Puesto que en casa lo he/y lo sigo malcriando todo lo que puedo (igual que el año pasado), me congratulo por haberlo hecho, puesto que a pesar de las amenazas de que los mimos repetidos y los brazos excesivos generan excesiva dependencia, mi hijo es un niño alegre y que sabe compartir el espacio de la clase con los demás niños. No es ni caprichoso, ni malcriado, ni se pelea por los juguetes, ni por la comida... no está todo el día preguntando por su mamá ni pide brazos continuamente ni es un consentido (como, insisto, me amenazaron). Es un niño feliz y seguro. Seguro pq sabe que sus padres cuando están, ESTÁN AL 100%.
Cada día corre feliz hacia la clase y cada día me recibe con su mejor sonrisa y sus mejores besos cuando lo voy a buscar.
Como sabeis, el año pasado fué muy difícil con la escuela y este año teníamos mucho miedo a que se repitiera lo mismo. Pero no tiene nada que ver, afortunadamente.
Os animo a todas a seguir malcriando a vuestros hijos. Os lo agredeceran y os sentireis mil veces orgullosas de vosotras mismas. Y de vuestros hijos, por supuesto