Mi madre le cuida de 8 a 2.30, que son un montón de horas, y veo que el niño se ha encariñado un montón con ella, cosa que me alegra claro, porque me da mucha seguridad cuando estoy en el trabajo, seguridad de saber que P. está perfectamente atendido y sobre todo, feliz con su abuela.
Peeeeeero, resulta que cuando yo llego a casa de trabajar, el niño me regala una sonrisa, le veo que realmente se alegra de verme...y punto pelota. Sigue jugando sin venir a saludarme. Le cojo, le achucho, le beso y vamos a despedir a amama...aquí viene lo gordo...no quiere quedarse conmigo en brazos, se lanza a los de su abuela y llora porque se va!!!! Angustia de separación!!!!! Sin embargo cuando yo me voy por las mañanas y se queda en brazos de su abuela se queda tan pancho y no muestra signo alguno de tristeza. (lo se lo se, es bueno que acepte quedarse con su abuela pero me trae de cabeza).
Y otra cosa, cuando viene su abuela por las mañanas sí que la saluda acercándose gateando hasta ella y se le sube a las rodillas para que le coja. A mí no me hace eso...
Y lo que os decía al principio, todo esto es bastante frustrante para mí, después de desvivirme por él, de criarle con apego, de pasar noches en vela, perdiendo la salud (literalmente), me da pena no sentir que mi peque esté encariñado conmigo al menos tanto como con su abuela.
A las que han tenido hijos al cargo de los abuelos...os ha pasado esto alguna vez?
Estoy celosa de mi madre...