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aca hablamos del tema
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fijate si te puede ayudar
besos
La tenia miedo por unas estadisticas sobre diversos problemas que puede provocar. Pero la verdad es que hoy en dia, un TAK por ejemplo, tiene tb sus riesgos y creo que se minimizan muchisimo si eres una persona con buena salud. Ademas antes de dartela te hacen un analisis de sangre para ver si hay algun problema
Susana.
recomiendo un libro "La revolución del nacimiento" de isabel Fernández del Castillo Ed: Granica (por cierto, lo venden en esta web).INDISPENSABLE.
En fin, que como algunas decís es algo muy personal, pero yo lo tengo muy claro, si no surgen problemas, no me la pondré.
En fin, creo que por más que pienses en eso, el mejor momento para decidirlo será cuando empiecen las contracciones y veas si aguantas el dolor o no. De cualquier modo, piensa que hagas lo que hagas no tienes por qué sentirte culpable. Cualquier decisión será acertada si es la que te pide tu cuerpo en ese momento tan delicado.
Suerte
ES DECISION TUYA, YO EN PRINCIPIO NO LA QUERIA Y DE TANTOS DOLORES LA SOLICITE Y NO ME SIRVIO DE NADA!!
ME DIERON MAREOS Y SE ME DORMIO UNA PIERNA EN PARITORIO!!
-primer parto: dilatación tumbada, monitorizada y con oxitocina sintética. La epidural me quitó el horrible dolor. Costó mucho y el expulsivo fue difícil. Como soy muy burra salió sin instrumental, pero a costa de una episiotomía más desgarro impresionantes y una tremenda hemorragia. Eso sí, sin dolor. El posparto fue horroroso.
-segundo parto, con mucha más información: dilatación andando, monitorización intermitente y sin oxitocina. Pensaba ponerme la epidural cuando el dolor fuera insoportable. Ese momento no llegó nunca. Resultado: criaturita de 4 kgs y medio sin un mísero punto. Como duele al salir, si no dejas que te dirijan los pujos, vas regulando tú misma la salida de la cabeza. Es como ponerse un jersey con el cuello muy estrecho, si lo haces a lo burro te arrancas las orejas, hay que ir centímetro a centímetro. Dolió, pero fue soportable, y a los cinco minutos estaba como para irme a casa. También ayudó que era el segundo parto y la matrona que me tocó, un auténtico cielo.
Gabriel Miró