- Sab, 31 Dic 2011, 09:55
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Hola Karmen.
Es totalmente normal que los niños se empiecen a despertar más frecuentemente a partir de los seis meses. Tu bebé es totalmente normal, a pesar de lo que te digan en tu entorno y tu lo estás haciendo de fábula, a pesar también de lo que puedas oír a tus amigos y familiares. No hagas caso más que a tu instinto de madre. Estás dando a tu bebé lo mejor que le puedes dar y en las mejores condiciones en las que se las puedes dar, sin dejarle llorar y dándole seguridad. Ten por seguro que eso dará sus frutos, aunque sea más a largo plazo de lo que a veces nos gustaría ver.
A algunos niños les cuesta más enlazar las fases del sueño, (el mío es igual, es de alta demanda y no duerme más de una o dos horas seguidas
) Necesitan más tiempo de práctica. Hay que tener paciencia, todo pasará y cuando pase, nos sentiremos orgullosas de haber criado a nuestros hijos de esta manera.
Por otra parte, es muy valiente por tu parte haberte cogido la excedencia para estar con tu peque. Sin duda ella te lo agradecerá.
Suerte con la guía. Ya nos contarás como evolucionais.
Te dejo una referencia de cómo es el sueño de los bebés de la edad de tu peque para que te hagas una idea. Te aconsejo también leer el libro de Rosa Jové, Dormir sin lágrimas, muy útil para entender porqué tu niña se comporta como lo hacer y ver que no sois un caso aparte sino lo más normal del mundo.
Animo. Un beso.
DE LOS 4 A LOS 7 MESES
El bebé va creciendo y madurando, y su sueño también. Tres son las palabras que definen su descanso en esta etapa:
-Circadiano. Es decir, el bebé ya es capaz de diferenciar el día de la noche. Aunque cada niño va a su ritmo, por lo que las cifras son variables, la mayoría de los bebés de siete meses suelen hacer un par de siestas durante las horas diurnas y duerme por la noche durante un período de tiempo más o menos largo. Además el número global de horas de descanso se reduce hasta situarse entre las 10 y las 15.
-Secuencial. A partir de este momento tiene adquiridas casi todas las fases del sueño del adulto, puede unirlas con más facilidad y, por lo tanto disfrutar de períodos de sueño de más de un ciclo.
-Inestable. El sueño entre los cuatro y siete meses es muy inestable porque van surgiendo las fases que faltan y el bebé necesita adaptarse a ellas. Es un período de transición el el que los despertares son muy frecuentes, a veces incluso más que en los primeros meses. ¿Por qué? ¡Pues porque están practicando! Ahora hay más fases y más cambios, y los niños deben ensayar para aprender.
Esta época suele ser de especial dificultad para los padres puesto que el sueño de su hijo es muy ligero, con frecuentes despertares. AFortunadamente, siempre hay algo que ayuda al niño a conciliar mejor el sueño (estar cerca de los adultos, una canción, un muñeco, el silencio, el ruido...). Ésta es una etapa transitoria y lo que se debe intentar es, simplemente, que el niño duerma lo mejor posible.
DE LOS 8 A LOS 24 MESES
En esta etapa, el sueño de muchos niños es básicamente:
-Temido. Imaginen que un recién nacido duerme durante dos horas. Cuando se despierte pensará que se encuentra en el mismo momento que dos horas antes,puesto que no tiene idea el paso del tiempo ni tampoco de lo que ha pasado. Pero un niño de 8 meses sí la tiene. Empieza a darse cuenta de que hay un período de tiempo -cuando se va a dormir- en que se separa de sus padres y que, además , no sabe lo que sucede entretanto. Es por ese motivo que intenta retrasar al máximo el momento de meterse en la cama. En estas edades es muy frecuente que algunos niños pequeños se queden completamente dormidos mientras hacen acitividades que ocultan momentáneamente la idea de que van a separarse de sus padres: jugando, paseando, viendo la tele...
Para que aprendan a regular esa ansiedad, debemos calmarles antes de que se vayan a dormir. Tamibén es importante dejarles bien claro que no deben temer ese momento porque siempre estaremos con ellos si nos necesitan.
-Inquieto. Se ha comprobado que mientras se duerme, sobre todo en fase REM, todo aquello que preocupa puede asimilarse, pero también provocar pesadillas y otros trastornos que, curiosamente, suelen aprarecer a estas edades. La razón es que ésta es una etapa de muchos aprendizajes para el niño. En algún momento durante estos meses empieza a andar y a inverstigar un entorno desconocido hasta entones, lo que le produce mucha ansiedad. El inicio de la alimentación complementaria y, más tarde, la retirada el pañal tamibén son frecuentes motivos de ansiedad infantil y de regañinas de muchos padres a sus hijos.
¿Te extraña que su sueño sea inquieto? Les ocurre lo mismo que a los adultos, que cuando estamos nerviosos dormimos bastante peor. Por todas estas razones, el sueño de los niños es agitado y los despertares por la noche aún están presentes en la mayoria.