Mi marido está obsesionado con que nuestro pk no se ponga malito. Es muy achacoso a la faringitis. Como casi todos los de su edad (2 años y 4 meses). Como mi familia no está aquí, y mis suegros simplemente no se quedan con su nieto ( ni idea de por qué), pues cuando enferma, nos toca a nosotros coordinarnos con el trabajo y quedarnos con él en casa. Pues bien, al niño le gusta salir al parque, con la motito, normal, no?? Cuando hace algo de viento, alguna nube o algo así, mi marido no quiere que salga. Se pondrá malo, dice.
Ayer fue el colmo. Después de una semana con faringitis, sin llegar a antibiótico, nuestro pk nos pide salir. Ya está totalmente recuperado. Quiere ir al parque con la moto. Pues su padre que no, el pobre niño llorando, yo diciéndole que por qué no, pobre. Su respuesta: cada vez que va al parque, se pone malo. Buuuufff! Que cabreo. No puedes meter al niño en una burbuja. Tiene que jugar, correr y pasarselo bien. Al final vamos. Y a los 20 min. Que para casa, que hace viento (nada de frío). Otra vez berrinche del niño ( con razón). Le coge en brazos y que para casa a la fuerza. Por ahí ya no paso. Le dije que se fuese él que yo me quedaba con el niño. Se rebotó y nos dejó allí en medio, tirados, y se fue. El niño enseguida vino a mi con una sonrisa en la carita, sabía que yo si jugaría con él en el parque un buen rato más.
Es que no consigo que entienda que es normal el el pk quiera salir, jugar, saltar, sudar... Juuuuuuuuurrrrrr, menudo mosqueo llevo!!! Día y medio sin hablarnos.
El niño me come a besos y abrazos. A él no. Me da pena. Pero no es justo para el enano. Todo porque mis suegros pasan.
Me siento muy sola. Sin mi familia ni amigos cerca. Solo yo con mi hijo. Menos mal que os tengo a vosotr@s...