- Jue, 24 Ago 2006, 23:33
#56672
Lamento llegar tan tarde
Siento lo ocurrido, Duniag!
Ante experiencias como la que os ha tocado vivir, me doy cuenta de cuanto llego a magnificar pequeños problemas cotidianos, frente situaciones que realmente son importantes. Y lo digo con toda humildad.
Cuando nació mi hija, por complicaciones estuve a punto de perder a mi mujer y a mi hija. La niña fue prematura y estuvo más de un mes en la incubadora. El dia del nacimiento fue terribe, las dos estaban en la UCI y me sentí impotente, pero curiosamente tuve una gran fuerza interior para seguir adelante. Por suerte todo fue tan bien que ahora és un recuerdo lejano. Lamento sinceramente en vuestro caso, el triste desenlace.
Curiosamente, hace dos dias, apenado y abatido por nuestras últimas discusiones y diferencias en la crianza de nuestra hija, recordé ese dia. Y vi tan claramente que en esa situación apenas podia hacer NADA más que estar al lado de ambas. Todo dependia de los médicos, tal vez del destino?, no se... Y ahora, apenado por nuestras diferencias, magnificando problemas con razón o sin razón, me doy cuenta de que de nosotros depende hacer TODO por conseguir un entorno harmonioso y no de crispación constante. Pido perdon por si parece que me voy del tema, pero lo que nos has contado y lo que recordé hace dos dias me ha hecho reflexionar y ayudado.
Hablas de Dios. Yo ya ni me defino como creyente o no. Tengo muchas dudas pero reconozco que en momentos dificiles pido ayuda a Dios. Curiosamente, en esos momentos dificiles, tuve una experiencia un tanto reveladora en la capilla del Hospital, frente al Cristo crucificado. Antes siempre decia, vaya! los católicos tienen a un pobre hombre clavado en una cruz, sufirendo, vaya imagen! ... prefiero la de los budistas, un tipo sentado, gordito y sonriente..... Ja ja ja... me decia. Pues allí en la capilla, frente a la imagen de Jesús sufrimiento, me sentí "pequeño ante algo tan inmenso". Me emocioné. No alcanzo explicarlo con palabras. Quizas lo sentí así porque todo fué bien y las cosas iban bien... no lo se. Ni esa experiencia ha hecho de mi un hombre de fe. Sigo con mis dudas pero más humilde, tal vez. Ahora no lo criticaria ni me reiria.
A parte de mi pésame, te diré lo que un amigo muy creiente me dijo en esos momentos y que me reconfortó. Rezaré una oración por el pequeñin, tu hermana, por ti y resto de familiares. De corazón.
Un abrazo.
Pau