La verdad es que nos ha costado un poco el tema de la comida pero al final ha merecido la pena.
Mi hijo no comía nada, solo frutas en trocitos.Ha sido hacer un año y todo ha cambiado. No para de comer, todo lo quiere probar, incluso ya come solo con el tenedor. Y ya está comiendo lo mismo que nosotros. El está encantado y feliz de este nuevo descubrimiento y yo tambien.
Así que animo a las que sus hijos comen mal porque al final acaban comiendo.