- Sab, 11 Feb 2012, 23:40
#403408
Bueno, os cuento. Tenemos un niño de casi 3 años que ha dormido en su cama desde los 10 meses excepto cuando estaba enfermo o le estaba saliendo algún diente que dormía con nosotros pero la vuelta a su cama era tan natural, cuando ya estaba bien volvía a dormir en su cama. Yo siempre le he acompañado a dormir, le contaba cuentos, poníamos una bola con música y se dormía abrazado a mi, yo me iba a mi cama y el cuando se despertaba venía a despertarnos a nosotros, normalmente despues de haber dormido de tirón. Pero no sé que ha pasado pero desde la última vez que estuvo enfermo me dice que quiere dormir en la cama grande y estamos durmiendo todos juntos. No es que yo esté en contra del colecho pero no estoy acostumbrada y duermo fatal y mi marido también y además no entendemos porqué ahora de repente no quiere dormir en su cama. Hemos hablado con él, le hemos explicado que mamá y papá les duele mucho el cuello, que no duermen bien pero no hay manera de convencerlo... a ver si a alguien se le ocurre alguna idea...gracias!!!
Suelen regresar a su cama cuando se sienten otra vez seguros.
¿Cómo le podéis ayudar? Te cuento lo que me suele funcionar con la mayor.
La dejo que duerma en nuestra cama pero le he advertido antes que por la noche la pasaré a su cama porque ha crecido tanto que la cama es pequeña para todos, pero que si se despierta y quiere venir otra vez a la cama lo puede hacer. Y así lo hacemos, se duerme en nuestra cama y cuando nosotros nos acostamos la pasamos a la suya. A veces se despierta a mitad de noche y se vuelve a meter,y la mayoría se queda en su cama.
Otras veces basta con quedarnos uno de nosotros en su cama y cuando se ha dormido nos pasamos a la nuestra, pero diciéndole también que si lo necesita puede venirse a la nuestra.
Lo de acompañarle en su habitación suele funcionar muy bien, leerle un cuento allí, abrazarle, tumbados en la cama y ayudarle a relajarse. Hablar de sus cosas...
Contra más resistencia encuentre por vuestra parte más os lo va a pedir. Ofrecerle lo que pide y poco a poco podréis ir llevándolo otra vez a vuestra cama. Pasito a pasito.
