soy la mamá de Manuel, que a finales de enero cumplirá 22 meses. ..¡¡Casi dos añitos ya!!!Me parece mentira. Se me ha pasado el tiempo volando, aunque están siendo los meses más duros de toda mi vida.
Os leo y siempre encuentro buenos consejos aquí, por eso me gustaría comentaros mi preocupación.
He leído mucho sobre las rabietas y los "terribles dos". Sé que es un proceso natural y normal dentro del desarrollo de un niño a estas edades. Manuel ha empezado con ello, negándose casi sistemáticamente a todo lo que se le propone y "desafiando" los límites que le ponemos sus padres. Los días se hacen muy duros y, muchas veces, la paciencia se agota, pero sabemos que es así y que tenemos que acompañar a Manuel y llevarlo de la mejor manera posible. Sin embargo, aparte de esto, hemos notado en nuestro hijo ciertos comportamientos que me preocupan.
Manuel siempre ha sido un niño muy movido. No ha parado quieto un momento desde el principio. Nunca ha sido el típico bebé que se queda tranquilito en su carrito mientras se le pasea, o en el coche mientras estamos viajando, o en el sofá en brazos o en un banquito en el parque sentado sobre el regazo de mamá, o en la alfombra de casa jugando con un muñequito. Siempre ha demandado mucha atención por parte de su padre y, sobre todo, de la mía. Necesita que continuamente se le estimule y se le entretenga.
Desde pequeño le hemos contado muchos cuentos y le hemos cantado muchas canciones y esto siempre le ha entretenido. Le gustaba trajinar con los libros y nos pedía que le cantásemos canciones. Participábamos en cuentacuentos y aguantaba bastante bien. Ha sido siempre un torbellino, pero era capaz de centrarse en cosas y, por ejemplo, aunque pareciera que no estaba prestando atención en alguna actividad que estuviésemos realizando con más niños ( a veces lo hemos llevado a talleres de diversos temas), participaba y se enteraba, aunque no paraba de ir y venir, coger cosas, moverse de un lado para otro… Pero últimamente me da la impresión de que se ha cansado de todo. Parece como si no le entretuviese nada, se cansa rápidamente, cambia de actividad a menudo y suele tirar ( o más bien lanzar) las cosas bruscamente. Ayer estuvimos en la biblioteca municipal y no paró un momento con un libro: cogía uno, lo tiraba, cogía otro; se metía detrás de una estantería, se escondía tras los estores, se tumbaba sobre los cojines del rincón de la alfombra… Es verdad que había muchos niños ayer por la tarde (como hacía mucho frío muchos padres habían decidido pasar un rato en la bebeteca) y el ambiente no era nada relajado, pero me preocupa que no se centre un ratito y se comporte así.
¿Es normal el comportamiento de mi hijo? Me encantaría que me ayudaseis con vuestras experiencias y consejos ¡¡¡Gracias por todo!!!