Intento exponer brevemente, aunque es complicadísimo, nuestra situación para ver si podéis echarnos una mano.
Nuestro hijo tiene 14 meses. Hacemos colecho desde siempre porque nunca ha dormido bien en su cuna, lo que pasa es que ahora ni intentamos dejarle, directamente le dormimos en nuestra cama. El problema principal no está en dormirle, que también, pero es el que menos nos preocupa. Si le duermo yo, le duermo a la teta en la cama. Si le duerme su padre, no sé cómo lo hace, pero le acaba durmiendo ahí en la cama. No aguanta más de 2 horas, eso el día que las agunta, durmiendo del tirón. Se despierta llorando, estemos o no en la cama ya con él. Si estamos, menos mal, porque se engancha directamente a la teta. Si no estamos, tengo que meterme sí o sí para que se enganche, porque ya no hay manera de volver a dormirlo. Se despierta muchas veces a lo largo de la noche y siempre igual, se queda dormido solo con la teta. Come y cena estupendamente, alimentación completa. No le damos cereales ni leches, él cena normal y bien. Su plato de verdura, por ejemplo, y una fruta después. O un pescadito y un yogur. Quiero decir que no hay biberones ni papillas de ningún tipo. No ha querido nunca tetinas, así que descartado el biberón y chupete. Es un niño muy inquieto. En la escuelita hace su siesta diaria de después de comer de forma regular y los fines de semana tiene una adicional de media mañana, porque come más tarde.
¿Cuál es el problema principal? Pues que en esos frecuentes despertares nocturnos, que nunca son tranquilos y silenciosos, la única manera de volver a dormirlo es con la teta. Cuando mama, además, lo hace como con ansiedad, pasando de una teta a otra cada dos minutos. Se revuelve, se gira y parece que se va a quedar dormido... pero no, solo cae con la teta en la boca. Esto no es solo cuando se despierta, también me lo hace para dormirse al principio. Vamos, que no es un niño de darle la manita, acariciarle o similar y que se tranquilice, ni al principio ni a mitad de la noche.
¿Qué nos planteamos? Pues mil cosas, como imaginaréis. Destetarle, darle los dichosos cereales a mitad de noche por si se despertara por hambre... ¿Se despierta porque mama? ¿O mama porque se depierta? La pregunta del millón. Al margen de nuestro cansancio, que ese es adquirido junto a la decisión de pa-maternidad, es que vemos que él lo pasa mal, o esa es la sensación. No es un calvario dormirlo. Tarda, pero lo hace. El problema es ese, los frecuentes despertares llorando, retorciéndose y con el único consuelo de mi teta.
¿Alguien en la sala con alguna respuesta? Gracias, de antemano, aunque solo sea por leerme.
Un saludo.