Vereís, cuando nació Alejandro tuvo que quedarse ingresado durante 15 días, así que cuando nos lo tragimos para casa teníamos "hambre" de bebe y estaba todo el día en brazos (da un gustito tan chiquitín y calentito y tierno) o con nosotros tumbado en el sofá y dormía en la cama porque como le doy el pecho no me apetecía levantarme, sacarlo, derle el pecho y volverme a la cama, más que nada porque se espabilaba demasiado, así que ¡a dormir con lo papás!
Después llegó el invierno, y entre que de lo que se movía se quedaba atrapado en los barrotes o se destapaba o..., total que más de lo mismo. Además, después de seis meses ya no sabíamos dormirnos sin el peque, en especial mi marido porque yo, la verdad es que he adquirrido una asombrante facilidad para dormirme en cualquier parte y situación desde que dí a luz.
Con 8 meses decidimos que bueno, teníamos que intentar que al menos las siestas fueran para los mayores y como tenía su cuarto con los juguetes y todo despejado para gatear, y le encata estar en su habitación le pusimos el colchón de su cama (tamaño normal, nada de colchones de cuna que se escapaba) en el suelo, ya podeís imaginar porque. La cosa funcionó, le entraba sueño para la siesta y se iba gateando a su cama, me tumbaba con él para darle teta y listo.
Después de unos dos meses decidimos probar el invento para las noches, se despertaba lo mismo de siempre por la noche (unas 3 o 4 veces para tetar y controlar que todo sigue donde lo dejó), pero dormía bien casi no daba vueltas ni se destapaba, y además en lo que me costaba llegar de mi cuarto el suyo a veces se ponía a jugar con los muñecos o intentaba venir a buscarnos o hacía practicas de andar. Sí, una noche me lo encontré poníendose de pie agarrado al armario y se mosqueó porque no le dejé seguir con su proeza. El "problema" del experimentó fue que yo no dormía tranquila y me despertaba incluso más que él: "¿se habrá levantado? ¿tendrá frío? ¿estará bien?...
La solución llegó sola, cuando habíamos decidido trasladar al peque otra vez a nuestro cuarto empezó el calor y para nuestra sorpresa en el cuarto de Alejandro se estaba fresquito... Así que mi marido en cuanto comprobó que efectivamente se dormía mejor en ese cuarto y además al dar al interior podíamos dejar las ventanas abiertas, cogió nuestro colchón (sin somier para estar todos igual) y ¡viva la okupación!. Hemos estado todo el verano en una cama de más de 2 metros, los tres juntos y sin pasar calor. Eso sí, Alejandro es muy suyo y dice que pasa el que nos hayamos apoderado de su cuarto pero que él duerme en su cama y nosotros en la nuestra, y no logramos que duerma en nuestro colchón ni echándolo dormido, porque en cuanto abre un poco los ojos se va a su cama con sus ranitas.
Ahora como es mayor hemos puesto las patas a todos los colchones y le encanta subir y bajar de las camas, pero no sé cuando va a librarse de nosotros porque empieza el invierno y empieza a hacer frio... además solo tiene 15 meses. Quizás para cuando lo destete o para la Primavera...