- Lun, 17 Sep 2012, 11:07
#410756
Ay xirimiri, si supieras que al final me tuve que volver de la boda...
Resulta que en pequeñuelo ha pasado el finde un poco pocho con catarro
. El sábado se levantó con unas décimas nada más, la verdad, pero el pobre no había descansado bien en toda la noche, ni tampoco echó buenas siestas durante el día. Total, que al final fuimos a la ceremonia, y entre la ceremonia y el banquete decidí que no podía más, que me parecía que él no estaba del todo bien, no tenía fiebre, pero se le veía incómodo, quejicoso, los ojitos llorosinos y miles de mocos... Y nos fuimos a casa... Decidí que no era justo que el pequeño lo pasara mal sólo por mi propio divertimento, así que a las 7 y media nos marchamos a casa. A las 8 el pobre estaba k.o. en la camita... mi niño...
También he reflexionado mucho sobre porqué yo siento este apego que hace que no me pueda separar del bebé, ni física ni mentalamente, como una especie de enamoramiento a lo bestia,mientras que amigas, conocidas y familia que son mamás están tan contentas cuando pueden "disfrutar" de un ratito de "libertad" sin los niños
También son todos menores de 3 años, y la que no los había "endosao" con una cuñada, era con la abuela, etc...
Si este puerperio está escrito en la naturaleza, ¿cómo que hay quien es capaz de hacer oidos sordos? La conclusión a la que yo he llegado es que algunas veces la sociedad y la presión cultural nos hacen desconectar de nuestro lado más salvaje, y hacen que algunas mamás crean que ese apego que sienten es "egoísta", "raro" o "absorbente", y entonces hacen un esfuerzo para desoir a su propio yo interior, dando lugar a mamás que están la mar de contentas porque pueden trasnochar y bailotear mientras sus hijos están cuidados por otros. Tanto se han esforzado por no desentonar en la sociedad, que al final acaban creyéndolo a pie juntillas.
Esto también me trae problemas de cara a la familia, sobre todo las abuelas, que están como locas por ejercer de abuelas "como las de las otras mamás, las que son normales"
Todos los días me toca aguantar alguna puntillita sobre lo pesadita que soy mi hijo, que no lo puedo dejar ni a sol ni a sombra. Se me difculta un poco más si cabe porque tengo una hermana con 2 hijos (4 años y 17 meses) que cumple a la perfección con lo que dicta la sociedad: sus niños duermen en su cuarto desde los 4 meses, teta, la justita, en verano se los deja a mi madre en el pueblo... En fin, os podéis imaginar el impacto cuando llega la loca de la teta, que no ha dejado a su niño durmiendo en casa ajena en su vida.
Es muy triste que vendamos nuestra alma de madres con tanta facilidad, sólo por no desentonar, por no discutir, por no ser el bicho raro, como dice Txini... No señor, la maternidad vivida en profundidad no está de moda, siento decirlo chicas, lo que se lleva es tener hijos e intentar que te cambien la vida lo menos posible. Así que me temo que vamos a contracorriente
Suerte que nos vamos buscando las habichuelas y encontramos sitios como este, donde nos sentimos comprendidas y menos raras
Pues sabéis qué os digo????? Que
OLE, OLE Y OLE por todas vosotras, por tener los coj... de escuchar vuestra parte salvaje y conectar con vuestros hijos tal y como os dicta el corazón.Amigas, os hago la ola y una reverencia de respeto y admiración. No somos bichos raros!!! Sólo hay que mirar la carita de nuestros hijos para darse cuenta.