- Vie, 04 Ago 2006, 16:27
#52263
Por eso yo he dejado de participar, porque se que tarde o temprano se me iba a ir la olla y acabaría saltando.
Ademas, es que ya era dar vueltas constantemente a lo mismo. No tiene sentido. Si por lo menos la gente que aplica el metodo, dijera porque lo ha hecho, pues podriamos decir: "y porque no pruebas esto o lo otro?", porque sin colechar tambien se pueden tomar medidas que ayuden a que el niño duerma.
Yo reconozco que fui fiel seguidora del DR.
. Y creo que en un primer momento fue mas por falta de información, me quede con lo primero que me ofrecieron. Según fui conociendo opciones, pues mi opinión vario mucho. No soy estivillista, no soy de crianza natural. No se, trato de sobrevivir como puedo a la experiencia de ser madre. Pero ahora trato de informarme de todo antes de tomar una decision.
¿os cuento una anecdota de hoy?
Ha llegado mi suegra a pasar una semana. Ha llegado a casa justo antes de comer y le ha dado a yago (que tiene dos años y medio) un monton de juguetes. Total, que a la hora de comer, yago estaba tan excitado, que no queria comer, solo queria ir a jugar. Y va y le dice mi suegra: "Como no te estes quieto, va a venir papa y te va a dar". Y yo le he dicho a Yago: "Aqui nadie da a nadie ¿verdad?. Come un poquito mas de pescado, y el postre lo comemos jugando en la habitación. Si no comes, no podremos jugar con la casita nueva". No he logrado que se comiera todo por o nervioso que estaba, pero bueno, casi todo si y luego mi suegra le ha dado el yogur en la habitación. ¿¿¿¿¿¿¿¿De quien has sido la culpa????? ¿¿¿¿No deberiamos haber esperado a despues de la comida a darle los juguetes, si sabiamos que se iba a poner como loco???? Encima que yo como adulto no he sabido encontrar el momento oportuno para darle los regalos... ¿¿¿¿¿¿encima le voy a dar un cachete al pobre niño????. Y no es que yo sea perfecta, porque hay veces que os juro que me tengo que reprimir... pero se supone que somos adultos y debemos controlar los impulsos... si no lo hacemos ¿lo sabran hacer nuestros hijos?