Al respecto de la alimentación complementaria nunca me he preocupado mucho. Alejandro ha tomado su tetita y luego lo que le ha ido apeteciendo, según las cosas que podía tomar conforme crecía. La verdad es que le gusta probar de todo, pero ha sido más un picoteo que una comida. Ya digo que nunca me ha preocupado porque hasta el año son lactantes, y el resto es experimentar.
Ahora tengo intención de tomármelo un poco más en serio y me he dado cuenta de una cosa. Siempre he creído a pie juntillas eso de que no hay que obligarles a comer, y obligarles incluye también distraerles mientras comen, porque eso hace que pierdan el hilo de la comida, y coman sin hacer mucho caso a la señal de saciedad. Pero me doy cuenta que Alejandro es muy movido, y no aguanta en la trona, o en mi regazo, más de unos minutos, aunque realmente luego quiera seguir comiendo, porque le dejo en el suelo, y en seguida viene a pedirme más.
Total, que ayer probé a darle de merendar con un librito que le iba leyendo... Y fue taaaaan bien! taaaan tranquilo! Quiero decir, que no le tuve que bajar de la trona 1000 veces, y al final yo creo que se terminó comiendo más o menos lo que siempre... pero todo seguido, en lugar de a mordisquitos durante una hora. Pero claro... me entran las paranoias (siiii, ya sé que son paranoiaaaas). ¿Estoy haciendo mal entreteniendole mientras come? Me horroriza pensar que será uno de esos niños a los que hay que hacer monerías para que coman algo... Pero por otro lado: ¿es tan grave? En cuanto le veo que ya no abre la boca o me dice que no, pues a otra cosa mariposa...
Ayssss... que tontería más grande! ¿Me ayudáis?