- Vie, 20 Abr 2012, 10:51
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lolilolo escribió:Seré muy estricta?? Resultará que va a andar tomando coca-cola y gusanitos a escondidas en cuanto pueda??
Tranquila, no confundamos términos... yo conté la anécdota del chocolate, pero como te digo, mis padres eran muy, muy estrictos con el tema: ese día fue el chocolate, pero antes fue el paquete de chicles, el bollo, el filete empanado en vez de a la plancha y un largo etcétera. Había una discrepancia importante, porque yo veía que mis gustos no se tenían en cuenta y los de mis padres sí, a mí no me gustaban las acelgas y me las tenía que comer sí o sí, pero a mi madre no le gustaba el cordero y el cordero no entraba en casa, a mí no me dejaban comerme un bollo como capricho pero mis padres a veces se compraban un embutido concreto que les gustaba: en fin, que con el tiempo empecé a notarlo. Esa fue la única vez que robé chocolate, pero a partir de aquel día empecé a comprarme guarradas con el dinero de mi paga; tengo que decir en defensa de mis padres que se dieron cuenta de que se estaban pasando y aflojaron un poco.
Lo que te quiero decir es que hay que buscar el término medio, no pasa nada si toman un bollo industrial en una ocasión puntual pero tomarse 3 diarios no es sano.
Sobre las cosas que mencionas, te comento como lo hacemos nosotros (adelanto que hasta los 4 años aprox su menú ha sido muy poco variado; ahora suele comer casi de todo pero sigue sin ser un niño comilón).
Poner un día fijo a la semana, ya sea sábado o miércoles, no me parece acertado si lo que queremos es fomentar la autorregulación. Las cosas que limito le digo que puede tomarlas p.ej. una vez a la semana, y que él decida qué día: sabe que si elige tomar una cosa x el lunes, tendrá que esperar a la semana siguiente para volverlo a tomar, y que a partir de allí, decida. No suelo ponerle límites en cuanto a la cantidad, en ese sentido sí que se autorregula, le puedes poner delante una bolsa entera de gominolas y no tomará más de 4-5, que me parece una cantidad bastante aceptable. Soy de la opinión de que si te racionan la comida no llegarás a autorregularte, ¿por qué 2 galletas y no 1 o 3?. El argumento en contra es que si le dejas libre se tomará el paquete entero, no sé, mi hijo nunca lo ha hecho. Hay días que le apetece una sola galleta, otros que quiere 3, pero no pide galletas para merendar todos los días. Repito que no es un niño comilón.
Helados: en invierno no los toma, en verano unas 3-4 veces por semana.
Galletas: aquí hay que distinguir entre galletas y galletas. Para desayunar intento que tome hidratos, los cereales no le gustan así que nos queda bizcocho, galletas o tostada. Las galletas prefiero que sean tipo maría, puede tomarlas solas mojadas en el cola cao o con mantequilla y mermelada o nutella (que es mejor que la nocilla
); en ocasiones las compro rellenas de chocolate tipo príncipe, o barquillos, o con pepitas de chocolate. Entiendo que estas entran en la categoría
guarradas, aunque creo que 2-3 galletas de esas tampoco son para echarse las manos a la cabeza.
Chocolate: una ración 2 veces por semana. "Ración" es la cantidad que quiera tomar, habitualmente pueden ser unos 4 cuadraditos/un huevo kinder/un puñado de lacasitos o equivalente.
Gusanitos, patatas fritas de bolsa etc: eso sí que me parece una guarrería, los limitamos al fin de semana. En casa no entran, pero los findes va a visitar a los abuelos y suele caer algo de eso.
Coca cola: la probó por primera vez en un cumpleaños, con +/- 4 años, acordamos que es solo para ocasiones muy especiales. Le dejo tomar un vaso (no una lata) de coca cola sin cafeína p.ej. en su cumpleaños, en el mío, en Navidad, días contados. Confieso que la polluela también la ha probado (cortesía de su hermano) y le encanta, así que intento no comprarla ni beberla delante de ella. Hace tiempo el polluelo tomaba Aquarius, que dentro de la categoría de refrescos no era tan malo.
Café: es políticamente incorrecto pero le he dado a probar una taza de café descafeinado con leche porque me lo pidió. No le ha gustado así que allí se queda el experimento. Sabéis que procedo de una familia de tradición cafetera, he tomado café desde que tengo memoria, de pequeña descafeinado y de más mayor normal. Lo tengo tan interiorizado que tampoco me parece tan horroroso.
Vino, cerveza etc.: en casa no tenemos bebidas alcohólicas y mi marido y yo no bebemos delante de los polluelos. Yo soy prácticamente abstemia, el único alcohol que tomo es una copita de cava 3-4 veces al año; mi marido a veces toma una cerveza, pero suele ser cuando queda con los amigos a ver el fútbol así que tampoco lo ven. Recuerdo que de pequeña mi padre me dejaba sorber la espuma de la cerveza, que me dejaban tomar un sorbito de cava en Navidad, que con 13-14 años podía tomar un chupito de licor en los restaurantes... me gustaría decir que gracias a eso no he tenido nunca ese afán por beber que tenían otros amigos míos, que por ese motivo he experimentado a veces con la bebida, me he emborrachado de adolescente pero nunca he llegado a los extremos a los que llegan muchos, pero no es cierto. He tenido familiares alcohólicos y he visto de cerca lo que hace el alcoholismo, lo fácil que es cruzar la línea que separa la afición de la adicción. Merecería un post aparte, pero creo que es un tema que no se debe infravalorar: no se trata de poner el grito en el cielo el día que tu hijo adolescente se pille una cogorza, pero tampoco de minimizarlo considerándolo normal. No es normal, es algo potencialmente muy grave que causa estragos.
Chuches, gominolas, chupa-chups: no le gustan más allá de un par de ellas cada 15 días o así.
Besos, y perdón por el rollo.
♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más... Mi blog: El mundo de Kim