Este curso Ainhoa empezó de nuevo en su academia de ballet y sevillanas (todo en uno) y ha estado yendo desde que empezó el cole pero llevaba yo mucho tiempo dándole vueltas a una cosa. Resulta que hace un par de años me propuso un conocido que fuese a la federación de gimnasia deportiva para impartir clases de ballet (tengo la carrera de danza clásica). Yo fui donde impartían las clases y hablé con la jefa. Por aquel entonces estuve viendo a las niñas entrenar durante una semana y no me vi capacitada para ejercer de profe de ballet para aquéllas niñas (yo estaba en muy mala forma física y con muuuuuuuuuuuchísimos kilos de más) así que lo dejé pasar. Pero durante este tiempo he ido observando a mi hija. Como os he dicho tengo la carrera de danza clásica y además soy diplomada en Educación Física así que más o menos sé ver en un cuerpo las capacidades motrices que pueden tener. Yo he ido viendo que el cuerpo de Ainhoa era muy válido para la gimnasia (rítmica o artística) así que este año se me ocurrió preguntarle si quería ir a ver un entrenamiento de gimnasia deportiva por si le gustaba. Ella accedió y hace un par de semanas nos plantamos en el gimnasio para ver a las niñas entrenar.
La cara de mi hija fue así que le pregunté si quería apuntarse un par de veces a la semana (los días que no tenía academia) y le encantó la idea. Fuimos la semana pasada el martes y el jueves y éste último día, al salir, me llamó la profe para hablar conmigo. Me preguntó si podía traerla al día siguiente, que la jefa de las entrenadoras la había visto y quería hacerle una prueba para entrar en otro grupo más avanzado. Le pregunté a Ainhoa y ella dijo que sí, así que allí nos plantamos el viernes de 16.00 a 18.00 para que diese la clase con el grupo de "iniciación a la competición".
Para que os hagáis una idea de cómo va esto, os comento que en total (si contamos todos los días) hay unos 75 niños dando su primer curso de gimnasia y en este grupo al que fue Ainhoa sólo hay 7 niñas elegidas por la monitora jefa. Al salir el viernes de la clase me dijo la profe que Ainhoa tenía un cuerpo y unas aptitudes perfectas para este deporte. Es una niña muy flexible, con gran musculatura, despierta, con mucho equilibrio y bastante disciplina. Me comentó que si quería podía dejarla en ese grupo. Entrenan todos los días 2 horas y mientras que para el resto de grupos hay una monitora para unos 15 ó 20 niños, para este hay 2 monitoras para 7 u 8 niñas, así que imaginad el nivel.
Hablé con mi hija. A diferencia de lo que la gente pueda pensar no me sentía tan contenta, sino más bien preocupada. Sé (por experiencia propia) lo duro que son estos deportes. Sé que la disciplina es estricta y que los entrenamientos son cada vez más duros. También sé que los grandes deportistas se forman desde pequeños, que ni Nadal ni Alonso, ni Piqué empezaron en la adolescencia, sino desde pequeñitos haciendo de sus deportes su pasión. He ahí mi duda.
Yo he hablado con Ainhoa, por supuesto. Le he explicado que si sigue en ese grupo no podrá dormir siestas (le encanta la siesta, chicas), que tendrá que ir tooooooodos los días a entrenar, que tendrá que dejar las clases de ballet y de sevillanas y que será duro porque cada vez le irán exigiendo más pero ella me ha dicho que no le importa, que le encanta y que quiere seguir en gimnasia.
El padre y yo lo hemos hablado. Nos hemos dado de margen hasta final de mes para ver cómo va la niña, para valorar si le gusta, si merece la pena intentarlo pero no estoy segura de si estoy haciendo bien o mal. Por un lado creo que debe intentarlo porque ¿y si realmente le gusta y no le supone un sacrificio? pero por otro lado, ¿no es demasiado pequeña para tener dos horas diarias de entrenamiento? ufffffff, es difícil para mí. Difícil y muy sacrificado (aunque eso me da igual).
Necesito que me digáis qué opináis, a ver si se os ocurre algo que a mí se me escape, que me convenzáis de que estamos haciendo lo correcto o que me hagáis despertar si estoy haciendo una locura. Necesito otros puntos de vista. ¿me echáis un cable, por favor?