Las noches del peque (dos y medio) están siendo muy muy "activas" tetilmente hablando y bastante duras para mí, su señora madre.
Lleva una racha hiperdemandante de pecho, de día y de noche. Pierdo la cuenta de las veces que pide y el tema es que ya no es como cuando era chiquitín, ahora me despierta. Él se queda frito o sigue roque pero yo... ay yo.... grrrrrrrrr. Lo que me está metiendo en una crisis de agitación del amamantamiento mayúscula.
A lo dicho anteriormente se nos une otro factor: está dejando la siesta. Ya no la hace todos los días, alguno se la salta, generalmente cuando tiene más estímulos o cambiamos las rutinas. Resultado cuando se duerme por la noche, aparecen exponencialmente pesadillas y terrores nocturnos.
Me autoarbazo para animarme.
Mis hijos deben de venir así de serie, esta etapa la pasé con el mayor.... así que..... cómo voy a dejar de escribir mi frase talismán: Todo pasa y todo llega.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!