En navidad mi hijo de quince meses empezó a dormir bastante mejor. TRES o Cuatro horas seguidas. Algunos despertares nocturnos calmados con el pecho y susurros y los dos a dormir de nuevo. Vamos, un superavance para mí. Me levantaba como nueva, plena, alegre, con ganas de comerme el mundo.
Volví a trabajar el 11 de enero y el 18 se puso enfermo. Vuelta a empezar. despertares cada hora con desvelos incluidos. ahora ya está recuperado del catarro y sigue despertándose continuamente. Llevo dos noches infernales porque pierdo los nervios. Me da por pensar, qué hago mal, qué ha cenado, a qué hemos jugado, por qué mi hijo no duerme y mientras él está dormido yo no puedo pegar ojo. Espero su próximo despertar llena de rabia e impotencia de no poder mejorar nuestro sueño. Resultado: por las mañanas no puedo tirar de mí. Y me odio porque son muchos meses sin descanso. Y me odio porque creo que le transmito mi estrés.
las rutinas las llevamos al pie de la letra desde los dos meses. Siestas, paseo, juegos, baño, cena, relajación...
Se queda dormido al pecho sobre las 21 horas. Los despertares empiezan a las doce.
Puede que los despertares sean por los dientes.
¿Creéis que debo tomarme yo algo para relajarme?quizá así entre despertar y despertar logre descansar algo.