Os cuento. Sabéis que no soy mucho de dejar al peque con nadie cuando termina el cole, bastante que no podemos estar juntos mientras trabajo, si hay necesidad, pues vale, pero "aparcarlo" para ir a la peluquería o de compras, pues no me da la gana, ni por él ni por mí. La verdad que esa necesidad no me ha surgido hasta el momento en que he empezado a ir al gine para seguir el embarazo, no porque no pudiera venir, sino porque sé que en cuanto me tumben para hacerme la eco va a sufrir porque piensa que me van a matar o torturar o vaya usted a saber (mi niño!! ).Total, que hasta la fecha, se habrá quedado con los abuelos (unos u otros, vamos cambiando) unas 4 o 5 veces. Cuando se queda con ellos, le explico siempre donde voy, le doy una referencia de cuando vuelvo, y se queda conforme, aunque a la vuelta es una pegatina conmigo (lo entiendo y lo adoro ). Peeeeeero, cuando estamos todos juntos con los abuelos, el peque es como reticente a que mamá se quede al margen de los juegos para que el resto juegue con él. Por ejemplo, si estamos por la calle y se cansa de andar, prefiere que le lleve mamá a cualquier otro (a papá también le acepta, pero si lo intenta alguno de los abuelos, monta el cristo y viene corriendo con mamá), que por cierto, odio cuando empiezan "Deja a mamá, que está cansada/le duele la espalda/etc" . Déjame tú a mí, que ya decidiré yo cuando no lo puedo coger, no? En fin, que me enredo.
Mi teoría acerca de esto sobre todo aplica a las abuelas, que parece que tienden a ser una sustitución de la madre, en lugar de integrarse de manera más natural. Pienso que el niño lo nota, y entonces tira justo por el camino opuesto, porque no quiere que nadie le separe de su mamá.
El caso es que últimamente están empezando a ponerse realmente insistentes con qué pasará cuando venga el hermanito, que si Alejandro va a sufrir mucho, que blablabla, y que está demasiado apegado a mí (lo normal a esta edad, yo creo), que sería buena idea que fuera "fomentando su independencia de mí" (bonito eufemismo ) para que no lo pase tan mal cuando nazca el hermano. Su idea de fomentar la independencia es dejar de cogerle cuando me lo pida, de jugar con él cuando me lo pida, que lo deje con ellos sin estar yo más veces, y cosas por el estilo. Hacen mucho hincapié en lo que va a sufrir dentro de unos meses, y ese hipotético sufrimiento el que hace que se tambalee todo .
Por supuesto que me encantaría que cuando nazca el bebé Alejandro no lo pase mal, aunque también entiendo que será, igual que para todos, un cambio a su vida de 180º. Pero, ¿es necesario para minimizar ese hipotético sufrimiento que fomente su independencia? Hasta ahora había confiando en manejar la situación con respeto, quizás un poco más adelante, que entienda más cosas empezar a prepararle para la nueva situación, y también esperando que con los meses él mismo vaya encontrando siendo cada vez más independiente (el famoso puerperio extenso, del que habla creo que es Gutman). ¿Y si que esté tan apegado a mí no es tan bueno como yo me creo? ¿Y si por haber hecho así las cosas le voy a hacer que lo pase fatal cuando nazca el bebé? ¿De verdad es necesario hacer más hincapié en que empiece a separarse de mí? ¿Y si es así, existe una manera respetuosa de hacerlo? El corazón me dice que a mí no me sale separarme de él para ahorrar luego un posible dolor, siempre lo equiparo a situaciones como que sería una tontería levantarse a las 5 de la mañana todos los días, porque quizás un día lo tengas que hacer por obligación, y entonces no te costará tanto. Peeeeeero tanto me bombardean que no se que hacer, no se que pensar... ¿Cómo le voy a dejar para ir a darme un masaje? Sobre todo sabiendo que lo que a él le apetece es estar conmigo y a mí con él. Otra cosa sería si yo viese que le apetece cambiar de aire, y perderme de vista un rato, tener nuevas experiencias, pero no lo veo ni de broma...
En fin, que si habéis llegado hasta aquí, gracias por leerme. Como siempre, agradezco cualquier opinión/consejo de mi tribu.
Besitos