- Lun, 12 Sep 2011, 14:24
#396003
Aca estoy de vuelta a ver.
Mon, las chicas te pueden ayudar más que yo que en eso de hermano mayor, etc. 0 experiencia. Lo que dicen kim y eva me parece importante.
Igual me meto en la discusión general y a ver si pongo en orden algunas ideas mías, que tengo una ensalada
.
Lo que quería decir es que mi objetivo no es criar a mi hijo dócil y obediente. Tampoco pretendo que no tenga ataques de angustia, ira, bronca, frustración, lo que llamamos rabietas, me parecen normal, parte de su desarrollo como persona. Además que
me ha tocado un niño con un carácter fuerte por decirlo de algún modo. Al mismo tiempo, nos encontramos todo el tiempo enseñando normas, y reglas, y transmitiendo valores… y como dice maca las cosas que manda la sociedad. Ya desde el momento en que les enseñamos una lengua les estamos pautando de algún modo su forma de ver el mundo. Quiero decir, mi hijo va a la guardería (e irá al colegio cuando tenga 6 años), que por muy respetuosa y libre que sea no deja de ser una
máquina de hacer suequitos. Allí él tiene que encajar. Juega, canta, baila, pero también tiene que acatar las reglas y obedecer y seguir las rutinas. Y para ser sincera, en casa también..... qué sé yo, digo, nos levantamos a la mañana y no le pregunto "Qué querés hacer hoy?", no, yo sé lo que tenemos que hacer: lavarnos la cara, desayunar, lavarnos los dientes, vestirnos e ir a la escuela / a trabajar. Yo tengo la costumbre de ir diciéndole todo lo que vamos a ir haciendo, siento que es un modo de hacerlo protagonista de la cosa en lugar de alguien que sigue órdenes y creo que a él le hace sentir seguro saber lo que viene más o menos o quizás le sirve para metalizarse a veces, pero de todos modos le estoy guiando de alguna manera.
Y los límites para mí son un poco eso, creo, mi idea de límites no es tanto una idea conductista, pienso los limites como un marco de referencia, de contención. Siento que nosotros como padres le trasmitimos ciertas cuestiones, reglas, valores, le decimos/mostramos qué cosas están bien y qué cosas están mal, está mal pegar, está mal gritar (o pedir las cosas gritando/exigiendo en lugar de pedirlas por favor), está mal destruir cosas –y luego otras cuestiones que no se pueden hacer porque son peligrosas. Y sí la mayoría de las cosas se transmiten haciendo, pero al menos en nuestro caso con eso no alcanza, es decir, en casa nosotros no nos gritamos y sin embargo el crío pide las cosas a los gritos, entonces ahí hay que explicar explicar explicar. Esto lo pienso también en este sentido: yo por un lado le muestro, hago cosas y lo incluyo, a las cosas de la casa sobre todo me refiero, incluso si él está leyendo sus libros o jugando con sus legos lo dejo y me siento yo con mi propio libro. Por otro lado, le explico todo y me doy cuenta que sí que nuestra vida está “centrada en el niño” (estoy leyendo “El concepto del continuo”, digo para las que lo leyeron, y pienso mucho en hasta qué punto podemos no ser centrados en el niño). Bueno, que me fui por las ramas, pero es que en eso estaba pensando cuando leía tu pregunta:
montseta escribió: los dos de la mano o uno detrás del otro haciendo yo de guía (entiéndase en sentido figurado)?
Yo creo que son las dos cosas, uno es una guía, yo siento que tengo que serlo, pero al mismo tiempo lo observo a él permanentemente tratando de entender qué necesita, no preguntándole directamente sino observándolo, porque la mayor parte de las veces él no puede expresar sus sentimientos y soy yo la que le tiene que poner nombre, no desde un lugar autoritario sino de empatía, contención y respaldo (me refiero a por ejemplo cuando le agarra un ataque de bronca descomunal porque no le dejamos hacer lo que quiere, para él es difícil identificar lo que le pasa y controlarlo o encausarlo, bueno ahí siento que tengo que estar yo y decirle "tenés mucha bronca, lo entiendo, me doy cuenta, etc.", y mi experiencia es que eso le ayuda un montón a sentirse mejor).
Y respecto a la otra preguntilla
montseta escribió:¿Y cuando salen espontáneamente todas esas actitudes aprendidas de tu propia crianza?
Y bueno, lo único que uno puede hacer es un trabajo reflexivo y evitar aquellos lugares en los que no quiere caer, pero somos lo que somos. Yo por ejemplo, me sincero y digo: soy control freak, o más bien puedo decir que lucho con dejar de serlo, así que hago un esfuerzo permanente por superar mi necesidad de controlar todas las variables porque no quiero ser así o trasmitirle eso a mi hijo o no permitirle a él cosas por querer yo controlarlo todo. Y en eso él me enseña mucho, no solo en lo que tiene que ver con su crianza sino en todos los aspectos de mi vida.
También quizás Montse podrás encontrar las señales anteriores a caer en actitudes que no querés. Por ejemplo a ver si me explico, yo cuando la paciencia ya se me está acabando siento un calor subiéndome por el cuello, bueno en ese momento es cuando me digo "calmate, contá hasta 10" e intento reconectar empatizar nuevamente y encarar la situación desde otro lugar.
Bueno, no sé si se entiende algo de todo lo que puse
. Ustedes dirán…
Besitos a todas preciosas