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Si al ver a su hermanito mamando se quiere renganchar, yo dejaría que lo haga libremente, es la mejor forma para que no se sienta desplazada, cuando les sucede eso, que se renganchen, ellos mismos lo dejan de nuevo, antes de que te des cuenta. Además esto son rachas muy pasajeras, no creeas que va a estar mamando hasta que su hermano lo deje también.
Y dicen que los niños suelen destetarse solos a los 2 o 3 años, pero tampoco te agarres a eso como un clavo ardiendo porque va por niños y no por estadísticas.
Ánimo, verás que todo va a salir de fábula.
Hay niños que llegan a incluso a los 4 o 5 años pero es difícil saber cuándo se destetará tu hija de forma espontánea.
Por lo demás, como te han dicho, es algo muy personal. Yo si no te molesta por el dolor de pezones o te resulta cansado por lo que sea, no la destetaría. Muchos niños asumen mejor la llegada de otros bebés si todavía maman. Pero claro, eso debes valorarlo tú, pues nadie conoce a tu hija y vuestras circunstancias mejor que tú.
Te recomiendo que leas el artículo sobre destete que hay en esta misma página:
http://www.dormirsinllorar.com/foro/viewtopic.php?t=6079&sid=b072301d985662e0826c5844bf198d12
y este otro:
El Destete
EL DESTETE: UN PACTO ENTRE DOS
Introducción.
En el medio escrito e Internet, circulan muchas definiciones sobre el destete, pero lo que casi todas ellas tienen en común es que sugieren que el destete es un abandono total y radical de la LM , de forma brusca, y sin tener en cuenta los multifactores de un acto tan humano y natural como es el hecho de alimentar a un hijo con la propia leche materna. El destete, más que un evento, debería tomarse como un proceso, que puede llevar desde días a incluso meses. Afortunadamente, estas definiciones se están replanteando, y se han añadido algunas más acorde con las recomendaciones que dan hoy día los organismos oficiales de la salud, tales como la OMS , la AEPED y la AAP. Tanto la OMS , como UNICEF y la AEPED recomiendan una lactancia exclusiva hasta los 6 meses, y que el destete se produzca cuando la madre y el bebé así lo deseen, nunca antes de los dos años del niño y en todos los países del mundo, y no solo en los países subdesarrollados. Muchas veces la lactancia más allá del año del bebé es vista erróneamente como la instauración de un vínculo patológico entre la madre y el bebé. En inglés, la palabra que se utiliza para referirse al destete es “weaning”, que significa “acostumbrar a algo diferente” y no indica el cese total de la LM , sino la incorporación de otros alimentos. Esta palabra puede indicar un largo período, desde la primera papilla hasta la última tetada. Según la AEPED el patrón de duración de lactancia en los humanos hasta hace menos de 100 años y todavía hoy en sociedades no CONTAMINADAS por la civilización predominante, ha sido de 3 a 4 años con variaciones entre el año y los 7 o más años.
Aunque el destete definitivo ha de ser una elección personal, por desgracia en las últimas décadas, las mujeres, casi sin darse cuenta, han ido delegando en los médicos la responsabilidad de decidir por ellas el momento del cese de la lactancia. Y estas personas, han hecho sus recomendaciones basándose más en sus opiniones personales (influidas muchas veces por mitos populares) que en razones científicas . La duración de la lactancia a veces está fuertemente influenciada por parámetros culturales, aconsejando un destete cuando realmente no es necesario, por ejemplo: la aparición de dientes, el nacimiento de un hermano, la incorporación de la madre al trabajo, mastitis en la madre, el seguimiento de un tratamiento médico crónico, agudo o una prueba diagnóstica, el inicio del habla en el niño, el comienzo del colegio,………. El 80% de las madres se ven presionadas a destetar por la sociedad, no habiendo siempre consenso entre madre e hijo.
Otra cosa es la forma en la que recomiendan las buenas gentes sobre el proceder a la hora de destetar. Son muchos los que indican la sustitución total de las tomas, un cambio de hábitos de alimenticios e incluso, que se deje llorar al niño y no se atienda a sus peticiones. Parece una salvajada hacer “eso de dejarlo llorar”. Si se le ha dado hasta ahora lo mejor a un hijo, el dejarlo llorar es ir en contra de la manera de pensar. Dejarlo llorar y/o irse de viaje son soluciones crueles y desconsideradas.
Beneficios físicos de la lactancia materna.
Recordaremos nuevamente de paso los beneficios le la LM para el bb. Desde el punto de vista físico, estos bebés son menos propensos a contraer enfermedades respiratorias, gastrointestinales, y cuando enferman, los síntomas son más leves que en los niños alimentados con LA. Los niños alérgicos a la leche de vaca están mejor alimentados con LM, siendo mucho más beneficiosa que las leches preparadas. La LM retarda el avance de la enfermedad celíaca. La lactancia prolongada reduce el riesgo de padecer en la edad adulta cáncer gástrico, gastritis o úlceras pépticas; fortaleza el sistema inmunológico de los bebés y previene la muerte súbita del lactante; en un futuro, estos bebés estarán más protegidos frente a la obesidad, la osteoporosis y disminuye la probabilidad de disminuir la diabetes insulinodependiente.
Para la madre, la lactancia materna prolongada está relacionada con la probabilidad menor de padecer cáncer de mama (Michels 2001), de útero y ovarios, un (4,3% por cada 12 meses de LM + 7% por cada hijo nacido y amamantado) y tiende a espaciar más los embarazos (para saber más sobre utilizar la LM como método anticonceptivo, buscar información método MELA). Una lactancia de más de 6 meses hace que se genere una protección ante el futuro padecimiento de osteoporosis.
Beneficios psicológicos de la Lactancia Materna
Desde el punto de vista psicológico, la madre se siente más vinculada al hijo, tiene una forma rápida y cómoda de consuelo del bebé. Una LM prolongada disminuye el absentismo laboral, es barata y agradable.
En los bebés, diversos estudios han demostrado que las necesidades que se han satisfecho a su debido tiempo, cuando el niño las necesita, hacen que sean más seguros, independientes y emocionalmente más estables en el futuro. Las lactancias prolongadas están relacionadas con niveles de ansiedad menores en adultos, y ayudan a las transiciones emocionales. Otros estudios dan resultados de mayor desarrollo cognitivo, de inteligencia y de desarrollo del lenguaje.
Huelga de lactancia .
Hay dos tipos de destete , por así decirlo: el destete natural (es el niño el que decide que deja de mamar) y el destete inducido , a iniciativa de la madre. A veces, hay determinadas situaciones que pueden llevar a error y hacer creer a una madre sin demasiada información que el momento del destete ha llegado. Hay determinados momentos en el desarrollo de un bebé, en los que éstos demuestran mucho menos interés por el pecho, hacen menos tomas que antes, de muy corta duración, se distraen con facilidad, se niegan a tomar el pecho en algunas situaciones, llegando incluso a llorar. A veces, rondan los 9-10 meses; otras, son los 12-14 meses. Estas situaciones son transitorias y si se ofrece el pecho normalmente y no nos dejamos llevar por la ansiedad, el niño vuelve a mamar sin problemas. A veces ocurre que el niño se niega a mamar de forma brusca. A esto se le ha llamado “huelga de lactancia”. No debe ser confundido con un destete, sus causas son muy variables, y tendrá que ser la madre la que investigue que puede ser lo que ocasiona la falta de tomas (enfado, mal estar físico, cambio importante dentro de la unidad familiar…).
En caso de huelga de lactancia hay algunas pautas a seguir para animar al bebé a que siga mamando. Lo primero es intentar encontrar la causa que lo ha ocasionado (otitis, candidiasis, tortícolis, dentición,…..etc.). Lo más importante es la paciencia, tener tranquilidad y la perseverancia de la madre.
Algunas sugerencias serían: darle el pecho cuando veamos al bebé más tranquilo, probar diferentes posturas, buscando mayor comodidad, dar el pecho en una mecedora o caminando, aumentar el contracto con la piel, apagar la luz o dejar la habitación en penumbras, no esperar a que el niño esté demasiado hambriento, darle el pecho en la bañera, usar una mochila o bandolera, dormir juntos, poner gotas de leche materna para animarle, etc.
EL DESTETE
NO se recomienda ya el uso de medicamentos que cortan la leche, pues pueden tener efectos adversos importantes, como reacciones adversas tales como embolias, y convulsiones (bromocriptina).
El destete puede hacerse lentamente y de forma parcial. Cuando un bebé es grandecito, se puede hablar con él, llegando a razonar mucho más de lo que la gente cree (eso de que “los niños no se enteran” no siempre es cierto…). A veces, la madre se plantea un destete porque hay alguna situaciones donde no le apetece dar pecho: delante de la gente, a la hora de dormir, en la calle….. etc. Probar siempre un pacto es mucho menos traumático y mucho más beneficioso que inclinarse directamente por un destete definitivo. A esta práctica se la conoce como destete parcial. El más difícil de lograr es el destete en las tomas nocturnas, donde además del factor alimentación, está presente una fuerte carga emocional, que hace estos momento muy importantes para la relación madre-hijo. Antes de destetar, sería interesante que los padres leyeran algún libro orientativo, como puede ser el “ felices sueños ” de Elizabeth Pantley libro que da otras opciones a padres e hijos sobre el momento de ir a dormir, y donde encontraremos estrategias reales que poner en funcionamiento.
Como hemos dicho anteriormente, hay dos situaciones para el destete: el destete natural (es el niño el que decide que deja de mamar) y el destete inducido, a iniciativa de la madre.
Cuando el destete se hace por iniciativa del hijo , es éste el que va a marcar la marcha. Hay algunos niños que dejan el pecho de forma radical, sin mediar pacto y sin que coincida con ninguna cosa en particular. Otros, van dejando de tomar poco a poco, se saltan tomas y piden otras cosas en su lugar, generalmente afecto. A veces, esta disminución no se hace de forma uniforme, sino que hay días en las que se piden más y en unos días, vuelven a pedir nuevamente menos. A veces, este tipo de destete, puede causar tristeza y frustración en la madre, que no desea que este momento llegue aún. Es importante compartir estos momentos con otras madres que hayan pasado el trance, pues nos ayudará a superar el proceso (muchos asemejan estos momentos a una situación de pérdida real, llamado proceso de duelo, y que ha de superarse poco a poco). Algunas madres llegan incluso a sentirse culpable y buscan posibles causan que realmente no existen.
Un nuevo embarazo puede tener un papel en el destete del hijo anterior. Debido a los cambios de la leche durante el embarazo (menor volumen, distinto sabor) muchos niños se destetan solos en esta época. Otros prefieren seguir mamando, y continuar haciéndolo tras el nacimiento del nuevo hermano. A esta situación de dos niños de diferentes edades mamando a un tiempo se la ha llamado “lactancia en tándem”.
Cuando el destete es a iniciativa de la madre , la cosa cambia. . Si la madre quiere iniciar el destete es mejor sugerirle que intente planearlo y hacerlo paulatinamente . El pecho es mucho más que alimento y hay que hacer comprender a la madre que su hijo va a necesitar doble ración de atención, mimos y cariños. Por ello, no es recomendable iniciar un destete, sobre todo brusco, haciéndolo coincidir con momento de gran cambio en la vida del niño, tales como el inicio del colegio, enfermedad de la madre y cambio de la situación laboral de alguno de los progenitores. El destete planeado para el niño mayor de un año puede ser una experiencia positiva si la madre consigue encontrar alternativas aceptables para ambos: cambios de rutinas, que la madre se anticipe a las tomas con alternativas y distracciones.
Cuando el niño tiene más de un año la madre puede “negociar” con él o lograr que aplace alguna toma.
Una vez confirmado que la madre realmente quiere el destete y ha entendido lo que ello implica, describiremos brevemente las estrategias que se recomiendan para hacer un destete paulatino.
Estrategias:
1. No ofrecer, no rechazar. No garantiza el tiempo que pueda prolongarse el destete. Es el menos doloroso para el niño.
2. Distracción. Se trata de identificar los momentos, lugares y circunstancias en los que el niño suele pedir el pecho, y anticipar alternativas al amamantamiento, para que el niño dirija su atención hacia algo nuevo y atractivo en vez de hacia la pérdida de algo entrañable como mamar.
3. Sustitución. Se ofrece comida o bebida al niño para evitar que pida el pecho por hambre. No se trata de sobornarlo con golosinas para que deje el pecho. Sólo funcionará cuando el niño tenga hambre. Hay que tener en cuenta que los niños también maman por afecto hacia su madre, para sentir su cercanía, por consuelo si están cansados, frustrados o con miedo.
4. Aplazamiento. Con un niño que ya nos entiende se puede negociar el demorar una toma. El niño debe ser lo bastante maduro para aceptar la espera. Se le puede ofrecer algo que le mantenga contento mientras tanto.
El destete por abandono , es decir que la madre se separe del niño por unos días, no es recomendable, ya que el niño no solo se ve privado bruscamente de la leche de su madre, sino también de su presencia, que es vital para su salud afectiva y emocional.
El destete, al igual que la lactancia y cualquier punto importante en la crianza de un hijo, debería recordarse como algo que se hizo de forma agradable y dejando recuerdos gratos para ambos. Este cambio, tan importante para ambos, deberían afrontarlo juntos, no cada uno por su lado y llorando su pérdida.
Los sentimientos que tiene la madre acerca del destete son importantes, es necesario que se muestre cariñosa, atenta y animada con su hijo mientras dure el proceso. Si se sintiera culpable podría estar poco cariñosa con su hijo con lo que el pequeño es posible que se volviera ansioso y que exija el pecho con mayor frecuencia.
Uno de los beneficios de un destete paulatino y programado es que la madre puede ser flexible e ir adaptándose a las circunstancias según surjan.
Además el destete no tiene por que ser “todo o nada”, por ejemplo la madre podría optar por dar el pecho al niño sólo en aquellos momentos más importantes para él (el momento del sueño) y esperar a que esté más dispuesto a dejarlo.
Si un bebé se enfada de forma exagerada o llora e insiste en tomar el pecho a pesar de los intentos de distracción, es posible que el destete vaya muy rápido para él.
Aunque el pequeño no proteste ante los métodos de destete puede que se den otras señales que indiquen que el destete está perturbando al niño, pues este puede tartamudear, muchos despertares nocturnos, más que antes del destete, mayor apego a la madre, apego excesivo a un objeto, tener temor a la separación, morder……etc.
Todos estos síntomas pueden o no deberse al destete, y si la madre se siente preocupada puede aplazar el destete para ver si desaparecen.
Las características de la leche materna, en contra de las creencias populares, se mantienen y adaptan según van evolucionando las necesidades del bebé y según el momento del proceso destete en el que nos encontremos. A menor hambre, menos succión y menor estimulación para el pecho, que produce menos leche. Existen algunos estudios que evalúan los cambios en la composición de la leche materna durante el proceso del destete La concentración de proteínas aumenta hasta el 142% del basal, los lípidos mantienen su concentración, el hierro aumenta hasta el 172%, el calcio permanece constante y el zinc disminuye hasta el 58% del basal. Los factores inmunitarios se mantienen durante el destete gradual. También el sabor cambia, tornándose la leche algo más salada que antes, sobre todo al aumento de la concentración de sales minerales (principalmente de sodio).
El destete, como hemos dicho, es un proceso gradual. Cuanto más dure, menos traumático será. De esa forma, poco a poco, el pecho vuelve nuevamente a su situación inicial de reposo, dejando de producir leche, pero sin llegar a provocar problemas, tales como ingurgitación, obstrucción o mastitis en la madre. De hacer un destete de forma brusca, debemos prestar especial cuidado a nuestros pechos, para buscar cualquier signo anormal, tal como dolor, rojez o calor, y no dejarlo evolucionar mucho más. En caso de encontrarse el pecho muy lleno, intentaremos vaciar sólo un poco de leche, lo necesario para que mejore la sensación de opresión, sin llegar a sacar mucho, pues cuanto más saquemos, más produciremos. En caso de rojez y/o dolor, actuaremos como si tuviéramos una obstrucción o mastitis, aplicando calor local y medicación antiinflamatoria. En caso de fiebre, es mejor acudir al médico habitual. Si durante el destete a indicación de la madre aparecen estos síntomas, puede ser una señal de que estamos llevando el destete demasiado rápido. Démonos un poco más de tiempo a nosotras y a nuestros cuerpos.
En niños mayorcitos (los que ya saben beber en vasos de aprendizaje o incluso en vaso normal) no tiene sentido empezar a usar el biberón para dar líquidos y comidas, pues estamos introduciendo un objeto que tendrá que abandonar nuevamente tarde o temprano, con el consiguiente gasto emocional que ello implica.
Descarga el folleto del destete:
http://www.lactando.org/infolac/destete.pdf
Bueno, no te lo digo para que no destetes, ni mucho menos, sólo para darte otro punto de vista, porque a veces las mamás nos agobiamos por ser tan imprescindibles, y luego resulta que no lo somos tanto, y que los demás se apañan sin nosotras. Lo que pasa es que nos da mucha ansiedad probarlo (al menos a mí).
Besitos, y suerte con el destete,
Montse
Mucha suerte con el destete, que sea agradable para las dos.
Montse