Ayer decidió hacerme el regalo de aguantar despierto y comerse las uvas conmigo. Los dos queremos desearos un feliz año nuevo, que venga cargado de muchas noches trankilas y muchas horas de sueño.
Que no os engañe micara, no es de borrachina, es que tengo un gripazo horroroso. A las 12.10 estabamos los dos en la cama.