Ocho largas horas de trabajo, mas largas aún si te has pasado la noche de romería pasillo arriba, pasillo abajo y para variar un poquito, explorando el resto de habitaciones a oscuras (un día tendremos un disgusto con algún marco de la puerta ) a lo que iba... sal pitando a las 6 de la tarde del trabajo porque a las 6 hay que recoger el niño, ni el ganador del Ironman haría el trayecto tan rápido, cachondo... muy cachondo el tema...
Paseito aprovechando el trayecto a casa y para no aburrirnos también hay que hacerlo o corriendo o llorando... o en brazos, la cuestión es no ser convencional ¿para que ir sentadito en la silla si nos podemos divertir mas dándole marcha a mama?
, cena y a ¿dormir? Me ahorrare los detalles, seguro que los conocéis muy bien...
Y paz... mucha paz.... una pequeña tregua antes de empezar el cachondeo de la noche... y vuelta a empezar....
Y el fin de semana… ¿para que hablar del fin de semana?...
¿Estresante verdad? pero lo echare de menos, seguro, de la misma manera que echo de menos a ese bebe de días que no paraba de llorar por hambre, aquellos paseos interminables por la ciudad, aquel miedo a bañarlo por no saber como hacerlo, etc., miro con añoranza, mientras guardo con todo mi amor, la primera ropita que llevó y es que el tiempo pasa muy rápido, tan rápido que parece un suspiro y ellos crecen y cada vez nos necesitan menos.
Que la desesperación no os impida disfrutar de vuestros pequeños, que cada momento que están en vuestros brazos porque lloran, o simplemente nos apetece sean momentos inolvidables, disfrutar del colecho, de sus sonrisas y de sus travesuras, hacer de los malos ratos un momento de amor.
Un besazo y a disfrutar de nuestros peques!