Como ya sabeis, tengo una perra, Hanna, es un dálmata precioso y sobre todo muy buena, hasta que nació Germán era mi niña, pero ha pasado a un segundo plano totalmente.
Yo nunca he sido de la opinión de no dejar que la perra se acerque al niño, al reves, el dia que llegué a casa lo primero que hice fue enseñarselo para que oliera, con cuidado, y cuando le daba el pecho y demás estaba ella.
Yo soy muy maniatica de la limpieza, y más aún con un niño en casa, Hanna suelta muchisimo pelo, además de ese cortito, que son como alfileres, asi que "prohibí" la entrada a Hanna al resto de la casa, solo puede estar en la entrada.
Germán empezo a gatear y claro si estaba la perra se llenaba de pelos, las manos después se las lleva a la boca... en fin no dejaba entrar a la perra al salón.
Germán lleva ya varias semanas que lo aguanto de las manos y anda, no da pasitoa ya vuela, y hoy después de comer y de estar toda la mañana en casa por la lluvia, se ha puesto de pie para que le agarrase de las manos y sabeis donde ha ido? A donde estaba Hanna, y si vierais como se lo han psado los dos....
Me he dicho un día no pasa nada, ha ido detrás de Hanna corriendo, se ha agarrado a su cuello, se ha caido al suelo de culo, se estaba agarrandose a una pata de Hanna para levantarse, y no sé me ha parecido a mi que ella ha quitado la pata y le ha puesto su cabeza y el cuello, no por casualidad sino queriendo.
Se ha reido como nunca solo de ver como la perra se acercaba a él, en fin que se ha quedado dormido en nada.
MI dilema es qué hacer? lo dejo jugar más con ella? la dejo pasar al salón? tendrá algun tipo de "peligro"para su salud?
Hanna esta vacunada, desparasitada y bien de salud.
Que opinais?