- Mié, 01 Feb 2023, 13:39
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Hola Pilarocan, soy Miren y te contesto como alumna en prácticas de la formación de sueño infantil del CESI. Aparte de esto, soy psicóloga y educadora infantil y madre de un bebé de 17 meses.
El sueño nocturno de los bebés es una continuación del sueño diurno, no podemos trabajar en uno sin tener en cuenta el otro. A estas edades todavía necesitan una siesta por el día y les ayuda mucho tener unas rutinas con “horarios marcados”. Comentas que la siesta del mediodía la suele hacer en casa de los abuelos y que varía en horarios, a veces antes de comer y otras veces después. Esto va a repercutir también en la hora de irse a dormir a las noches, si se está durmiendo sobre las 23.30 es probable que se haya pasado su hora de dormir y se active estando más nerviosa.
Para poder establecer unos horarios la única vía es la observación, ver en qué momento suele mostrar signos de cansancio y en base a ello ir ajustando los horarios. Esto lo podéis ir completando con un registro de sueño (os lo adjunto abajo para que podáis completarlo durante 2 semanas incluidos los fines de semana).
Sé que es difícil porque no estáis con ella entre semana pero os puede ayudar explicarles a los abuelos que estén atentos a las señales de cansancio: bosteza, se rasca los ojos, se pasa las manos por la cara, pierde coordinación… y que os anoten la hora. Una vez que tengáis identificadas las señales, sería cuestión de poder adelantarnos a ellas para poder ayudarle a dormirse relajada sin que llegue a estar cansada, porque esto os va a dificultar mucho la tarea sino. Normalmente, la siesta la suelen hacer después de la comida, esto les ayudará también a dormir tranquilos y a no despertarse por hambre. En general, alrededor de los 18 meses suelen aguantar despiertos y activos entre 5 y 6 horas, esto es algo orientativo y puede ser algo más o menos en función de cada bebé pero quizá este dato también os ayude a la hora de fijar unos horarios.
Además, es muy importante que alrededor de 2 horas antes bajemos la intensidad de todo en casa, luces tenues (hoy en día existen reguladores de luz para poder bajar la intensidad, la luz cuánto mas se asemeje a la luz naranja del atardecer mucho mejor), tener actividades relajantes y nada de pantallas. Con todo esto lo que queremos es buscar un clima de tranquilidad que nos facilite la secuencia de las rutinas.
Sobre las rutinas que indicas quizá os pueda ayudar incluir con las que ya tenéis despediros con ella de toda la casa (sus juguetes, las fotos que pueda haber, de todo lo que se os pueda ocurrir…), ir apagando luces y que ella vea que toda la casa se va a la cama (si ven que todavía queda algún tipo de actividad en casa le va a costar más irse a dormir). Una vez despedida la casa, puede ser interesante en la habitación hacer un repaso del día, de lo que habéis hecho vosotros y ella y crear ese momento en el que le recordáis que pase lo que pase que siempre le vais a querer, esto le hará sentirse querida y ayudará a que se duerma más tranquila. También podéis valorar empezar a leerle un cuento para que se vaya relajando y así que vaya asociando ese momento con lo que hace justo antes de ir a dormir. Todo esto son sólo ideas para que podáis observar si encajan con ella o no, pero puede ser cualquier otra acción siempre que sea relajante y tranquila.
Encontrar el equilibrio entre estos puntos (su horario, el ambiente y sus rutinas) os va a ayudar a que la conciliación sea mucho más llevadera. Y si no funciona de primeras, es importante intentar calmarle en la habitación, comentas que alguna vez habéis tenido que salir y habéis tenido que recurrir a ponerle dibujos en la hamaca, todo esto hace que ella se vuelva a activar más y se prolongue todo durante más tiempo por lo que es importante que los primeros días poco a poco vayáis acompañándole todo lo que necesite pero siempre dentro de la habitación.
Y por otra parte, veo que para dormir necesita el contacto con vuestra mano, esto es totalmente normal a estas edades, sobre los 18 meses vuelven a pasar por la etapa de [url]
angustia de separación[/url] y puede que por eso reclame el contacto con su figura de apoyo (tenéis un enlace si pincháis encima donde podéis encontrar más información).
Si ves que el estar en su habitación y estar haciendo viajes os agota, ¿habéis valorado que duerma con vosotros? Estas etapas suelen ser duras y agotadoras y simplemente el hecho de sentiros cerca le puede ayudar a relajarse y dormir algo mejor, y a vosotros a descansar algo más. Valorar todo lo que os pueda encajar mejor.
Con todo esto lo que os quiero transmitir es que es normal que necesiten un contacto constante con nosotras y los despertares nocturnos (a veces más, otras veces menos) son normales, pero que esta fase también pasará y espero que esto os guíe un poco para que podáis llevarla de la mejor manera posible.
Mucho ánimo y espero que os ayude,
Miren
Berrozpe, M. (2023) Módulo XIII (1): El ABC del descanso. En Berrozpe, M., López, R. La neurociencia del sueño infantil y sus implicaciones en la práctica y atención a las familias. Centro de Estudios del sueño Infantil (CESI).
Berrozpe, M. (2023) Módulo XV: El sueño de los bebés de 8 a 12 meses. En Berrozpe, M., López, R. La neurociencia del sueño infantil y sus implicaciones en la práctica y atención a las familias. Centro de Estudios del sueño Infantil (CESI).
Berrozpe ,M. (2023) Módulo XVI: El sueño de los bebés de 1 a 2 años. En Berrozpe, M., López, R. La neurociencia del sueño infantil y sus implicaciones en la práctica y atención a las familias. Centro de Estudios del sueño Infantil (CESI).
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Miren
Alumna en prácticas