Este post es más un desahogo creo, aunque me vendría realmente bien un poco de apoyo moral y algunos consejos.
Mi hija tiene un carácter fuerte, muy fuerte. Desde pequeña hemos respondido siempre a sus necesidades: atenderla, hacerle caso en todo momento, etc. Y lo hemos hecho convencidos de que lo estábamos haciendo bien.
Ahora, con más de 3 años, es una niña que sabe lo que quiere, que no se guarda nada para ella, es decir, expresa siempre sus sentimientos, tanto los buenos como los malos, y que espera ser siempre atendida.
Hasta ahí bien. Sin embargo, tiene muchas manías, y no sé si nosotros lo hemos potenciado. Desde pequeña, si no quería algo de cierto modo (hablo de tonterías, este muñeco aquí no, allí; esta cuchara no, la otra), se liaba un pollo. Al principio menos y luego cada vez más. Nosotros no le dábamos importancia y lo cambiábamos de sitio, total para qué enfadarse por una cuchara o un muñeco. Pero ha llegado un punto en que empieza a molestarnos. Si ella tiene una idea preconcebida de lo que va a pasar o de cómo tiene que ocurrir algo y luego resulta que no es así, es el fin del mundo. Y hemos llegado hasta tal punto que yo ya no sé cómo actuar. Es muy cansado el día a día con sus frustraciones, me siento impotente. Os pongo un ejemplo: ayer mis padres me la trajeron a casa con el coche por la tarde. Salgo del portal y llego al coche, donde mi hija estaba aún sentada y llorando porque quería verme salir del portal, y no lo vio porque mi madre se lo tapó. Ante tal situación, y según mi humor, o intento consolarla y explicarle que otro día ya me verá o entro de nuevo en el portal para que pueda verme salir. Ayer hice la segunda opción, porque veníamos de un día muy cargado, con muchas rabietas, y estaba ya muy nerviosa, así que preferí darme un paseo de más antes que aguantar otra rabieta... Pero no sé, la verdad es que no sé si lo estoy haciendo bien.
Pues como ésa, muchas más.
A veces me siento muy sola, como si mi hija fuera una excepción y se comportara de forma totalmente distinta a los niños que conozco por aquí... Y este sentimiento no me gusta nada, me agobia un montón.
Luego, otra cosa que también me preocupa es que mi hija no acepta un no por respuesta. Si está jugando con alguna amiguita, por ejemplo, y mi hija le dice “vamos a bailar” y la otra no quiere, empieza a llorar y a gritarle que baile. La otra se queda callada sin hacerle ni caso...
Y no sólo con sus amigos, con los abuelos, con nosotros, nos pide que hagamos algo, siempre jugando, y no acepta un no. Insiste hasta que se sale con la suya.
Y aquí es donde empiezo a plantearme si de verdad la hemos educado bien hasta ahora. Eso de atender siempre, se responder siempre... Por un lado creo que sí lo hemos hecho bien, pero por el otro creo que no le hemos enseñado la “frustración”, si es que eso hay que enseñarse...
Ay no sé, chicas, ¿entendéis lo que quiero decir?
Estoy hecha un lío tremendo.... Y necesito vuestro apoyo y vuestros consejos porque me estoy desmoronando.