Escribo porque toda la teoría maravillosa que he leido, depronto se volvió humo, y en la práctica veo con desesperación como pierdo el control, grito, amenazo, y lo peor y que siempre juzgué como totalmente reprochable, le falto el respeto a mi hija con manotazos, no es siempre pero cada vez es más frecuente y no quiero seguir en esta dinámica, pero no sé como frenarlo. Sé que para muchas familias es lo normal dar palmazos o alzarle la voz a los niños, pero para mi no lo es, y me siento una bestia por estar callendo en esto, me siento mala madre, y por más que intento hacer las cosas bien siempre termino en una desarmonía total.
Es que mi hija de 4 años y medio a quien amo desde que está en mi vientre, tiene un temperamento que ha terminado por superarme. Desde que nació ha sido asi, y no es solo mi impresión, mi esposo quien es tranquilo y pacífico por naturaleza, tampoco puede más con ella, y los dos perdemos la calma y estamos desbordados. Mi familia siempre creyó que esto de la crianza con apego iba a criar monstruitos, y el tiempo les está dando la razón lamentablemente. Creo firmemente en el respeto a los niños y el buen apego, a mis dos hijas les he dado pecho pasado el año de edad, he practicado colecho, etc, y no me ha imprtado el qué dirán, pero con mi hija mayor las cosas no resultan como las pensaba.
Creo que desde el año ya hacía rabietas tremendas, se pegaba ella misma cabezazos, etc. Recuerdo que incluso optábamos por no salir de casa pues era imposible un paseo sin berrinches en la calle, parque, supermercado, donde fuera. Cuando aprendió a hablar un poco gritaba "auxilio, ayuda" y teníamos miedo que la gente pensara que la estabamos maltratando cuando no era asi. Cuando aprendió a controlar esfinter, si se enojaba con nosotros se hacía pipí como forma de protesta, por ejemplo cuando se negaba a dar la mano para cruzar la calle, se orinaba alli mismo.
Cuando mi esposo llegaba del trabajo la llamaba por su nombre y le quería dar un beso o un abrazo, y ella se enojaba y lo rechazaba furiosa, esto ponía muy triste a mi marido. Lo mismo al despertarse, no quería que nadie le hiciera mimos. Cosas increibles la enojaban, a veces nisiquiera sabíamos qué.
Siempre se ha rehusado a obedecer normas o pequeñas ordenes. No quiero una hija sumisa, obediente, temerosa, pero tampoco quiero sentirme sin la más mínima autoridad, no se puede vivir asi. Hoy en día mi hija no me obedece en nada, y parece que mientras más amor y comprensión le muestro menos me respeta.
Tengo otra hija de un año 3 meses, y obviamente para mi hija mayor fue dificil aceptar que mi tiempo ya no era todo para ella, es bastante celosa y suele agredir a la pequeña bebé, y este es uno más de los motivos por los que tenemos conflictos, pues la bebé corre peligro serio.
Yo me he dedicaso a criar y he postergado mi vida laboral para estar con mis niñas. Me ocupo de la casa, cocinar, lavar, etc, todo lo que una casa demanda.
Por otro lado, mi hija tiene un transtorno del lenguaje mixto, actualmente va a una escuela de lenguaje donde a avanzado mucho, y ya es posible entablar ciertas conversaciones que hace pocos meses eran imposibles pues nos daba la impresión que no nos entendía nada de lo que le decíamos, esto también debe haber influido en su caracter rabioso, ya que la comunicación era complicada pues ella no entendía nuestras palabras y nosotros tampoco lo que nos decía, lo cual le daba mucha impotencia.
Por lo mismo, me es dificl aplicar los consejos de "habla con tu hija, explícale lo que sientes, ayúdala a ponerse en el lugar del otro", pues da la impresión que aun no entiende lo que digo cuando le hablo de "sentir". Más bien entiende oraciones y verbos básicos, aunque cada día avanza en el lenguaje.
Creo que últimamente nos pone en jaque, es como si no nos diera más alternativa que el autoritarismo y el enfado, es como si nos pusiera en situaciones límite donde ya no hay forma de guardar la calma ni actuar pacíficamente. Por ejemplo (dentro de los miles que hay cada día). EL otro día todos mirabamos tv en el salon, ella tambien, depronto empezó a entretenerse dando pequeñas patadas al tv de plasma. Le dije sin gritar y con amabilidad que porfavor dejara de hacer eso pues la TV se podía dañar. A los pocos segundos siguió dando patadas a la tele y más fuerte, y mirándome a los ojos como diciendo "atrévete a contradecirme, yo hago lo que quiero". Despues de estar 5 minutos intentando con juegos, premios, cariño, amor, dulzura, firmeza, etc....finalmente me la tuve que llevar a la fuerza a su pieza para que dejara de dar patadas a la tele, y ella por supuesto gritaba a todo pulmon, pegaba, etc. Al dejarla en su pieza quise quedarme junto a ella, pero corrió al salon a seguirle pegando patadas a la tele. AL final terminé ordenándole con gritos, el papá tambien, la bebé lloraba, mi hija gritaba, y parecía una casa de locos.
Es comun que tenemos problemas cuando va al baño a hacer caquita, pues se limpia el potito pero luego no uqiere lavarse las manos. Por más alternativas que uso, dulzura, juegos, cantos, etc, ella se empecina en que no se va a lavar las manos, y finalmente debo nuevamente tomarla a la fuerza y lavarle las manos, lo cual finaliza en un panorama donde mi grita, pega, arroja cosas, cierra portazos, etc. No puedo hablarle pues cuand esta enfadada no me deja hablar y solo se escuchan sus gritos. Le digo "hija escucha" pero no se escucha mi voz, no quiere que hable. No quiere nada, solo dar rienda suelta a su enojo, Pero si me voy me persigue para seguirme gritando, lanzando cosas y pegando.
Lo de la ropa es todo un tema. Nunca la he obligado a ponerse algo que no quiere, incluso mucha ropa quedó nueva y ella nunca se la puso, a pesar que no somos personas de una gran situación económica, siempre respeté sus gustos, incluso desde lso dos años le ponía varios pantalones a elegir, varias poleras, varios calzones, calcetines, chalecos, y la cama parecía un bazar, era la única forma de vestirse, con todo el armario exibido para elegir. Pero cada vez la cosa se pone peor. Ahora elige ropa, luego cuando estamos listos para salir o cuando debo hacer otras cosas como mudar a la bebé o hacer el almuerzo, se arrepiente y se quiere cambiar de ropa nuevamente. Yo accedo paciente aunque reprimida por la rabia. Vuelve a cambiarse y nuevamente lo mismo, cuando creo que esa parte está lista se quiere volver a cambiar de ropa, y no para de alegar , gritar, llorar y agredir hasta que se hace lo que ella quiere. Finalmente termino diciendo "ya no más, te quedas con esa ropa", y porsupuesto sus agresiones no terminan hasta un buen rato. Y no solo hacia mi sino hacia su hermanita.
Ya estoy agotada, mi paciencia llega a un límite, siento que se burla de mi, que me desafía, que basta que reciba una orden para que no quiera cumplirla, es rebelde, oposicionista.
Ultimamente todo se calma cuando viene el palmazo de mi parte, vuelve la armonia, incluso se pone cariñosa y quiere que la abrace. No me gusta ser asi, pero ya no se que hacer.