- Jue, 22 Ago 2013, 11:00
#421987
van escribió:Decía que debo ser bastante como la del enlace porque un día saliendo de casa allí en la playa, no sé qué nos entretuvimos mirando los mayores y salta M: "Veeeeengaaaaa, con un poquito más de alegría!"
Dónde lo habrá oído
Ay Van...es que me la imagino y
Pues mira...en mi caso, soy como más Zen en ese sentido (ya lo hemos hablado
) y sí que lo dejo todo por saltar con él desde todos los bordillos que hay de camino a casa o recogiendo mil y una piedras del parque para tirarlas al río que pasa al lado de casa. Pero la verdad es que también es una cosa que he aprendido desde que soy madre, a ser muuuuucho más paciente, a entender que todo (o casi todo) lo demás, aparte de P. puede esperar, aunque a veces me crispe ver que llegamos a las tantas a casa porque se eterniza jugando en la calle y me da pena cortarle, sobre todo ahora en verano que hace bueno y eso, por lo que acelero el baño para que no se nos desmadre la hora de dormir. Esto equivale a que no haga absolutamente nada más que trabajar por la mañana en la ofi y estar con P. por la tarde, jugando, y como mucho, algún recado imprescindible cerca de donde esté. De las cosas o recados que requieran ir de un lado a otro, se encarga costi.
Aunque también he de reconocer que P. no ha ido al cole todavía y tampoco he tenido que respetar o limitarme a horarios como los que tú puedes tener porque tampoco tengo desplazamiento en coche, ni caravanas...no sé, supongo que cuando en septiembre empecemos a la ikas, yo también me desquiciaré cuando tengamos que salir de casa para no llegar tarde y el txiki esté decidiendo qué coches va a elegir para llevar en la mochila y cosas así. (no le ves, con el dedito en los labios, haciendo uhmmmmm, pensando de veras, estrujando el cerebrito, cuál de toooodos los coches que tiene le gusta más
)
De todas maneras, las dichosas prisas y todo eso, es lo que nos rodea, vivir pendientes del reloj, creo a es inevitable contagiarse del estrés que nos impone la sociedad, la gente y nuestras obligaciones (que a veces nos imponemos nosotros aunque no sean imprescindibles).
Besos cielo.