Estoy descubriendo en mi hijo cosas que antes, no es que no estuvieran, pero no me las podía demostrar tan claramente. Mi hijo SABE ahora darme un abrazo de esos que te parten el alma. A veces, cuando lo llevo en brazos, me mira fijo, muy fijo y me sonríe....Me demuestra todos los días lo feliz que es y lo que me quiere. Y eso es ahora, en esta edad "terrible".
Claro que hay momentos difíciles, llantos, rabietas, por supuesto, pero eso es sólo una parte de su comportamiento.
Además, hay que abandonar esta visión de "lucha de poderes". Parece que hay que dejarles claro quién manda, que no prevalezca nunca su opinión. Es difícil abandonar esta postura que tenemos tan inculcada. Pero hay que hacer un esfuerzo. Se trata de educarlos, que es algo muy diferente a imponer voluntades.
Por eso, a las que tenéis niños de estas edades, disfrutad de ellos, no os angustiéis sólo con el tema de los berrinches y de sus "caprichos". Nunca volverán a tener esta edad tan bonita