y cena
Se eligen 2 de los propuestos para cada una de las comidas.
Leche medio vaso
Carne o pescado una pieza (filete o equivalente)
Queso , 1 huevo (dos o tres en la semana)
Lentejas, garbanzos o judías un cuarto de taza
Verduras un cuarto de taza
Pan una rebanada.
Pasta o arroz un cuarto de taza.
Merienda
Leche medio vaso
Zumo, fruta medio vaso
Pan media rebanada
Cereales 3-4 cucharadas.
De 6 a 12 años
Desayuno:
Leche un vaso, zumo tres cuartos de vaso
Una pieza de pan blanco o integral
9-10 cucharadas de cereales en copos o galletas
Almuerzo y cena:
Se eligen 2 de los propuestos
Leche un vaso
Carne o pescado dos piezas (filete pequeño o equivalente)
Queso , 1 huevo (dos o tres en la semana)
Lentejas, garbanzos o judías una taza
Verduras una taza
Pan una pieza.
Pasta o arroz una taza.
Merienda:
Leche un vaso
Zumo, fruta tres cuartos de vaso
Pan dos rebanada
Cereales 9-10 cucharadas, galletas
De 13 años en adelante
Desayuno
Leche un vaso, zumo un vaso
Una pieza de pan blanco o integral
10-12 cucharadas de cereales en copos o galletas
Almuerzo y cena
Se eligen 2 de los propuestos
Leche un vaso
Carne o pescado dos piezas (filete grande o equivalente)
Queso , 1 huevo (dos o tres en la semana)
Lentejas, garbanzos o judías dos tazas
Verduras dos tazas
Pan una pieza
Pasta o arroz dos tazas
Merienda
Leche un vaso
Zumo un vaso
Una o dos piezas.
Pan media rebanada
Cereales 10-12 cucharadas
De las raciones de verdura una debe ser en crudo, pero se puede sustituir por una ración de fruta cruda. Es frecuente que un niño no acepte tomar un tomate crudo aunque sea aliñado, pero si aceptara una pera.
4-. LA BATALLA DE LAS COMIDAS (MARLAUZ)
La batalla de las comidas
"Cada niño come y comerá lo justo y necesario para satisfacer sus propias necesidades".
www.pediatraldia.cl
Ponemos nuestra mejor voluntad para proporcionarle la alimentación que precisa, pero su respuesta no siempre es positiva y a veces llegamos a situaciones en las que es difícil mantener la calma. Te ofrecemos una serie de claves para que no haya vencedores ni vencidos.
TRUCOS PARA QUE NO PIERDAS LOS NERVIOS Y TENGAS LA FIESTA EN PAZ
En cuanto llega la hora de comer, la familia entera se embarca a menudo en una desdichada batalla que se repite día tras día. Algunas madres se quejan de que su hijo es caprichoso o no come nada, se pasan una hora dándole de comer y aseguran que lo han intentado todo: contarle cuentos, entretenerle con la TV o con muñecos, incluso han recurrido a premios y castigos, pero el problema continúa.
Otras, en cambio, aseguran que su hijo se pasa todo el día comiendo, picando entre horas y tomando dulces, y no saben cómo evitarlo porque, aunque le riñan o se lo prohíban, no hace caso de nada.
Coman o no coman, el conflicto parece inevitable y permanente. Pero ¿a qué se debe?, ¿puede evitarse? Y, si es así, ¿cómo hacerlo desaparecer...?
Llega la crisis
Alimentarse es una necesidad biológica. El niño ya nace con el instinto de succión adaptado a su primera forma de alimentación. Pero en el plano psicológico, el momento de la toma es el primer vínculo que se establece con la madre que le da el pecho o el biberón, y está sujeto a fluctuaciones que pueden dar lugar a momentos de crisis que pueden convertirse con facilidad en una fuente de angustia. Por ejemplo, es difícil no tomar como una cosa personal el rechazo del bebé a la leche que se le ofrece. Éste puede ser el primer desconcierto.
Llamar la atención
Además, el niño descubre enseguida que si rechaza la comida o se vuelve testarudo, consigue llamar la atención de sus padres y recibe más cuidados. Con lo cual, si esta situación se repite, se irá volviendo caprichoso y exigente. Es como si te dijera: “Comeré, pero lo haré despacio y así estarás más conmigo” o “soy más terco que tú y no me obligarás a comer, al menos que me prepares lo que yo quiero o me conectes la TV”.
Piensa que tú no debes ceder siempre para satisfacer sus caprichos ni tampoco andar peleándote en cada comida. Es un gasto de energía inútil, así que procura no entrar en su juego. Todos los cambios pueden repercutir en el terreno de las comidas. A veces se produce una crisis después del destete, no sólo por lo que ese momento supone psicológicamente para el pequeño, sino también porque a veces a nosotras mismas nos es difícil dar el paso y hay cosas que no tenemos en cuenta:
* Sigue siendo un bebé y queremos que coma más deprisa de lo que puede.
* Puede que introduzcamos demasiado rápido alimentos distintos a los que ya está acostumbrado.
* El niño necesita un ambiente sosegado, sin demasiado ruido ni agitación en su entorno.
Otras situaciones también suponen un cambio importante en la vida del niño y, por lo tanto, pueden alterar o afectar a su alimentación. Por ejemplo, la entrada en EL JARDÍN INFANTIL, la llegada de un hermanito, la ausencia del padre o de la madre, las vacaciones o un cambio reciente de domicilio.
Estas crisis pasajeras no tienen demasiada importancia y los problemas suelen desaparecer en cuanto el niño se habitúa a los cambios. Pero, casi con toda probabilidad, persistirán si la madre o las personas que atienden al niño se angustian ante la falta de apetito circunstancial y toman una actitud suplicante o autoritaria.
Cuando vamos a un restaurante no es habitual que todos los comensales decidan pedir el mismo menú. Al igual que los adultos, los niños tienen sus preferencias. Unos comerán todo lo que les den, y otros serán más sibaritas. Lo importante es que sigan una dieta equilibrada. Hay que respetar sus gustos y no obsesionarse con las cantidades, teniendo siempre en cuenta que no se puede obligar a un niño a comer lo que no quiere. Lo único que conseguirás en este caso es que eternicen sus comidas, que escupa o que vomite creándose un estado generalizado de nervios y de crispación. Sabemos que a veces es difícil, pero conviene que adoptes siempre una actitud de calma y tranquilidad.
“YO SOLO, MAMÁ”
Tu hijo no sólo quiere comer, sino que desea hacerse independiente. Cambia su apetito y sus gustos y quiere hacer las cosas por sí mismo. Así que no interfieras demasiado. Déjale ensuciarse y toquetear, poco a poco irá aprendiendo a utilizar los cubiertos.
¿Y SI TIRA LA COMIDA...?
Sentados en sus sillas, como si fueran pequeños reyes, algunos niños se dedican a manosear la comida y a lanzarla fuera del plato. Puede ser que no les guste o no tengan hambre, pero no es una provocación. Es sólo una forma de investigar, jugar y conocer las cosas.
Lo que no hay que hacer·
No le fuerces a comer. No hay ningún alimento indispensable que no puedas sustituir por otro.
· No le presentes el mismo plato que rechazó el día anterior. Espera unos días para que vaya olvidando lo que es un mal recuerdo para él.
· No le ofrezcas demasiadas comidas nuevas a la vez. Dale tiempo para que pueda acostumbrarse a los nuevos sabores.
· No aparentes prisa cuando le das de comer, ni intentes que coma más rápido de lo que puede. Cada persona tiene un ritmo propio que hay que respetar.
· No lo amenaces ni lo castigues a causa de la comida.
· No le digas que es bueno si come y malo si no come, o que papá y mamá estarán contentos si lo hace. Eso le da la posibilidad de fastidiar o coaccionarlos cuando le interese y la utilizará.
· No compares lo que come tu hijo con lo que comen otros. La cantidad que cada uno necesita depende de muchos factores.
· No insistas en que se acabe las dos últimas cucharadas cuando ves que ya no puede más.
· No le pongas la comida en la boca inadvertidamente cuando la tenga abierta, si él ya te ha dado muestras de que no está dispuesto a comer.
· No insistas si sabes que tiene más sueño que hambre. Sólo conseguirás que tome un berrinche y acaben él y tú llenos de papilla.
Estrategias para el éxito·
Reduce la cantidad de comida en los platos. Pon cantidades ajustadas a sus necesidades.
· Intenta que la comida sea algo divertido y relajado en lugar de una batalla con vencedores y vencidos.
· Permítele comer solo en cuanto te lo pida, aunque se manche y lo ensucie todo. Recuerda que a veces también te pedirá que le ayudes, ya que sus posibilidades están limitadas al principio porque no sabe coger ni utilizar bien los cubiertos.
· Para ayudarle a comer dale instrumentos cómodos: una cuchara de mango corto, ancho y recto; una taza con dos asas o una larga y ancha, una mesa a su altura, y una silla cómoda.
· Acepta que juegue un poco con la comida.
· Ten en cuenta que las buenas formas en la mesa se van aprendiendo poco a poco. Nadie nace enseñado.
· Cuando le ofrezcas un nuevo alimento, déjale que exprese libremente si es de su agrado. Si no le gusta, mézclalo con otros que den mejor sabor.
· Varía el aspecto de las comidas. La monotonía es muy aburrida. A nadie le gusta comer siempre lo mismo o con la misma presentación.
· No te sientas obligada a cocinar lo que le gusta si rechaza lo que le has preparado.
· Si devuelve o vomita para que le des otra cosa, no dejes que te coaccione y trata de no parecer molesta.
http://www.aepap.org/familia/alimentacion.htm#raciones
PRESTAD ATENCIÓN A LAS RACIONES RECOMENDADAS: DE UNO A DOS AÑOS, LA RACIÓN DE VERDURAS ES DE UN CUARTO DE TAZA. TAMBIEN DE LEGUMBRES. Y LA DE CARNE SON UNOS 30 GRMOS