Laia ayer tuvo un berrinche de cuidado cuando la quise poner en el cochecito, al recogerla en la guardería. Como yo iba cargada no había más remedio que ponerla al coche, con lo cual pasó un buen rato de lloro desesperado, nunca la había visto así, llena de mocos y lágrimas y suspirando. A los 100 metros me arrepentí, la cogí en brazos y fuimos así a comprar, el coche lleno de paquetes y ella en brazos, tan feliz.
El caso es que luego, en casa, después de la siesta, quiso estar todo el rato enganchada a mí. Todavía no camina y suele perseguirme por casa a gatas mientras hago la cena, preparo el baño, etc, pero ayer no tenía bastante con verme, tenía que estar en brazos. No quiso sentarse a la trona y no quiso cenar. Lloró muchísimo en la bañera, y eso que le gusta mucho bañarse. Hasta al wc tuve que ir con ella en brazos. Y por la noche, enganchada al pecho (voy con la espalda dolorida de dormir de lado).
Deduje que venimos de tres días de salir toda la familia al campo, las 24 h en brazos de su mamá, y se le había hecho duro el retorno a casa y a la guarde. Pregunté al papá cómo había estado por la mañana y cómo había ido a la guarde, y se ve que bien, contenta, nada llorosa. Será angustia de separación, y lo manifiesta cuando estoy yo?