Aunque no he leido el libro de Jean Liedloff, he estado curioseando algún resument, artículos y cosas así, y después de mucho pensar y repensar... no estoy de acuerdo en la teoría. Seguramente es porque no lo he leido con profundidad, y no he tenido tiempo y serenidad para interiorizarlo, pero así, de primera impresión no me gusta. Perfecto que el contacto físico es importantísimo, y cuanto más mejor, pero no me parece real por dos motivos: el primero es que por suerte o por desgracia en esta sociedad no tenemos unas tareas tan físicas como para poder portear al niño durante todo el día y que esté "entretenido" mirando lo que hacemos, porque nuestras tareas son mucho más intelectuales. Yo me paso muchas horas sentada delante del ordenador, algunas veces con la cabeza apoyada en las manos pensando... de puertas hacia afuera, si quisiera que un niño me acompañara sería como no hacer nada... eso no hay quien lo aguante, ni siquiera un adulto. O no os pasa a vosotras que cuando miráis a alguien trabajar con un ordenador, si no podéis trastear, teclear, mover el ratón y decidir, perdéis el interés? Pues mucho más cuando todas esas cosas no tienen sentido. En segundo lugar, me parece que los niños y los bebés necesitan de un tiempo que les dediquemos, y tiempo para jugar libremente, tanto con nosotros, como solos, y no veo cómo encaja eso en la teoría del continuum. Cuando leo, y esto seguramente también es porque lo estoy entendiendo mal, me da la sensación de que lo que se pretende conseguir son niños que "no molesten" cuando están acompañando a un adulto en actividades de adulto, por ejemplo tomar café con otra mamá, cenar en casa de unos amigos o cosas así. Me parece que no es natural que un niño pequeño pueda aguantar tanto tiempo "relajado" y "callado", sin molestar. Creo que son inquietos por naturaleza, y así los tenemos que aceptar.
Sobre la "satelidad" de la maternidad: soy madre satélite, sí. Y quizás cuando Alejandro crezca empiece a sentir la necesidad de dejar de serlo, pero aún es un bebé que no tiene ni un año, y lo que me sale del instinto es ser su satélite. No estoy dispuesta a que pase un mal rato en el coche sólo porque yo he quedado con sus abuelos, por poner el ejemplo que ponía Mon, o porque quiera ir de compras y pasarme la tarde entera de tiendas, sencillamente lo paso yo también mal, por lo que le pueden dar todo y todos por donde amargan los pepinos. Así que he cambiado mi manera de hacer las cosas, ahora compro por internet (ropa y todo) e intento hacer que los viajes en coche sean los menores posibles. Hago las tareas de la casa cuando él está dormido, y como en suelo o andando por la casa detrás de él, o algunas veces a horas intempestivas (así me pasa, claro, que estoy chupaita ). Pero no me importa, no me siento mal haciendolo, y dejando que sea él quien decida como organizamos la vida familiar. Pienso que aún está en una edad en la que tiene derecho a hacerlo, y lo más importante, yo no me siento mal haciéndolo así.
Lógicamente esto no significa que si no se quiere poner el pijama (osea, nunca) o salir de la bañera (también nunca) o ponerse el ventolín (si hijas, ya hemos empezado), se pueda hacer lo que él diga. Yo lo intento hacer para que el trago sea el menor posible, pero ni se puede quedar en la bañera eternamente, ni se puede quedar sin poner el ventolín. Creo que en general soy demasiado permisiva con él, y salvo estas situaciones o parecidas en las que no se puede ceder, le dejo hacer. Pero de nuevo no me siento mal haciéndolo... simplemente es lo que me sale. Me entra canguelo pensando que lo estoy "malcriando" y "consintiendo" porque esté aplicando mal la teoría, pero me reafirmo cuando pienso que lo único que hago es escucharle a él y a mí misma y mi instinto, y me da suficiente fuerza para seguir.
Justamente cuando he ido a publicar, he leido a loli (hijas, esto lleva un ritmo rabiosssssso). Yo me considero madre satélite en el sentido que he descrito, y quizás porque ahora que Alejandro está toooodo el rato queriéndose poner de pie, siempre estoy yo detrás para que no se de un coscorrón... pero le dejo que se ponga de pie solito. No soy agobiona (o eso creo) en el plan que ha descrito loli. Por ejemplo, me veo madre satélite pq no encuentro el tiempo que me gustaría para pensar y escribir sobre este tema tranquilamente, todo son momentos robados, casi todos del trabajo... porque cuando salgo de él Alejandro es mi centro.