Bueno, quisiera aportaros mi experiencia con mi peque de dos años a la hora de ir a dormir, que de momento nos funciona.
Haciendo un poco resumen: después del verano, las vacaciones y demás decidimos poner la cuna en su habitación. El cambio fue un pasito para atrás pues pasó de dormirse solito a dormirse cogiéndole varias veces en brazos. De un día para otro el hecho de mecerlo ya no funcionó y empecé a darle la manita con una lucecita encendida y así lo dormía. Era el método de la mano fugitiva. Pero la pega es que tenerme a su lado y viéndome lo espabilaba y ¡de qué manera ! Llegaba a estar una hora y más intentando dormirlo con la mano, y él venga a jugar y jugar y dar tumbos en la cuna . Un día se estropeó la lucecita y lo continué durmiendo con la manita pero a oscuras y...¡se dormía en la mitad de tiempo y sin moverse tanto! (bueno, algunos días tardaba también en relajarse ). Pues bien, así hemos estado unos dos meses y medio o más. Y en los despertares me gritaba ¡mama manitaaaa! y allá que iba yo a darle la mano. Eso sí, lo tenía que dejar completamente dormido, a la mínima que notaba que la mano se escabullía se ponía a buscarme desesperado. Había noches que me estaba de madrugada una hora y pico con la mano dada, y la verdad, buf, eso sí que me desesperaba. También compré un colchón que pongo al lado de su cuna cada noche por si hace falta pero ahí los dos no dormimos muy cómodos, lo tengo para noches de emergencia.
Bueno, el caso es que a mi marido se le ocurrió hace unas dos semanas contarle el cuento de siempre, el de un patito llamado Dudu que se va a dormir (se llama "Bona nit Dudu", "Buenas noches Dudu") pero remarcándole mucho que lo hacía él solito, que no necesitaba la mano de la mama y ¡ha funcionado! Ahora es su papá el que da las buenas noches y lo mete en la cuna, lo arropa como se arropa el patito Dudu (cosa impensable antes pues dormía sin taparse). Ah, ¡y también ponemos el libro a dormir!. Y de momento ¡funciona! Eso sí, continúa despertándose por la noche, entonces acudo yo le acaricio la espalda, la cabecita, le arropo, le doy agua y a seguir durmiendo. Aunque ya van siendo algunas las noches que duerme más seguido, parece que la cosa pinta bien
Y ésta es de momento nuestra experiencia a la hora de dormir al peque. Imagino que pasaremos por otras rachas de no querer dormirse así pero de momento ¡que nos quiten lo bailao! ¡Y sin lágrimas!
Espero que os sirva. Muchos besitos a tod@s, espero tener más tiempo para leeros, para comentar mis dudas y aportar alguna cosilla a l@s demás.