Peeeero, esos dos días buenos ya son un avance. Poco a poco, cada día que pasa tenemos un trozo más de camino recorrido. Yo intento mirarlo así, porque sino me cuesta mucho.
En nuestro caso el gran problema es la hora del patio. En la clase está bien, en las actividades participa superbien, pero la hora del patio no le gusta nada, llora, yo creo que se asusta de ver a tanto niño junto. Y además es el momento en que su cuidadora no está, están otras, y eso no le gusta nada de nada. Ha creado un apego con su educadora y cuando se va, empieza a llorar.
En fin... Yo creo que no estaremos del todo adaptados hasta la primavera, como mínimo... Así que paciencia, amor y comprensión. No creo que podamos hacer mucho más.
Mucho ánimo, van!