Jesús nació con sufrimiento fetal, muy moradito y costó un poco reanimarlo. Después de pasar unas horas del parto Tuvo un par de convulsiones que obligaron a trasladarlo de hospital y de ciudad. Tras 20 días ingresado volvimos a casa con mucho miedo, aunque gracias a Dios, las convulsiones no se repitieron más. Todas las pruebas que le han hecho a lo largo de este tiempo han salido normales y está pendiente de un electroencefalograma ahora que ya tiene 21 mes. Nuestra expecialista siempre nos ha tranquilizado pero al ver que a los 15 o 18 meses no andaba..... empezó a investigar. El diagnóstico fué "sospecha de hipotonía muscular congénita transitoria", hasta ahí todos tranquilos pues todo iría más lento, y seguimos a espera de la resonancia.
Lo mandan al hospital a rehabilitación y de ahí lo trasladan a un centro de atención temprana. Lo evalúan (estoy pendiente de la respuesta) y empieza con otra fisioterapeuta la que es muy cariñosa pero el nene no para de llorar a diferencia que la del hospital. Para colmo está empezando la guarde y no para de resfriarse con lo que tampoco responde bien al tratamiento pues no quiere trabajar.
En resumidas cuentas., pasan los meses y sigue muy muy despacio aunque poco a poco aprende cosas nuevas, todos estos cambios no le gustan nada y no para de llorar salvo la guardería a lal que va encantado pero va un día sí y 7 no porque no para de ponerse malito.
Para colmo tengo un ATS en el centro de Salud (ya os lo comenté) que me pone los pelos de punta cada vez que lo veo porque insiste en que mi hijo no está bien e insiste "ya veremos si no sale algo más" "Es mejor que los padres estén preparados"
Y yo trabajo muchísimo ahora y apenas puedo poner a mi peque que necesita muchísimas horas de trabajo para rendir sólo un poquito
¡¡¡¡¡Quiero estallar!!!!!