ella tenia a carlos en brazos, y se acercó otra chica alargándole los brazos a carlos para que se fuera con ella. y carlos hizo un gesto que hace conmigo con frecuencia: pone una sonrisa picaruela y esconde su cabeza en el hueco del cuello.
a mi amiga le cayo la baba. creo que entendió un poco el gusto de ser madre y disfutar de estos mimos a diario (dia y noche, mejor dicho ).
me recordó a los niñso y perosnas enfermas a los que llevan a jugar con perros, delfines, caballos. estoy segura que un gesto así de un bebé es mucho más terapeutico.