- Vie, 30 Jun 2006, 13:37
#44487
El libro de la Dra. Rosa Jové llegó a mis manos por casualidad y me ha echo sentirme muy bien aunque mi hijo de dos años me lo había explicado alto y claro unos pocos días antes de su lectura, cuando me contestó a mi perorata nocturna.. como ya eres mayor y usas el orinal como los mayores y comes solo como los mayores y te quitas las zapatillas como los mayores y ayudas a mamá a recoger como los mayores ya puedes dormir sólo como los niños mayores sin que se tenga que quedar mamá en la habitación...Mi gordito que parlotéa como un auténtico loro, me miraba fijamente y asentía tranquilo a mi conferencia educativa, me dijo: "PERO SOY UN POQUITO BEBE Y DUERMO CON MAMÁ". Fin de la charla, él si tiene las cosas claras y mamá también porque esta personilla que me ofrece todo su cariño de forma incondicional, sólo quiere que esté con él un ratito antes de su sueño, luego pasarán horas sin verle y al día siguiente todavía más, le dejo en la guarde a las 9:00 y no regreso a casa hasta las 20:00 horas que se dice pronto, ¿tengo algún derecho a privarle de mi compañía cuando se va a dormir o a no acudir a su habitación cuando se despierta sean dos, tres o veinte veces las que me llame? ¿Tengo algún derecho a hacerle y dejarle llorar para que se acostumbre a mi falta? Sinceramente creo que no. Me gustaría dormir ocho horas seguidas y tener mas tiempo para mí pero mas me gusta ver crecer a mi hijo feliz aunque yo esté un poco mas cansada, ya descansaré, en cualquier caso el problema lo tengo yo, él y no hay mas que verle y escucharle, está claro que no tiene ninguno.
Antes de ser madre leí el "Duermeté niño" y me pareció lógico y coherente en su exposición, lo releí en el primer año de vida de mi gordo en varias ocasiones, nunca fuí capaz de ponerlo en práctica, no me gusta nada escuchar a mi hijo llorar. Cuando mis amigas lo han puesto en práctica lo he respetado, creo que todas las madres hacen lo que piensan que es mejor para sus hijos. Ante la advertencia de crear en mi hijo malos hábitos por acompañarle en su camino hacia el sueño, en brazos, en mi cama, al lado de su cuna, cantándole, acariciándole, amándole en resumidas cuentas, me he justificado, hoy está raro, parece que está malito, extraña su cuna....Ahora tengo el apoyo de la opinión de un profesional que tira por tierra las teorías y prácticas de un hombre, el Dr. Estivill, que se me antoja duro y egoista, que ha sabido aprovecharse del mundo moderno, irreconciliabilidad del laboral y familiar, para sacárle partido a unos padres terriblemente cansados y desesperados sin tiempo de calidad para nada ni para nadie ansiosos de poder justificarse.
Me consta que he tenido el apoyo silencioso de madres y abuelas a la antigua usanza que supieron criarnos sin traumas ni complejos ni diagnósticos terribles de enfermedades que antes simplemente no existían.
Yo dormí el primer año de vida en brazos de mi mamá o de mi papá que además tenían que pasearme por la casa, no valía quedarse sentado, tenía tres hermanos y mi padre trabajaba dos jornadas. No tengo ningún trastorno del sueño solo tengo un inmenso cariño a mis progenitores a los que debo toda mi gratitud por haber hecho de mí quien soy dándome todo su cariño que empezó cuando velaban mi sueño en su regazo caminando por la casa.
Antes de ser madre leí el "Duermeté niño" y me pareció lógico y coherente en su exposición, lo releí en el primer año de vida de mi gordo en varias ocasiones, nunca fuí capaz de ponerlo en práctica, no me gusta nada escuchar a mi hijo llorar. Cuando mis amigas lo han puesto en práctica lo he respetado, creo que todas las madres hacen lo que piensan que es mejor para sus hijos. Ante la advertencia de crear en mi hijo malos hábitos por acompañarle en su camino hacia el sueño, en brazos, en mi cama, al lado de su cuna, cantándole, acariciándole, amándole en resumidas cuentas, me he justificado, hoy está raro, parece que está malito, extraña su cuna....Ahora tengo el apoyo de la opinión de un profesional que tira por tierra las teorías y prácticas de un hombre, el Dr. Estivill, que se me antoja duro y egoista, que ha sabido aprovecharse del mundo moderno, irreconciliabilidad del laboral y familiar, para sacárle partido a unos padres terriblemente cansados y desesperados sin tiempo de calidad para nada ni para nadie ansiosos de poder justificarse.
Me consta que he tenido el apoyo silencioso de madres y abuelas a la antigua usanza que supieron criarnos sin traumas ni complejos ni diagnósticos terribles de enfermedades que antes simplemente no existían.
Yo dormí el primer año de vida en brazos de mi mamá o de mi papá que además tenían que pasearme por la casa, no valía quedarse sentado, tenía tres hermanos y mi padre trabajaba dos jornadas. No tengo ningún trastorno del sueño solo tengo un inmenso cariño a mis progenitores a los que debo toda mi gratitud por haber hecho de mí quien soy dándome todo su cariño que empezó cuando velaban mi sueño en su regazo caminando por la casa.
Marsiol
Psicóloga
Creadora de DormirSinLlorar.com (2004)
Coautora del libro Dormir sin llorar (2014)
Monitora de Lactancia Materna
Telf. (0034)600425102
Asesora en lactancia materna de DO DE PIT 
