- Dom, 16 Jul 2006, 06:52
#47924
Hola veroh,
Hasta hace un tiempo se defendía la teoría de que los bebés debía mamar a intervalos regulares de unas 3 horas y durante 10 minutos en cada pecho.
Actualmente es evidentemente demostrado que tal teoría es absurda y contraproducente tanto para la madre como para el bebé.
Para que la lactancia se establezca sin problemas desde el primer día, es necesario desterrar la creencia de que se debe "cronometrar" todo lo relacionado con el bebé. Por suerte, nuestros hijos no reaccionan como máquinas. Son personas y como tales tienen ritmos. Ritmos que se alteran según el día, según la hora, según el crecimiento, según el humor, hasta según la temperatura ambiente. ¿Por qué, entonces, tenemos que obligar al bebé a seguir un horario?. El seguirá su propio "ritmo" y nos avisará cuando tiene hambre y cuando tiene sueño, cuando tiene ganas de jugar y cuando quiere estar tranquilo, cuando necesita que le tomes en brazos y cuando quiere solo oír tu voz.
Si tu bebé llora porque tiene hambre, no lo dudes, dale el pecho. Si no es por hambre, en seguida lo averiguarás porque no querrá mamar. Es así de fácil y de práctico. Te imaginas que tú tuvieses hambre y no te dieses de comer, viendo tú delante que tienes toda la mesa preparada con ricos manjares. Pues eso exactamente sería lo que pensaría tu bebé, si no le dieses de mamar siempre que él quiera.
Y no te preocupes, no te vas a quedar sin leche porque la leche del pecho nunca se acaba. La mama es una glándula que segrega leche en función de la demanda del bebé: a más demanda, más leche se fabrica, a menos demanda menos leche. Por eso es tan importante no coartar los ritmos del bebé, puesto que estas frecuencias son las que aseguran la provisión del chiquitín. Para que veas qué listo es...
No sufras, a la larga ellos mismos van entrando en rutina, aunque puede llevarte unos meses. Algunos a los 3 meses ya se regulan y empiezan a marcar claramente los horarios. Otros a los 4, a los 5, enfín, la única regla es que o hay reglas. Cada uno sigue su propia línea. Lo importante es observar a cada niño y corresponder a su demanda.
Besos