año nuevo, vida nueva...
aprovechando el buen rollete que estamos teniendo estas vacaciones, hemos hecho el cambio de habitación de las niñas. Desde el 1 de enero están durmiendo en su cuarto.
Estuvimos buscando unos días camas-nido, literas, camas separadas, ... pero dado que no nos ha convencido totalmente ninguna de las opciones que hemos visto, hemos optado por hacer una cama de hermanas y les hemos puesto un colchón en el suelo y así duermen las 2 juntitas.
Sólo llevamos 4 noches durmiendo así y os puedo asegurar que no han sido del tirón (ni mucho menos), pero tampoco tan malas como me las esperaba:
- la primera noche dormí con ellas desde el principio hasta el final (un poco apretadas, pero bueno...)
- la segunda noche dormí con ellas desde el primer despertar de Diana (Alba rara vez se despierta por la noche aunque su hermana se ponga a gritar). Le di tetica a Diana y ya me quedé con ellas.
- la tercera noche las dejé dormidas e iba y venía en cada despertar con teta incluída (como unos 4 - he perdido la costumbre de contarlos -).
- esta última noche, igual que la anterior, sólo que con 2 despertares.
He de reconocer que estoy contenta aunque me da mucha pena dejar el colecho,... pero bueno, son etapas que van pasando y que intento disfrutar al máximo. Ahora he ganado el leer en la cama un ratito justo antes de dormir, el dormir más pegadita a mi maridín y poderme vestir en mi cuarto con la luz encendida. Aunque también he perdido otras cosas... :-(
De todas maneras sé que van a venir más noches de dormir con mis niñas (enfermedades, pesadillas, sencillamente mimos,...) porque la puerta de mi habitación se queda abierta y ellas saben que son bienvenidas en nuestra cama cuando lo necesiten.
Los siguientes pasos van a ser: dejar que se estabilicen los despertares e intentar que me dejen irme antes de que se duerman del todo... pero bueno, poco a poco.
Os seguiré contando.
Belén