Aquí le presentamos un esquema adecuado para cada ocasión:
Todo aquel que sea más prudente que uno, es fóbico.
Todo aquel que sea más maniático que uno, es obsesivo.
Todo aquel que sea más desconfiado que uno, es paranoico.
Todo aquel que sea más alegre que uno, es maníaco.
Todo aquel que sea más agradable que uno, es histérico.
Todo aquel que sea más sensible que uno, es neurótico.
Todo aquel que sea más gamberro que uno, es psicópata.
Todo aquel que sea más triste que uno, es depresivo.
Todo aquel que sea más espontáneo que uno, es perverso.
Todo aquel que sea menos convencional que uno, es psicótico.
Todo aquel que sea más valiente que uno, es suicida.