Soy Rocio, vivo en Hermosillo, una ciudad del norte de México. Tengo una niña de 1 año 10 meses, Abril, que desde que nació no le gusta o no puede dormir. Hasta los 4 meses lo mas que podía dormir eran 2 horas continuas, lloraba mucho y sólo quería estar en brazos. El pediatra nos dijo que la bebé es "nerviosita" y además sufría cólicos. Después fue mi vuelta al trabajo, los dientes, el gateo, la caminada, la remodelación del cuarto, etc etc. Le hicimos varios estudios, nada complicado. Todo salió bien gracias a Dios, ademas el Dr. nos convenció diciendo que si hubiera algo mal con la niña no estuviera en la talla y peso normales. Así que dejamos lo de los estudios.
Sufrí mucho, me deprimí, yo parecia ser la única mamá incapaz de calmar a mi hija o de "enseñarle a dormir", TODAS mis amigas encontraron la forma de que sus bebés durmieran bien desde muy pequeñitos. La mayoría dejándolos llorar (ni modo, es por el bien de todos) Lo "mejor" que llegaron a decir para calmarme fue que "las mamis que tienen hijos después de los 35 son así de aprensivas, ponen nerviosos a los bebés" :|
Busqué ayuda con una psiquiatra pero sus ideas eran muy al estilo Estivill y no me gustó, para cuando Abril cumplió un año, ya estaba harta de opiniones "profesionales" y no profesionales. Todos los días le pedía a Dios fuerzas para tener paciencia y lograr calmar a mi niña, ya que lo más que podía dormir eran un par de horas por la noche y luego a trabajar...
Gracias a Dios poco a poco hemos superado las etapas y Abril ha llegado algunas noches a dormir de un tirón. Generalmente se despierta dos o tres veces, a veces es fácil volver a dormirla, otras veces me toma 1/2 hora, a veces llora, a veces sólo me pide que la cargue en brazos...todos los días son diferentes. Como han de imaginar tengo unas ojeras de casi 2 años de evolución. Mi esposo es también del club de los desvelados. El podía calmar a Abril (sólo él) cuando ella tenía menos de 6 meses, ahora no quiere saber nada de él durante sus despertares...
Que bueno que encontré este foro. También de vez en cuando necesito un espacio para desahogarme.
Salduos!
Rocio