- Lun, 06 Oct 2014, 12:50
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Hola, el tema de los deberes resulta complicado porque no en todos los colegios ni todos los profesores ponen los mismos. La cantidad depende en gran medida en cómo se diseñen las clases y en las dificultades que tiene el maestro para poder hacer un seguimiento individualizado de cada alumno, tal y como se estipula en la LOE (que es la normativa en vigor con las modificaciones introducidas por la LOMCE) y que os recomendaría que vieseis de primera mano para ver que mantiene algunas cuestiones de la LOGSE y la LODE.
En la ley educativa se habla de los fines de cada etapa educativa (La finalidad de la Educación Primaria es facilitar a los alumnos y alumnas los aprendizajes de la expresión y comprensión oral, la lectura, la escritura, el cálculo, la adquisición de nociones básicas de la cultura, y el hábito de convivencia así como los de estudio y trabajo, el sentido artístico, la creatividad y la afectividad, con el fin de garantizar una formación integral que contribuya al pleno desarrollo de la personalidad de los alumnos y alumnas y de prepararlos para cursar con aprovechamiento la Educación Secundaria Obligatoria ) y se marcan objetivos ( podéis verlos en el artículo 17 de la LOE), sin embargo, el diseño curricular depende de cada comunidad autónoma y allí se determina por curso qué conocimientos se deben adquirir al terminar cada etapa.
En el caso de Madrid podéis verlo en este enlace
http://www.bocm.es/boletin/CM_Orden_BOC ... 0725-1.PDFPara mí el problema reside no tanto en los contenidos, aunque de esto también hay que hablar, como en las elevadísimas ratios de alumnos por profesor, ya que el ritmo de enseñanza-aprendizaje está directamente relacionado con el número de alumnos a los que debe atender un maestro. No es lo mismo enseñar a leer a 20 niños que a 26/27 ni trabajar en el aula los conocimientos con un número tan alto de alumnos, el profesor se queda sin tiempo real para dar la clase, realizar ejercicios y corregirlos, de ahí que algunos profesores manden para casa una carga excesiva de trabajo extra. También considero que en los dos primeros años de primaria los niños no trabajan la escritura, rellenan huecos. En primero incluso algunos están aprendiendo a escribir y leer, y eso hace que a la hora de redactar, copiar un enunciado en tercero, etc. vayan muy lentos y de ahí que no les dé tiempo a terminar los deberes en clase y si se los llevan a casa, tarden en hacerlos y, lo peor de todo, es que el maestro se ve obligado a delegar en los padres el seguimiento de la lectoescritura, lo que va a resultar determinante en la evolución del alumno, porque si sus padres tienen tiempo, le harán leer en casa en voz alta, le pondrán caligrafía..., pero si no, el niño se irá quedando atrás.
Yo estudié EGB y llevábamos también deberes a casa. No lo recuerdo como algo excesivo y eso que siempre llevábamos las fichas de matemáticas y de lengua para hacer, algún trabajo de naturales…, pero no tardábamos en hacerlos, y teníamos el resto de la tarde para jugar. No teníamos Sociales hasta sexto, pero sí Ciencias Naturales, es cierto que el segundo idioma no se impartía hasta sexto, pero a cambio hacíamos muchísimas manualidades, muchas redacciones, muchos dictados, muchos esquemas... y posiblemente, esta agilidad no tenía más mérito que el que se nos pedía más dominio de la lectoescritura (lecturas en voz alta en clase, elaboración de redacciones) que saber en segundo qué era un sinónimo o un antónimo y ponerlo en un hueco, más restar, sumar y multiplicar que series o el sistema métrico decimal. Los contenidos estaban más ajustados al nivel madurativo del niño y no marcados por unos criterios economicistas como los actuales. Ahora hay que hacer que los niños dejen de ser niños para constituirse en potenciales trabajadores en un futuro muy competitivo y exigente, y en esa carrera entran los contenidos. Aquí es donde los padres deberíamos rebelarnos, donde deberíamos poner el grito en el cielo y en que con doce años pasen a los IES.
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