En todo caso, para quien afirmaba que el azucar es necesario. Por supuesto que es necesario, pero no en su forma pura y cristalizada. Cada vez que un niño come una patata cocida, o una zanahoria, o un trozo de pan o un poco de arroz, está comiendo hidratos de carbono o azúcares, así que su aporte es bueno. El azúcar cristalizado y los dulces en general son un invento de los últimos siglos, la humanidad se ha desarrollado a lo largo de milenios sin tener a su disposición azúcares purificados y estos son uno de los peores enemigos de su salud. Además, no solemos ser conscientes de cuantos alimentos, incluso salados, contienen azúcar en cantidades importantes en su composición. Cualquier salsa, por poner un ejemplo llamativo, o un embutido, o una fiambre, es muy probable que lleve una cantidad de azúcar fuertecita.
Por cierto, el chocolate negro de verdad (esos al 60, 70 u 80%) no contienen prácticamente azúcar, y la fibra que lleva el cacao compensa de sobra la que puedan llevar. Es un alimento que no se incluye dentro de los peligrosos por su azucar y se puede dar a los niños que lo quieran sin ningún problema.
Si alguien éstán interesada en leer sobre estos temas, Montignac ha hecho un buen análisis de la introducción de los azúcares refinados en la alimentación humana en sus últimos libros.