- Dom, 18 Nov 2012, 18:19
#413714
Ufff! Difícil, muy difícil poder expresar en un momento todo lo que quiero pero, vamos a intentarlo.
Os he leído aunque simplemente no he escrito porque no doy para más. He tenido que dejar pasar algunos post (como áquel de los pediatras expertos en lactancia al que prometí regresar pero que ya siento que ni viene a cuento )Y eso que se supone que ahora estoy en mejor época, que mi hija es más mayor, que va al cole y tengo más tiempo. Pero me cuesta gestionarlo, ahora he pedido unos días en el trabajo, tenía planes…pero al final siempre hay algo más urgente que no puedo dejar. Mi día a día es una carrera de relevos, me levanto a las 06:45, hago vida de ama de casa, compro cuando hay que hacerlo, con tres horas para hacer la comida, la cena y algunas veces la comida del día siguiente porque tengo que ir a algún sitio. Hago seis viajes al cole diarios entre idas y venidas, algunas veces tengo que pararme a mitad de camino porque estoy agotada y, cuando llegan las 18:00, cuando ya estoy reventada, entonces tengo que irme a trabajar, me acuesto sobre las 00:30 o las 01:00 y, vuelta a empezar a las 06:45 (sin olvidar que trabajo un fin de semana sí y uno no y las fiestas de guardar que me correspondan) Bueno ya me he quejado un poquito y perdonad si mezclo temas de otros post pero es que estoy “lanzá”
¿Hablamos de niños demandantes?
Tiene casi cinco años, hemos avanzado, ya juega sola en el parque si están sus amigos, algunas veces consiente sin liarla que yo salga sola a comprar, e incluso que baje al trastero a coger algo que necesitamos mientras ella se queda con papá. Ayer sin ir más lejos, llevamos a Carlota a un sitio donde se realizaban actividades y juegos infantiles con motivo del Día Internacional de la Infancia. Yo iba con toda la ilusión de que ella se lo pasase bien, pero cuando llegamos allí, le entró la vena tímida: no quiero hacer esto, no quiero hacer lo otro, no quiero conocer a otros niños, juega tú conmigo…yo me pegué a ella como una lapa, estábamos comprando en un supermercado de juguete, íbamos de la mano, pegaditas pegaditas y aún así va mi hija y me dice que estoy muy lejos, que no la deje ¡Pero si no cabe ni el aire entre nosotras! Me entran ganas de ir al baño, tiene que venir conmigo, no quiere ir sola con su padre ni a comprar el pan, ni al parque, ni a ningún sitio) Sólo acierta a decir que le da vergüenza que la gente crea que su mamá se ha quedado en casa . Ella se expresa estupendamente desde muy pequeña pero, algo se me escapa. ¿ Sentimiento de culpa? El que yo siento cuando no puedo ir al parque con mi hija porque tengo que cocinar o ir a trabajar y me siento fatal porque ella se queda en casa, porque no quiere ir con papá, quiere que también vaya yo.
Rabietas, pues sí las tiene, aunque yo considero que no han sido demasiadas ni muy intensas. Entonces viene la pregunta del millón: ¿será porque la consiento demasiado y no necesita las rabietas? ¿La consiento demasiado o es que tengo realmente mucha mano izquierda y lo llevamos bien? Lo que si ha tenido son muchos episodios de querer volver atrás para arreglar las cosas y que yo no enfade, por ejemplo por las mañanas para ir al cole, quiere algo, no da tiempo, al final me enfado porque va lenta, quiere que retomemos la conversación al momento donde todavía yo no estaba enfadada, si lo hacemos llegamos tarde, me enfado más…
Puedo decir sin temor a equivocarme que la maternidad, además de todas las cosas maravillosas que me ha dado, ha sido la prueba más dura que me ha puesto la vida. He llegado a estar muy cerca de la línea que separa la cordura de la locura (o al menos así lo he vivido yo)
¿Madre satélite? Pues no estoy segura , yo más bien lo que tengo es una prolongación de mi cuerpo, pegada, muy pegada a mí, que se llama Carlota. Por otro lado, no tengo la necesidad de hacer cosas sin ella la verdad, me refiero a cosas ociosas pero, cinco años yendo al wc juntas…empiezo a rebelarme.
Hace aproximadamente un año que mi Yo está resurgiendo poco a poco, que puedo irme de compras sin sentirme mala madre (al menos durante todo el tiempo ) incluso hace como un mes fui al cine un domingo con mi hermana
Esto coincide con una pequeñísima disminución de su demanda y con unas noches más que buenas en plan sueño. Entonces va mi cuerpo y, ¿sabéis lo que me pide? Pues tener otra prolongación. Sí, ahora que empiezo a ver la luz al final del túnel, viene mi instinto y me juega esta “mala pasada”.
Entonces veo estos post en los que las que creían que tenían un hijo demandante habéis tenido un segundo hijo y os habéis dado cuenta de que en realidad no era para tanto y que puede ser peor y simplemente me a-co-jo-no ( y perdonad la expresión) empiezo a preocuparme hasta del hijo que aún no tengo, de que tendré que sacarle a la calle pase lo que pase, llueva, nieve o truene, tenga fiebre o no, para llevar al cole a su hermana, en que tal vez tenga que interrumpir su sueño para llevar a su hermana de madrugada a urgencias (o viceversa)en que tal vez sea también muy demandante pero yo no pueda satisfacer sus necesidades porque tengo otra personita que aún me necesita mucho (o viceversa) en que ya dará igual a qué hora necesite una siesta si no coincide con el horario de su hermana, en que me voy a ver superada 120% porque si me pasa con una hija sólo… y un largo etc. , y ya no sé si soy madre satélite, madre sobreprotectora o madre tonta.
Porque además sé, que todo esto lo voy a tener que afrontar “sola”, porque esa es otra, que mi socio no tiene nada que ver conmigo respecto a lo que a crianza se refiere, que tengo que lidiar día a día con él y con la familia y buff, buff, buff, no sigo. Encima no me quejo porque al menos me deja hacer.
Vuelvo a desear vivir en Forolandia y sin tener que trabajar o que mis hijos tengan que ir al cole, vivir de verdad en una tribu para poder llevar a cabo toda esa teoría de los libros (que no me he leído pero que a priori, no me gusta nada de nada) porque es la única manera de que no existan todas esas prisas, todas esas presiones diarias que hacen que nos desbordemos y que perdamos los papeles con nuestros hijos. ¡Ya me gustaría a mi!
Algunas veces me gustaría no pensar asi, abandonarme al lado oscuro, estar ciega, guiarme sin dudar por las teorías conductistas como hacen muchos. Irme a parir a un hospital con epidural o con cesárea innecesaria para no enterarme de nada como conozco a alguna, no meterme en follones de parto en casa, en contra de toda la familia (que por otro lado me importa un pepino)como es mi intención hacer si tengo otro hijo. Mis cuñados por ejemplo son así, y yo no los veo infelices, están convencidos de que lo hacen bien y son felices de la muerte (o lo parecen)
Luego está el tema de el foro, me encanta poder compartir con vosotras alegrías, miedos, inquietudes…darme cuenta de que no soy la única a la que le pasan estas cosas pero, me surge otra pregunta: ¿Sólo los niños criados con apego son tan demandantes? Y de nuevo la pregunta del millón: ¿Son así porque el apego les hace ser así?
Y las madres y padres que intentamos criar con apego, ¿Somos los únicos que tenemos tantas dudas y miedos? Porque yo nunca he hablado con nadie “normal” que se haga tantas preguntas, se guian de lo que hace la mayoría y ya está, y no se comen tanto la cabeza.
¿Acaso la maternidad/paternidad nos ha abierto una puerta a un plano diferente? Por qué estoy yo entre” l@s elegid@s”? ¿Veis cuando os digo que me estoy volviendo loca?
Edito por falta.
Última edición por MERE el Dom, 18 Nov 2012, 23:27, editado 2 veces en total
Moooooooon!!!!