- Dom, 24 Nov 2013, 11:31
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Me uno, aunque sea tarde, porque llevamos unos días de agárrate y no te menees con el tema de las medicinas.
En general, voy en la misma línea que las demás, considero que el tema de los medicamentos no es negociable, se deben tomar sí o sí, y si no hay otro modo de hacerlo que dárselos a la fuerza, pues tendrá que ser así
.
Con 1 añito la verdad es que es muy difícil hacerles entender que es necesario tomarse la medicina, con 3 lo van entendiendo mejor; con el polluelo me funcionaba "sobornarle" con algo que le gustara, un trocito de chocolate o similar, primero se tomaba el medicamento y después le dábamos la chuche para quitarle el mal sabor.
Con la polluela es otro cantar. Nos ha costado horrores y toneladas de sudor y lágrimas por ambas partes. Ni por las buenas, ni por las malas, si conseguíamos que tragara algo al rato lo escupía o lo vomitaba.
Finalmente, su padre se desesperó y le dijo, medio enfadado medio llorando, que era por su bien y tenía que tomarse la medicina, que si la escupía se la volveríamos a dar las veces que hiciera falta, pero si se la tragaba se acababa ya el tema y la dejaríamos tranquila. Funcionó, desde entonces se la toma (casi) sin protestar.
Lo de mezclar las medicinas con bebidas o comidas no suele ser muy recomendable, porque si no se lo toman todo no se sabe qué cantidad han tomado, y si toman menos cantidad de la necesaria, el medicamento deja de ser efectivo.
Dicho esto, con la polluela lo hice, porque ya que nada daba resultado, pues por probar. He descubierto que la manera más eficaz de hacerlo es echar poca cantidad, por ejemplo si tiene que tomar 5 ml de un medicamento "x", lo mejor es dividirlo en 2, 2 y 1, así sabemos con más exactitud la cantidad que se deja por si hay que ponerle más. También hay que mezclarlo con cantidades mínimas (un trago de actimel y 2 ml de medicina por ejemplo), porque si lo mezclamos con un actimel entero, notarán la diferencia de sabor y dirán que nanay, un trago es lo bastante para probarlo y decir que no.
Otra cosa, los medicamentos pueden cambiar mucho de sabor según las marcas, por ejemplo la amoxicilina es un genérico, la hacen varias marcas comerciales, una le pone sabor a naranja, otra a piña etc., a veces puede ser cuestión de dar con un sabor que no le disguste del todo. Lo mismo para el ibuprofeno y el paracetamol, suele haber más opciones que el dalsy y el apiretar respectivamente.
En cuanto al paracetamol, existe una variante en supositorios, tengo entendido que no son igual de efectivos pero es mejor que nada. Si es el caso, podéis consultarlo con el pediatra y ver si os lo recomienda.
Besos.
♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más... Mi blog: El mundo de Kim