Escribo para ver si me dáis algún consejo sobre educación para un niño que me hace perder los estribos.
Pedro tiene 19 meses y me tiene loca. Se porta muy mal. No hace caso cuando le llamo o le mando venir a mi lado. Si va suelto por la calle se separa de mí y no hay distancia de seguridad que valga, él sigue avanzando y avanzando hasta que yo me asusto y voy detrás corriendo como una loca.
Lo de tirar cosas al suelo ya no tiene arreglo, me paso el día junto a él para que recoja lo que antes tiró y no hay manera de que obedezca. Ayer por la tarde por ejemplo se quedó sin el biberón del agua y sin dos chupetes por tirarlos por la borda del carrito, además había tirado la gorra, el muñeco, una revista... Y lo hace con todo descaro y como desafiándome.
Cuando lo castigo por ser malo (por ejemplo volviendo a meterlo en la silla en vez de dejarlo suelto) creo que no lo percibe como un castigo (y eso que se lo digo) y se queda tan pancho.
Cuando grito y pongo mala cara, se ríe o intenta besarme para compensar. Si estoy agachada a veces me pega muy fuerte en la cabeza o la espalda, y si lo tengo al cuello me da cachetes en la cara. Le digo que no se pega, que me hace daño, y entonces se pone todo insistente con su boquita de piñón para darme un beso de desagravio, y aún es peor porque es capaz de tirarme del pelo y girarme con violencia la cara para poder darme el beso. Lo que está claro es que sabe cuando es malo porque intenta compensarlo con el beso, pero eso no ayuda a que sea más bueno.
Supongo que es una fase pero realmente los días que no hay guardería ni está el Papá yo no puedo con él, me sobrepasa ampliamente. Tengo miedo de que vaya a ser tan desobediente siempre y de no estar haciendo las cosas bien y sembrando buenos cimientos para manejar su desobediencia en el futuro.
Pierdo la paciencia y llega un punto en que sólo se me ocurre gritar y zarandear, y ninguna de las dos cosas parece lo más aconsejable. Me da vergüenza de mi misma por no saber manejar de otra manera a una pulguita tan mala. ¡Pero es que es muy muy desobediente!
AYUDA, por favor. ¿O son realmente así todos los niños?