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- Mar, 12 Feb 2013, 12:11 #416814 En esas estamos, en qué se necesita para ser feliz, para saber ser feliz.
Hablando con mi chico me preguntó si lo era... Y le dije que SÍ, que teníamos dos hijas estupendas, felices, sanas; que entre nosotros nos llevábamos bien, nos seguimos queriendo a pesar de los días que llegamos cansados, estresados y sin tiempo para darnos un beso; que teníamos una familia cercana que nos arropaba y nos ayudaba en lo que podían y les dejábamos; y que trabajo, mejor o peor, nos gustara más o menos, nos permitía vivir con holgura.
Me contestó: pues no esperes mucho más.
Y sí, creo que es así, la felicidad es saber serlo con lo que tenemos, levantarnos y que alguien nos ayude a hacerlo cuando caemos en un bache, y sonreir, mucho, mucho, mucho.

- Mar, 12 Feb 2013, 14:45 #416821 AMEN.

La felicidad está en el día a día.
La felicidad está en las cosas simples y pequeñas.
La felicidad a veces pasa junto a nosotros y nos pega un tironcillo en la ropa para que la veamos porque estamos empeñados en buscarla por otros lados, muchas veces lejanos.
La felicidad está en un rayo de sol, en un suspiro, en una sonrisa, en un beso, en un sueño. En un chocolate caliente, en un helado, en un día de playa, en un juego, en un chiste o una broma compartida, en un guiño de ojo y una sorpresa.

La felicidad está dentro de nosotros. De cada uno de nosotros.

Miss Maléfica dixit.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!

- Mié, 13 Feb 2013, 08:20 #416837 Que razón tienes Abril y que palabras más bonitas Mon....a veces nos pasamos el día soñando con grandes cosas sin darnos cuenta que las pequeñas son las que nos hacen realmente felices.

- Mar, 09 Abr 2013, 09:01 #419097 Al hilo de este post. Mi hija mayor me ha pedido una flor por su cumpleaños, una simple margarita... ¿será que son felices con muchas menos cosas de las que les damos, pensamos, compramos?

- Mar, 09 Abr 2013, 10:53 #419101 Totalmente de acuerdo, a veces nos empeñamos en grandes cosas (con los peques también), cuando lo verdaderamente bueno está dentro de un beso no pedido, de un regalo con forma de abrazo, y de no dejarse vencer por este ritmo loco. Desde que soy mamá, me he dado cuenta de la cantidad de cosas que nos autoimponíamos y que no hacían otra cosa que encorsetarnos, no dejarnos respirar, y que a veces no son tan importantes.
Otra cosa de la que me doy cuenta es que se nos olvida apreciar lo felices que somos, no es que no lo seamos, sino que no lo valoramos lo suficiente.